[En las últimas semanas hemos visto en Argentina un aumento de la lucha de los trabajadores, particularmente de los docentes y trabajadores de la salud. Este movimiento ha alcanzado proporciones más agudas en las provincias de Salta y Jujuy al extremo noroeste del país. En ambos casos la lucha salarial se combinaba con la lucha contra legislación anti protestas y anti huelgas que los gobiernos regionales querían imponer. En el caso de Jujuy el mecanismo era una nueva constitución que además violaba a los derechos de los pueblos indígenas a favor de los intereses de minería del litio. En Jujuy se llegó a una situación con elementos insurreccionales, una pueblada, por la resistencia obrera y popular a la brutal represión estatal. En este artículo, los compañeros de la Corriente Socialista Militante (CMI) explican los acontecimientos y discuten la estrategia necesaria para vencer.]
La crisis capitalista como signo del período actual
El auge de la lucha de clases está a la orden del día en la Argentina, tal y como lo demuestran los últimos acontecimientos.
Como hemos explicado en numerosas oportunidades, la raíz de todo esto se encuentra, en última instancia, en la crisis mundial del capitalismo, que arrastra al débil capitalismo argentino. La crisis argentina es tan sólo una expresión local de una crisis orgánica del capital que se expresa en el conjunto del mercado mundial.
La caída progresiva y persistente de la inversión capitalista en la producción, que a su vez genera un aumento de la desocupación y con ello de la pobreza, la inflación galopante que azota implacablemente los salarios, y los recortes sociales que aplica el gobierno Frente de Todos de la mano del ministro de Economía Sergio Massa y con el buen visto del opositor Juntos por el Cambio. Todos estos factores, están, lentamente, preparando un poderoso auge de la movilización obrera y popular. ¿Cuándo y cómo ocurrirá esta movilización?, y, ¿de qué magnitud será? No es posible predecirlo de antemano.
Sin embargo, el análisis de la situación concreta del país, y de las perspectivas económicas, nos muestra que existen las condiciones para que esto ocurra. Como bien señalamos en nuestro documento de perspectivas, aprobado recientemente en nuestro congreso, sobre la posibilidad de un nuevo Argentinazo:
“Entendemos que puede abrirse nuevamente un proceso revolucionario, porque las condiciones internacionales de crisis económica, política y social son excepcionalmente críticas, y determinan la economía argentina en muchos aspectos.”
Salta
Ni bien concluía nuestro congreso nacional de 2023, ya veíamos unas primeras pinceladas de tales movilizaciones con el pico de la lucha de los docentes y trabajadores de la salud en Salta.
Hacia finales de mayo, a la altura de la autopista del Norte, autoconvocados y pasando por encima de sus direcciones sindicales, los trabajadores de la docencia y de la salud organizaron cortes de ruta para exigir aumentos de salario y contra los descuentos por los días de paro.
Esta lucha fue una respuesta directa contra el ajuste de los gobiernos nacional y provincial, que habían acordado paritarias por debajo de la inflación, a fin de garantizar los bastardos compromisos de recortes con el FMI.
Luego de cuatro semanas, la lucha de las y los docentes y trabajadores de la salud forzó una reunión de sus direcciones burocráticas, que lograron un aumento del 69% a finales de mayo, aún por debajo de la exigencia de los compañeros movilizados.
De la misma forma, el gobierno massista de Salta, encabezado por Gustavo Sáenz, intentó derrotar la lucha mediante la represión policial, llegando a detener a 19 compañeros. La persistente lucha docente y de estatales logró doblegar las medidas de las leyes anti piquetes.
Esta lucha, que evidenció la combatividad latente y potencial que dormita en la clase trabajadora argentina, y que en el último período no ha sido puesta aún a prueba en las calles, contagió a los docentes y trabajadores públicos de Jujuy.
Jujuy
Después de un mes de cortes de ruta, huelgas autoconvocadas y movilizaciones en Salta, en Jujuy hicieron lo propio y dieron un paso adelante. Sin bien la lucha de las y los jujeños estuvo inspirada en buena medida por las movilizaciones de Salta, allí jugó un papel fundamental la cuestión de la propuesta de reforma constitucional provincial del gobernador Gerardo Morales.
Morales, querido por igual por Massa y la derecha del Frente de Todos, así como el combo de Cambiemos, ha sido en los últimos años un dirigente político burgués ideal, para los fines y aspiraciones de un importante sector de la burguesía.
