Escrito por: CLEP-UER
El pasado 19 de Octubre, la asamblea de estudiantes de ingeniería acordó tomar el edificio de gobierno de la FES – Cuautitlán como medida de presión para entablar un diálogo con la dirección de la Universidad, respecto al uso y asignación de presupuesto para los laboratorios de Ingeniería y el comedor de las mismas carreras. Aquí un artículo que intenta explicar, de manera crítica, la situación actual de esta lucha.
Una maquinaria en movimiento
El miércoles 19 de octubre fue convocada una asamblea a las 12:00 hrs, aproximadamente 50 estudiantes reunidos en el comedor acordaron impulsar acciones que obligaran a los funcionarios de la facultad a entablar un diálogo de carácter resolutivo respecto a las peticiones que se plantearon previamente en el documento entregado al director de la facultad, una de estas acciones fue la toma del edificio de gobierno.
Alrededor de las 14:00 hrs el número de asistentes se multiplico por 6 (un aproximado), el número de asistentes seguía creciendo y la toma del edificio de gobierno fue votado por una mayoría visible.
Las asambleas, así como las huelgas, no son métodos de lucha únicos de los estudiantes. Por el contrario, fue el movimiento estudiantil quien adoptó estos métodos como suyos. Fue la clase obrera la que ha mostrado a lo largo de la historia que los Sindicatos, las asambleas y las huelgas, son los organismos y métodos más efectivos en la lucha revolucionaria.
Un primer paso a la victoria.
El jueves 20 de octubre, por la madrugada, se acordó liberar el edificio de gobierno bajo la primicia de un primer diálogo con un representante de la rectoría de la UNAM. Este acuerdo se hizo efectivo a las 11:40 del mismo día.
La llegada de la Mtra. Manuela Luna Briseño, asesora de la Secretaria de Atención a la Comunidad Universitaria de la UNAM, y el acuerdo de una mesa de negociación el pasado jueves 27 de octubre, representó un avancé en el proceso de lucha, un logro conseguido gracias a la movilización de los estudiantes. Ya que desde el 2008 no había sucedido algo similar en la facultad: un movimiento que haya forzado a los funcionarios de la Universidad a negociar, con estudiantes comunes, los términos para la solución de un conflicto de esta naturaleza.
La situación actual.
Dos mesas de dialogo han transcurrido desde aquel 20 de octubre, y aún no se han materializado acuerdos que puedan materializar una victoria para el movimiento. Es momento de replantear la táctica correcta para continuar con esta lucha. Uno de los principales factores que han empujado a los funcionarios hacia posiciones políticas más reaccionarias ha sido la incapacidad que ha tenido el movimiento para mantener la movilización, y esta responsabilidad recae en el sector más avanzado y consiente, que en este momento se aglutina en la representación estudiantil de las carreras de Ingeniería. Diversos procesos a lo largo de la historia nos han mostrado que cuando la presión de las masas desaparece, se corre el riesgo de caer en concepciones erróneas, incluso a posiciones sectarias y burocráticas; este no es el caso, sin embargo el peligro está latente.
Es necesario entender que las mesas de negociación no son el fin, sino el medio para poder llevar al movimiento a otra instancia y materializar las demandas de la comunidad estudiantil. Sustituir el movimiento por una serie de mesas de negociación no nos llevará a nada, solo la acción consiente de los estudiantes y su organización puede empujar a que se resuelva este conflicto.
Debemos ser conscientes de poder llevar a este proceso más allá de las reivindicaciones particulares de los estudiantes, tener perspectivas claras y políticas. Los funcionarios de la universidad nacional son conscientes del roll que juegan en la sociedad y en la universidad. Es nuestra tarea asumir una posición revolucionaria en el marco de esta pequeña lucha local, entender que los problemas de los estudiantes se solucionarán en la medida en que podamos transformar la sociedad entera; esto ocurrirá en la medida en que seamos capaces vincular nuestras luchas con las de la clase trabajadora, y las demás clases explotadas.