Por: Emanuel Tomaselli
El sábado pasado renunció el gobierno austriaco, formado por el principal partido burgués, ÖVP y el ultra-derechista Partido de la Libertad (FPÖ), y anunció nuevas elecciones. En una manifestación espontánea, 10.000 personas se reunieron en Viena para celebrarlo. Este es un revés para el bloque burgués, que ha estado trabajando diligentemente en atacar a la clase trabajadora para preparar a los capitalistas para la próxima crisis.
El viernes por la noche, dos medios alemanes publicaron breves extractos de un video filmado en secreto de varias horas de duración. El video, que transcurre en Ibiza, presenta a los políticos del FPÖ, Heinz-Christian Strache y Johann Gudenus, insinuando que las corporaciones podrían conseguir una legislación favorable si hacían donaciones al partido. Strache nombró a varias corporaciones y personalidades austriacas que hacían valer sus intereses de esta manera. A pesar de la jactancia de Strache, también revela que estos donantes no solo financian a su partido, sino a «todos». Menciona al productor de armas Glock, al especulador inmobiliario René Benko y al multimillonario Heidi Horten, así como al grupo de juego Novomatic.
Además de leyes específicas, estas damas y caballeros también anticipan impuestos más bajos para los ricos. Además, Strache plantea la perspectiva de la privatización (del agua potable, por ejemplo), la entrega de parte del canal de noticias público ORF al multimillonario de Red Bull, Didi Mateschitz (que se llama a sí mismo «Red Bull Boy») y sobornos para proyectos de infraestructura pública. Habla sobre la compra de contenido de medios y periodistas, y muestra un interés particular en controlar el tabloide más grande de Austria, Kronen Zeitung.
Los dos políticos, Strache y Gudenus, están visiblemente bajo la influencia de las drogas y negocian con alguien que creen que es una rica oligarca rusa que supuestamente busca nuevas posibilidades en Austria. De hecho, es una actriz, que durante meses jugó su papel en esta farsa.
El liberalismo y la UE vs. nacionalismo y populismo
Este video ahora está siendo usado públicamente para derribar a Strache y debilitar a los «populistas» en Europa. Aquí, vemos un conflicto llevado a cabo dentro de la clase dominante, entre los capitalistas nacionalistas-demagogos por un lado y los capitalistas de orientación liberal-multilateral por el otro. El momento es obvio: este próximo fin de semana, las elecciones de la UE se llevarán a cabo, donde están en juego la funcionalidad de la Unión Europea y, con ello, la competitividad del capital europeo en la guerra comercial internacional. Los capitalistas quieren evitar una victoria electoral de Salvini, Le Pen, Strache, etc. Quieren garantizar que estas importantes posiciones políticas sean llenadas con personas que consideren dignas de confianza. Los capitalistas de Europa quieren una UE fuerte y funcional que pueda hacer valer sus intereses dentro y fuera de la UE sin hacer demasiado ruido. Como fue durante la «crisis de la deuda griega», cuando un país y su pueblo fueron sacrificados por la estabilidad de los bancos europeos. No es un secreto que este statu quo político también se defiende mediante la manipulación del «debate público». Así ha lo han declarado abiertamente la Comisión Europea y el presidente francés Macron (escrito en su carta abierta a los ciudadanos de Europa).
Mientras que Strache ahora intenta presentarse de manera unilateral como víctima de una conspiración, los medios liberales consideran al FPÖ como los únicos traidores de la nación. Muchos comentaristas internacionales (como Angela Merkel) enfatizan el peligro del populismo en general y del «lobby» ruso en particular (como el New York Times). Esto último es un argumento particularmente delicado, ya que el único aspecto ruso de la fatídica noche en Ibiza fue el vodka. Ambas interpretaciones son unilaterales y ocultan más de lo que explican. Pero juntas, pintan un cuadro un poco más cerca de la verdad. Sí, la publicación oportuna del vídeo de Ibiza sirve a intereses políticos, y sí, representan la verdad general, que es que los capitalistas y su personal político participan en intercambios de caballos constantes entre sí para servir a sus intereses y gestionar su explotación compartida de la clase obrera, a la que todos consideran con desprecio.
Oligarcas falsos vs. ejercicio regular “democrático” del poder
El Partido Conservador (ÖVP) superó el gasto de la campaña electoral legal en casi el doble (específicamente, en 6 millones de euros) en 2017, y sus fondos no son transparentes. La página web política de Blümel, un asociado del canciller (primer ministro) Sebastián Kurz, es propietaria de una cierta «Sociedad para apoyar las políticas burguesas» cuya dirección es la misma que la sede del ÖVP. ¿Para qué necesita usar construcciones legales tan complicadas? Después de todo, Blümel es el presidente del ÖVP en Viena, ¿por qué la necesidad de una «Sociedad» adicional como plataforma política?
