Los acontecimientos del pasado viernes 27 de septiembre, en los cuales trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se enfrentaron afuera del edificio sindical ha provocado la reacción de diversas expresiones sindicales democráticas, y de algunas agrupaciones políticas que se definen dentro del campo anticapitalista, revolucionario o socialista; dicha acción además de generar una serie de pronunciamientos a favor de la dirección del sindicato, desvió la atención de la movilización realizada por grupos disidentes de la actual dirigencia sindical en la que entregaron miles de firmas exigiendo la destitución del actual Comité Central en el Palacio Nacional. Estos sucesos se dieron en el marco de un nuevo aniversario de la nacionalización de la industria eléctrica.
En la página oficial de facebook del SME se pueden leer algunos de los comunicados de algunas organizaciones sindicales y políticas.
La Sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) manifestó:
“Repudiamos el artero ataque en contra del legítimo y legal Comité Ejecutivo en las inmediaciones de sus instalaciones ubicadas en Antonio Caso… por grupos de esquiroles que traicionaron al movimiento en los momentos más intrincados por la defensa de la industria eléctrica…”
Por otro lado la Sección 18 de la misma CNTE:
“La Sección XVIII de la CNTE, en Michoacán, manifestamos nuestra solidaridad y total respaldo a los compañeros esmeítas, que el día de hoy fueron atacados en sus instalaciones sindicales, por traidores sindicalistas que actuaron como esquiroles en el momento que más se necesitaba de la defensa de su materia de trabajo y de los derechos de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro”.
En un comunicado en el mismo tono firmado por diversas agrupaciones políticas, algunas de las cuales se asumen como socialistas, van más allá y niega la existencia de una disidencia a lo interno del SME:
“Todo esto deja al descubierto el carácter provocador de una supuesta disidencia, que ante la legitimidad de las bases del sindicato, se nutre de violentas acciones y discursos sumamente confrontativos por parte de agentes externos y de liquidados que buscan golpear a la actual dirección del sindicato…”
Incluso publican el comunicado de una inexistente “Asamblea General” Politécnica, la cual ha sido desconocida por las organizaciones estudiantiles y el movimiento sindical democrático del Instituto Politécnico Nacional.
En un pronunciamiento oficial, la dirección del sindicato exige:
“… al gobierno federal local una inmediata investigación de estos hechos. Sabemos que detrás de estos actos de provocación existen funcionarios y grupos partidistas que pretenden tomar el control político de nuestra organización. No lo permitiremos.
“Exigimos el respeto a nuestra Autonomía Sindical y a la Dirección Sindical electa por voto directo y secreto que encabeza nuestro compañero Secretario General Martín Esparza”
Por su puesto que las organizaciones sindicales democráticas, las organizaciones revolucionarias debemos pugnar porque las diferencias internas en la vida sindical deben basarse bajo el ejercicio de la democracia de la clase trabajadora, y en particular en la vida sindical en el respeto a la libertad expresión de las ideas que busquen fortalecer la organización de la clase trabajadora.
A su vez queremos manifestar que todas las organizaciones que firmaron los comunicados en solidaridad con la dirección del SME, a excepción de la denominada “Asamblea General” Politécnica, las reconocemos como agrupaciones consecuentes en la lucha por la defensa de los derechos de la clase trabajadora en el terreno gremial y sindical y político, sin embargo basándonos en el ejercicio democrático que debe existir en el movimiento obrero, nos tomamos la libertad de expresar nuestro punto de vista, con el cual queremos abonar al fortalecimiento de la lucha sindical democrática y a la construcción de la herramienta política revolucionaria que necesitamos la clase trabajadora para luchar contra el sistema capitalista.
Esperando que cualquier respuesta en torno a nuestro punto de vista, sea en el mismo tono: fraternal y contribuyendo al fortalecimiento de las organizaciones de la clase obrera.
Como respuesta a los comunicados, un sector de compañeros que pertenecen al sindicato, que han sido sancionados por organizarse en torno a sus ideas y sus puntos de vista, han dirigido un mensaje, el cual lo podemos leer de manera íntegra en su página de Facebook.