Como hemos explicado durante años en numerosos documentos, cuando la crisis capitalista llega a su punto de mayor agudización, sólo hay dos salidas posibles. O la clase obrera toma el poder para resolver la crisis en su favor, a favor de las mayorías oprimidas -o al menos, inicia un proceso de movilizaciones, organización y lucha a fin de lograr tal fin-, o la burguesía utiliza el poder estatal para derrotar a la clase trabajadora e imponer una política de ajuste que le permita salir victoriosa de la crisis.
Como es lógico, la lucha de los docentes y trabajadores en Salta, así como la de los docentes en Jujuy y los pueblos originarios jujeños, han estado en la palestra política del país en las últimas semanas.
En buena medida, y tomando en cuenta otras movilizaciones que se han desarrollado en el último año, como las del sector del caucho y del sector salud, estas luchas son una antesala de un auge de la lucha de clases para cuya aparición están dadas todas las condiciones materiales necesarias.
En este sentido, Morales posee un muy rico prontuario, mostrando cómo debe utilizarse el aparato de Estado capitalista para judicializar y reprimir a las organizaciones obreras a fin de descargar el peso de la crisis sobre los hombros de la clase trabajadora. Esto lo hemos visto, por ejemplo, con el juicio montado y la persecución contra la Tupac Amaru y Milagro Sala, en los últimos años.
Ahora, la reforma constitucional es un paso adelante en esta dirección.
La reforma de Morales está siendo aplicada a sangre y fuego
La propuesta de reforma constitucional provincial, es a todas luces una herramienta de la burguesía provincial y sus partidos para buscar una salida a la crisis a costa de más sufrimiento y miseria para la clase trabajadora: profundización del saqueo del litio en territorios indígenas y de los negocios inmobiliarios sobre la base de tierras fiscales; concentración de poderes en el ejecutivo provincial para pasar por encima de los controles usuales en el legislativo; y, destrucción de los derechos democráticos de protesta y movilización de la clase trabajadora, son sus elementos centrales.
Esto ha generado una enorme bronca en toda la provincia, que se ha traducido en una respuesta obrera y popular masiva.
Particularmente, destacan las protestas en Purmamarca, donde comunidades indígenas, trabajadoras y trabajadores han salido a cortar rutas en respuesta a esta terrible reforma, que al final fue aprobada el 16 de junio entre gallos y medianoche con el apoyo de los principales partidos burgueses del país, tanto oficialistas como opositores.
La represión policial empleada para desmovilizar a la gente dejó entre 69 detenidos incluyendo a la diputada provincial del PTS-FITU, Natalia Morales, y al periodista de La Izquierda Diario Luciano Godoy, quien estaba cubriendo los acontecimientos de primera mano.
Todo esto ocurría en un contexto político en el que los grandes medios de comunicación guardaban el más estruendoso silencio, por miedo a que el ejemplo de Jujuy se extendiera al resto del país. Desde la Corriente Socialista Militante, nos unimos a la exigencia de libertad inmediata de todos los detenidos. Hasta ahora, Natalia Morales ha sido la única detenida puesta en libertad. El paradero de los detenidos recién en la noche del 20 se dio a conocer quedando algunos detenidos sin encontrar. La policía, además, ha dejado decenas de heridos, algunos incluso impactados con balas de goma en el rostro perdiendo la visión.
Sin embargo, a pesar de la represión el pueblo trabajador de Jujuy no se ha dejado amedrentar. Esto lo hemos podido ver en la propia Purmamarca, donde los pobladores se mantuvieron en pie de lucha de manera tenaz, y, sin que importasen ni las balas ni las detenciones, volvieron a ocupar la carretera en altas horas de la noche, haciendo retroceder a la policía.
De la misma forma, la represión ha tenido como efecto inmediato la solidaridad de clase de la gente en toda la provincia.
Los cortes de rutas y las protestas se mantienen en varios poblados, incluyendo San Salvador de Jujuy. Más de mil personas se mantenían cortando el ingreso a la capital de la provincia. En Palpalá la policía retrocedió ante la combatividad de la gente, y en San Pedro la policía intentó llevarse detenidas a las docentes que llevaban adelante la protesta. También ha habido protestas y/o cortes de ruta en Ledesma, Humahuaca y Tilcara.
Lo que estamos viendo hoy en Jujuy, es una pincelada de cómo un importante sector de la burguesía nacional querría profundizar el ajuste capitalista, aumentando sus ganancias a costa de la sangre y miseria de la gente. Lo que está ocurriendo hoy en Jujuy, es una perspectiva de las formas y métodos que un sector de la burguesía y sus partidos podrían emplear para salir de la crisis, descargando todas sus consecuencias de forma brutal sobre la clase trabajadora.