Consideremos al periódico «independiente» Kronen Zeitung. El especulador inmobiliario René Benko ahora posee una cuarta parte de esta máquina de medios y está luchando en la corte por el control total. Benko pertenece al círculo de empresarios en torno al canciller de ÖVP, Sebastian Kurz, quien lo ayudó personalmente a conseguir un negocio altamente lucrativo en una costosa zona comercial de Viena. Kurz llamó a esto «administración orientada al servicio».
Un acontecimiento político más de la semana pasada también revela la bancarrota de la democracia burguesa. El Departamento Fiscal de la Economía y la Corrupción acusó a su propio jefe, el más alto funcionario de la Justicia de la república, Christian Pilnacek, quien es secretario general en el Ministerio de Justicia en manos del ÖVP. Pilnacek está acusado de impedir una investigación de corrupción de larga duración en torno a una compra de armas que ocurrió durante el último gobierno del ÖVP / Partido de la Libertad en 2002. ¿Dónde está el clamor liberal contra la corrupción en este caso? ¿Por qué el canciller Kurz está preocupado por la independencia del poder judicial y la policía en el caso de las cintas de Ibiza, pero al mismo tiempo protege a este funcionario de justicia de alto rango cercano al ÖVP?
La lista de la hipocresía es interminable y sólo lleva a una conclusión: Kurz es como Strache, pero con un poder real en el aparato estatal, con una influencia real en los medios y con un apoyo real de los capitalistas, a diferencia de los aspirantes del Partido de la Libertad. El asunto del vídeo de Ibiza no muestra el poder del Partido de la Libertad, sino su impotencia en los círculos de la élite, y su incompetencia. Su conexión con los capitalistas es más débil. La política real, en aras de la estabilidad y los beneficios para el sistema capitalista, se organiza a través del ÖVP.
Maniobras en beneficio del sistema capitalista
No está claro por qué los estrategas europeos liberales (cuyo principal beneficiario es Alemania) eligieron a Austria para dar ejemplo. Pero objetivamente, Austria todavía tiene espacio para mejorar la situación general del capital europeo.
Por un lado, está la afinidad rusa de Austria. Solo esta semana, el presidente «verde» de Austria, Alexander Van der Bellen, le aseguró al presidente ruso Putin que continuaría su colaboración. Para ser más exactos, el presidente Van der Bellen habló en contra de las sanciones de la UE contra Rusia y a favor del proyecto de gasoducto Nord Stream 2. Después de todo, el grupo bancario más importante de Austria, el banco Raiffeisen, obtiene el 40 por ciento de sus ganancias en Rusia y el mercado de exportación a Rusia está en auge, a pesar de las sanciones de la UE. La empresa austriaca de petróleo y gas OMV está invirtiendo financieramente en el oleoducto Nord Stream 2. Pero Alemania está en contra de este gasoducto y está molesta por la obstinación del gobierno de Kurz en este asunto. Además, el servicio secreto de Austria ha sido separado internacionalmente de Occidente durante unos meses, porque es visto como una puerta abierta para las agencias secretas de Putin.
Además, el ÖVP sigue siendo un partido burgués estable que puede ser «mejorado» en interés del capital europeo (alemán) sin sumir a Austria en una profunda crisis política. Al mismo tiempo, la socialdemocracia austriaca (SPÖ) está debidamente dispuesta a resolver cualquier crisis en nombre de la «estabilidad» y la «razón». En Italia, Hungría, Rumania y Polonia no existe tal opción para los capitalistas; en todos estos países, los capitalistas tienen que gobernar con y por medio de los llamados populistas. Gran Bretaña ya está perdida. El presidente de la comisión de la UE, Juncker, dijo que fue uno de sus mayores errores no haber intervenido en la debacle del Brexit de manera más decisiva. Aparentemente, la elite ha aprendido del caos británico y ahora actúa de manera más proactiva.
Luego está la cultura política específica en Austria que siempre oscila entre las fantasías de grandeza y un complejo de inferioridad, particularmente hacia nuestros vecinos alemanes. En los últimos años, Sebastian Kurz trató de pisarle los dedos de los pies a Angela Merkel cuando hablaba en programas de entrevistas o en reuniones conservadoras bávaras. El gobierno alemán reiteró sus irritaciones y le dijo que detuviera estos juegos. La presión internacional jugó un papel importante en la decisión de Kurz de convocar nuevas elecciones después de la revelación de los vídeos de Ibiza.
Por último, no debemos olvidarnos del papel del individuo. No hay que ser un experto para darse cuenta de que Strache y cía. están completamente abiertos a la influencia del dinero, del poder y de la seducción (el video muestra a Strache comentando repetidamente sobre la falsa oligarca rusa: «Maldita sea, es sexy»). Cuando Strache comenzó a sospechar una trampa (debido a que las uñas de los pies de la actriz-oligarca no estaban bien cuidadas, como corresponde a una dama rica), su compinche político, Gudenus, le aseguró: «Esto no es una trampa». Así, Strache continuó vertiendo historias, una víctima perfecta de la trama.