En este mensaje nuevamente denuncian una serie de irregularidades en el SME, ante las cuales existe un profundo descontento de la base electricista, la cual se expresa en la movilización convocada en el Hemiciclo a Juárez (el mismo día de la agresión a la sede del sindicato) la cual ha sido una de las mayores acciones por parte de un sector de la disidencia que refleja que el ambiente de enfadado entre un sector de los trabajadores hacia la dirección del sindicato ha ido en incremento, situación que se vio opacada por la agresión a las instalaciones del pasado 27 de septiembre.
Con algunos documentos obtenidos a través del Instituto Nacional de Acceso a la información, demuestran que la liquidación de los actuales miembros del Comité Central, y algunos de sus familiares, como parte de los acuerdos del entonces gobierno de Enrique Peña Nieto que oscilan entre 2 y 7 millones de pesos. En contraste si tomamos en cuesta una antigüedad promedio de los trabajadores de 14 años, la liquidación fue solamente de 300 mil pesos.
Por otro lado, dentro de los acuerdos entre la dirección del SME con la empresa de capital privado de origen portugués Mota Engil sólo incluyó el darle empleos 541 trabajadores, de los miles que conforman la resistencia smeíta. Los acuerdos de generación de electricidad mediante una empresa trasnacional privada contradice los discursos de la actual dirección del sindicato que habla de una nueva nacionalización de la industria eléctrica, la cual es una consigna correcta, con la cual estamos de acuerdo, pero ¿el actual Comité Central del SME se atreverá a romper su relación y compromisos con la empresa privada para producir electricidad y someter a consideración la nacionalización de los activos de la empresa portuguesa Mota Engil?
Dichos acuerdos entre la dirección del SME, el gobierno de Peña Nieto y la empresa Mota Engil incluso ha impactado en las organizaciones de usuarios de la energía eléctrica, lo cual provocó una división en la Asociación Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica (ANUEE) y dio origen a la Coordinadora Nacional de Usuarios en Resistencia (CONUR). Cuyos objetivos se enfocan a detener los abusos y los altos cobros de la Comisión Federal de Electricidad, pero también se oponen a la privatización del sector eléctrico y pretenden elevar a rango constitucional el acceso a la energía eléctrica como un derecho humano.
En un comunicado del 21 de Agosto de 2018, la CONUR explica:
Estamos convencidos de que el Proyecto de “Modernización” impulsado por el gobierno a través de la CFE, es un disfraz que tiene por objetivo crear las condiciones para privatizar el sector eléctrico, y entregar en manos privadas nacionales o extranjeras, este bien, que es propiedad de la nación”.
La respuesta obtenida ante su oposición dentro de la ANUEE, es similar en el método que la dirección del SME ha utilizado con la disidencia a lo interno del sindicato:
“La respuesta que obtuvimos a nuestra oposición al proyecto de modernización fue la descalificación política, los golpes bajos y la calumnia en las redes sociales para satanizarnos e impedir la discusión franca y democrática, pero también lo utilizaron como un ejemplo de lo que le puede suceder a quien opina diferente.
“Este proceso ha ido evolucionando, pues ya nos hemos enterado de la expulsión de varios compañeros en un juicio sumario realizado en la plenaria de la Coordinación Nacional”
La dirección del SME tiene algo que ver con ese proyecto de “Modernización” que pretende privatizar la distribución del servicio eléctrico en los hogares, los mismos compañeros de la CONUR en un escrito, publicado en nuestra página web, lo explican:
La primera diferencia fuerte surge cuando una parte de la dirección del Sindicato Mexicano de Electricistas y de algunos coordinadores de la ANUEE, nos intentaron imponer la aceptación del «PROYECTO DE “MODERNIZACIÓN” de la Comisión Federal de Electricidad, lo cual constituía un claro desacato a los acuerdos de la 10ª Asamblea Nacional de la ANUEE. Bajo el esquema neoliberal del gobierno de Enrique Peña Nieto, ésta imposición implicaba que los comités de la ANUEE tendríamos que suspender la Huelga de pagos para que los propios trabajadores del SME a través de su empresa privada instalaran el Proyecto de Modernización privatizador en nuestros territorios, siendo que la huelga de pagos era nuestra principal forma de presión para detener el avance de la privatización del sector eléctrico, además de ser una estrategia para obligar al gobierno a abrir una mesa de negociación sobre nuestro conflicto. El permitir esto traería como clara consecuencia el renunciar a la lucha por uno de nuestros objetivos más importante: evitar la privatización del sector eléctrico.