Por lo tanto, desde la izquierda y el movimiento obrero, debemos dar una respuesta contundente a esta declaración de guerra de los capitalistas contra las y los trabajadores en Jujuy.
La izquierda debe acompañar estas batallas, hombro a hombro, planteando la necesidad de organizar un plan general de lucha para parar la represión, lograr la liberación de los detenidos y echar abajo la reforma de Morales, pero también contra el ajuste general y por la recuperación de los salarios. Un plan que debe construirse democráticamente en asambleas obreras, y que debe, tarde o temprano, a través de un congreso obrero, derivar en la preparación y convocatoria de la huelga general.
Urge la solidaridad de la clase obrera de toda la Argentina contra la represión y la reforma dictatorial de Morales. Esta lucha es de todas y todos nosotros. Si vencemos en Jujuy, esto será una victoria de toda la clase obrera Argentina. Si perdemos, también será esta una derrota que todas y todos llevaremos sobre nuestros hombros. Esta es la primera batalla importante de muchas batallas clave que están por venir en la lucha de clases, en el actual contexto de crisis.
Quedarnos sólo en la denuncia de la reforma infame y de la represión, sin organizar la lucha y llevarla adelante hasta sus últimas consecuencias, es insuficiente para lograr la victoria. Es muy importante dar cobertura mediática desde las organizaciones de izquierda, obreras y populares a todo lo que está ocurriendo, en tanto hay un cerco mediático en torno a las luchas en Jujuy por parte de la prensa burguesa. Pero quedarse sólo en ello sería en la práctica, aunque no lo queramos, dar ventaja al enemigo de clase para que triunfe en esta lucha.
¡Abajo la represión!
¡Libertad para todos los detenidos!
¡Abajo la reforma infame!
¡Abajo el gobierno de Morales!
¡luchar hasta vencer!
Pueblada en Jujuy: La clase obrera y los pueblos originarios se encuentran luchando en las calles ¡Por la Huelga General!
En momentos de escribir estas breves líneas, el 20 de junio, la clase obrera y los pueblos originarios se encuentran luchando en las calles, metro a metro, ante la Legislatura jujeña.
Unos con balas de goma y gases y el pueblo obrero con piedras, y chapas para protegerse.
Ya se dice que la policía reaccionaria está mutando las balas de goma por las de plomo. Y hay un compañero herido en estado crítico. Corre la sangre obrera en las calles. Se mantienen 22 cortes de ruta.
Por su lado la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores de la UNR (Coad) llaman a un paro nacional docente. Pero por el otro lado la dirigencia de la CGT sigue con la política de entrega y sumisión a los capitalistas y los partidos del régimen, sin convocar a un paro en apoyo nacional, intentando aislar las luchas. Prevalecen en los sindicatos burocratizados los intereses y privilegios de los dirigentes ante las necesidades reales de la clase trabajadora.
Los políticos, de uno y otro lado, se tiran las responsabilidades. Juntos por el Cambio señala que el kirchnerismo resiste la reforma, según palabras de Horacio Larreta, bancando al Gobierno de Morales. Mientras desde el Kirchnerismo sólo denuncian a la derecha incluyendo los sectores internos del Frente de Todos.
La lucha de los y las trabajadoras de Jujuy es nuestra lucha. Si pasan estas reformas reaccionarias es un antecedente para las peleas que vienen.
Hay que derrotar al Gobierno de Morales y a los convencionales del PJ-FdT y del PRO-Juntos por el Cambio que solo priorizan la gobernabilidad y las ganancias del imperialismo y los capitalistas. Sus intereses son los de la burguesía que intenta profundizar el ajuste.
La izquierda debe romper definitivamente con la política electoralista y poner los intereses de los de abajo como prioridad inmediata. Potenciando los organismos de auto organización que ya existen en las calles, las rutas y las escuelas, poniendo en debate la organización y convocatoria de la Huelga General como un medio para poner en discusión la cuestión del poder y la necesidad de un Gobierno de Trabajadores ante el desplome del salario y las condiciones vida.
¡Abajo la represión!
¡Abajo la reforma infame!
¡Abajo el gobierno de Morales!
¡Por un plenario del NOA para preparar la Huelga General!
¡Por un Gobierno de los Trabajadores!
¡Luchar hasta vencer!