Escrito por: Sharon Mayren Padilla
Andrés Manuel López Obrador ha mandado la propuesta de Presupuesto de Egresos e Ingresos del 2019 al Legislativo, quien deberá discutirlo y aprobarlo. En este se contemplaba originalmente una reducción al presupuesto asignado a las principales universidades e Instituciones de Educación Superior como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana y las Universidades Estatales. Esto ha generado inquietud entre la comunidad universitaria; estudiantes, profesores y trabajadores.
La política educativa bajo el sistema capitalista en su modelo neoliberal ha tenido una intención clara en las últimas décadas: privatizar la educación. El combate histórico por defender la educación pública y gratuita se ha dado por los estudiantes y los trabajadores de la educación, que históricamente han luchado contra los recortes presupuestales. Las políticas de ataques se han reflejado en bajos salarios para los profesores, falta de infraestructura en las escuelas, recorte a becas estudiantiles, la anulación de proyectos de ciencia y tecnología, condiciones deplorables en centros de investigación, etc. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue votado porque se quiere revertir esas políticas.
En respaldo a la propuesta original de reducción del gasto público destinado a las universidades AMLO ha mencionado que va en sintonía con la llamada política de austeridad y de eliminar cualquier privilegio a los altos funcionarios de las universidades.
Estamos de acuerdo en eliminar los privilegios de las burocracias universitarias que por años han mal gastado el presupuesto designado y que jamás han rendido cuentas claras a finales de sus cargos, pero estamos en contra de que eso sea a costa de mantener las limitaciones existentes en el sector educativo.
Simplemente los salarios actuales de los directivos actuales son descarados ante los salarios de profesores, trabajadores de la educación, incluso del personal de limpieza que es contratado por las casas de estudios, en algunos casos vía outsorcing.
Datos de una investigación realizada por el periódico El Universal tomados de los portales de transparencia de las universidades sobre los salarios de los directivos revela que Mario Alberto Rodríguez Casas Director General del IPN cuenta con un salario de 191 mil 843 pesos al mes siendo este quien encabece el listado con el mayor salario como funcionario público ante la administración de una universidad, Enrique Graue Wiechers Rector de la UNAM tiene un salario de 177 mil 868 pesos al mes lo que lo posiciona en segundo lugar.
En contraste los profesores de la UNAM han organizado asambleas y han denunciado que solo el 4.38% del presupuesto asignado a la universidad se gasta en los salarios de los docentes. Profesores ganan 90 pesos por hora frente a grupo y sólo el 5% tiene un acceso hasta de 30 horas por mes.
Es preocupante la reducción del presupuesto a la educación que se propone porque eso puede significar no la reducción a los salarios de los altos mandos, sino un golpe a los salarios de los profesores y trabajadores, además de una reducción en gastos de infraestructura, centros de investigación.
Otro elemento que argumenta el gobierno de AMLO es que se están destinando recursos en becas para estudiantes de educación media y superior. Eso es positivo, pero lo que la sociedad necesita es incrementar sustancialmente el gasto a educación no solo básica sino superior y media. Universidades como la UNAM, el IPN, la UAM y las universidades estatales deberían incrementar sus recursos y su matrícula. Por eso, aunque haya austeridad, se combata a la corrupción y se use de mejor forma el presupuesto, debería aumentarse el presupuesto a las universidades públicas del país. Es además preocupante aún que se les destine un aumento presupuestal desproporcionado a la Defensa Nacional (ejercito).
Para que haya un real combate a la corrupción y un buen funcionamiento del presupuesto se debe emitir una ley que obligue a las autoridades a transparentar el uso presupuestal y se exhiban los libros de cuenta. Con eso podemos ver que el presupuesto llegue a los rubros que sean más necesarios. Además se deben decidir, por mecanismos como asambleas democráticas con toda la comunidad, las prioridades en que se debe gastar el presupuesto.
Actualmente los jóvenes que egresamos de las universidades nos encontramos con un panorama desolador en cuestión laboral, nos cuesta más de un año conseguir empleo de nuestro rubro y si no, nos vemos en la necesidad de trabajar en empleos chatarra que no garantizan una vida digna, por eso pedimos empleos seguros al salir de las universidades con salarios justos y dignos.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador podrá tener la total y buena intención de mejorar las condiciones educativas del país, pero deberá recordar que los cambios profundos no suceden con buenas intenciones, sino con organización y lucha, el capitalismo y su modelo neoliberalismo tiene a México hundido en la miseria y la violencia, décadas de malos gobiernos, de privatización de la industria y de golpes a la educación pública y sector social no serán resueltos sin una lucha organizada.
Es por eso que hacemos un llamado a los estudiantes a organizarnos bajo una línea anticapitalista, para romper con las políticas de cortar en un lado sin ir al fondo del real problema y luchar por una educación realmente publica, gratuita, científica y popular.
Como estudiantes organizados rechazamos la reducción al presupuesto de la educación superior y exigimos un aumento contundente que pueda cubrir las necesidades de los estudiantes, trabajadores y profesores de las diferentes universidades púbicas.
- Repudiamos que los recursos públicos se destinen al fortalecimiento de las fuerzas armadas.
- Total, abolición a los privilegios de las castas burocráticas de cada universidad, no más lujos para directivos, no más autos del año para traslados personales, alto a la utilización del presupuesto para el enriquecimiento de los altos funcionarios.
- Por una educación pública, gratuita y democrática donde la comunidad estudiantil, profesores y trabajadores podamos decidir el rumbo de las universidades en materia académica y económica y el destino del presupuesto.
- Para combatir los privilegios y la corrupción que se transparente el uso del presupuesto y se abran los libros de contabilidad de las universidades.
- Por un aumento salarial a los profesores, trabajadores de la educación y trabajadores de la limpieza con puesto de base, estabilidad laboral y mejores condiciones de trabajo. No más contrataciones por outsourcing.
- Por becas para todos los estudiantes de universidad.
- Por más presupuestos a los centros de investigación para el desarrollo de ciencia y tecnología en el país.
- Por una apertura total y acceso a la educación superior ¡No más rechazados de las universidades!
- ¡Sin educación no hay Cuarta Transformación!