Y vuelven insistir en un método insano, burocrático, por parte de la dirección del SME para resolver las diferencias políticas, por parte no solamente de sus integrantes, sino en este caso de los integrantes de la ANUEE y que llevó a su ruptura.
Otro aspecto importante que nos llevó a separarnos de la ANUEE es que la mayoría de los integrantes de la Coordinación Nacional de la ANUEE (que curiosamente también son de la dirección del SME) tienen una perspectiva y forma de hacer política que no ayudaron al debate respetuoso, por lo que es inútil el insistir en tratar de distorsionar la realidad para justificar dichas diferencias. Jamás permitieron un debate auténticamente democrático, utilizaron métodos represivos para intentar acallarnos, violentando la autonomía de la ANUEE.
Otro aspecto que ha cuestionado un sector de la disidencia del SME, son los salarios y algunos privilegios que los integrantes del Comité Central han obtenido a partir de la conformación de la Cooperativa, con sueldos superiores a 50 mil pesos y la participación del principal dirigente sindical en el Consejo de Administración de la empresa privada “Fénix” surgida entre la asociación de Mota Engil y el SME, que en su página afirma que la alianza surge “para hacerle frente a la nueva configuración del mercado eléctrico mexicano con la implementación de la Reforma Energética”. Es decir, que con la creación de la nueva empresa se pretende incursionar en el mercado eléctrico, aceptando las reglas de la reforma privatizadora de Peña Nieto y el gran capital.
A partir de los cuestionamientos vertidos anteriormente, un sector de trabajadores del SME fueron suspendidos, amenazados, e incluso hay indicios de amenazas físicas por plantear sus puntos de vista, también fueron excluídos burocraticamente de la Cooperativa impulsada por el sindicato y se les ha impedido ser socios. El mismo método fue aplicado durante la pasada elección sindical, en la cual la dirección amedrentó y amenazó a trabajadores para verse favorecida en el proceso interno del sindicato.
El origen de la oposición a la dirección del SME dista mismo de provenir solamente de los sectores que se liquidaron o “esquiroles que traicionaron el movimiento”, como se afirma en algunos comunicados, la oposición legítima y que se desarrolla en líneas más sanas, ha cuestionado los pactos del SME con el gobierno de Peña Nieto, los negocios entre la dirección del sindicato con la empresa trasnacional Mota Engil y los privilegios que de estos se desprenden, además de los sueldos que tienen como socios cooperativistas, muy superiores a cualquier integrante de la Cooperativa y que es miembro de base del sindicato.
Estas diferencias, se han agravado a partir de métodos insanos de debate aplicados desde la propia dirección del SME, medidas burocráticas, expulsiones, amenazas, hacia todo tipo de disidencia, diferencias, preguntas o cuestionamientos.
Otro ejemplo de la forma en cómo se ha actuado para dirimir diferencias lo encontramos en la pasada elección sindical, donde integrantes de la planilla de oposición fueron golpeados cerca de las instalaciones sindicales y donde la dirección practicó toca clase de triquiñuelas para evitar un proceso democrático interno.
Hacemos un llamado a las organizaciones sindicales y políticas para reflexionar sobre lo que sucede internamente en el SME. Por su puesto que nuestra solidaridad debe estar presente con los miles de electricistas que se mantienen luchando por recuperar sus empleos, aspiramos a preservar a uno de los sindicatos más antiguos y combativos del país, rechazamos cualquier medida de violencia para dirimir diferencias, empezando por la dirección del sindicato.
Debemos ser conscientes que la actual dirección al destruir la vida democrática interna pone en riesgo al proyecto del Sindicato Mexicano de Electricistas como una alternativa del movimiento sindical democrático y como agrupación sindical misma.
La solidaridad con los trabajadores que buscan reestablecer una vida interna democrática dentro del SME, como primer paso para continuar la lucha contra la privatización de la energía eléctrica, la nacionalización de la industria eléctrica, y la recuperación del empleo también debe estar presentes en nuestro actuar.