La estrategia de Kurz: huida hacia adelante
Nos dicen que Kurz recibió una advertencia antes de que todos los demás se enteraran del video en las noticias. Su primera idea fue continuar con el gobierno de coalición, mientras se cambiaban algunos ministros. Sin embargo, el Partido de la Libertad se negó a sacrificar a su jefe teórico y Ministro del Interior, Herbert Kickl. El hecho de que se fuera, habría dividido el partido, aunque hubiera sido la solución preferida para la burguesía. La Federación de Industrias de Austria ya había aprobado públicamente este procedimiento. Habría sido un juego fácil para Kurz, que básicamente podría haber gobernado como una administración de un solo partido.
Pero como este golpe fue rechazado por el FPÖ, Kurz comenzó a trabajar en su discurso de reelección. Se presentó a sí mismo como una víctima sufrida por los innumerables «casos aislados» de entuertos racistas y fascistas del FPÖ. Pero para continuar con la asombrosa historia de éxito de su línea política (es decir, de ataques a los trabajadores), dijo que ahora elegiría el camino de las elecciones. En el mismo discurso, hizo un llamamiento a los votantes para que le den más apoyo. Dijo que no podía gobernar con el Partido de la Libertad «de hoy», ni con la socialdemocracia con su «enfoque político diferente» ni tampoco con otros partidos (como el neoliberal NEOS), porque son demasiado pequeños. Al mismo tiempo, habló sobre la protección contra la migración, las próximas reducciones de impuestos y usó un codificado lenguaje antisemita mientras atacaba a los socialdemócratas.
Kurz está en el curso de reorganizar el bloque burgués. Su plan es aumentar sus votos y hacer arreglos para que un grupo como el neoliberal NEOS le provea de una mayoría y así continuar su ataque contra los derechos de los trabajadores y el Estado del Bienestar.
Los socialdemócratas podrían hundir a Kurz
Una oposición seria podría ahora exponer todas las contradicciones manifiestas dentro del gobierno y del aparato estatal y debilitar enormemente a los principales partidos burgueses, el FPÖ y el ÖVP. Para ello, deben dirigir el debate público hacia la evidente hipocresía de ambos.
Pero incluso esta cuestión puramente democrática es demasiado para la dirección del SPÖ. No exigieron nuevas elecciones, sino que esperaron durante horas y horas hasta que Kurz lo planteó primero. Sus acusaciones estaban dirigidas exclusivamente al FPÖ e incluso entonces, no lo atacaron con argumentos políticos, sino que simplemente llevaron el caso al Departamento Fiscal de la Economía y la Corrupción, ¡el mismo departamento que acusó a su propio jefe de corrupción en interés del Partido Conservador esta misma semana!
Mientras decenas de miles de personas celebraron y se manifestaron en las calles después de la desaparición de Strache, los líderes del SPÖ no lograron conectar con este estado de ánimo para acabar con este gobierno anti-obrero. Sólo esperan incorporarse a un futuro gobierno en las próximas elecciones. Esto está en línea con su orientación general hacia la «colaboración social» y el aparato estatal. Incluso después de que Kurz se negara a cooperar con el SPÖ en su discurso de anuncio electoral, la presidenta del SPÖ, Pamela Rendi-Wagner, se mantuvo firmemente en esta idea.
Si esto continúa, la caída de Strache se convertirá en una victoria pírrica. Solo terminará en el fortalecimiento de Kurz y del partido neoliberal NEOS y también en la estabilización del Partido de la Libertad. La orientación de la dirección del SPÖ se prepara directamente para un segundo gobierno de Kurz y, como tal, para un gobierno de recortes y ataques a los derechos sociales y democráticos. La indignación liberal se desvanecerá y la clase obrera quedará indefensa ante el bloque burgués reorganizado.
Pero esto no es inevitable. El conflicto político en curso es una lucha entre facciones burguesas que están reorganizando su poder entre ellas. Lo que necesitamos es una ofensiva de la clase trabajadora sobre la base de los problemas sociales y de la lucha de clases, en lugar de participar en el aparato estatal capitalista corrupto. Las nuevas elecciones sólo cambiarán el status quo si se puede impulsar un nuevo programa dentro del movimiento obrero. Esto sólo es posible oponiéndose abiertamente a la dirección del SPÖ.
¡El control democrático y la expropiación están a la orden del día!
Por lo tanto, es tarea de la izquierda utilizar esta crisis de la burguesía para lanzar una lucha ofensiva con la orientación correcta. De esta manera, podemos debilitar al capitalismo y su ejercicio del poder a través del Estado. Dentro de las primeras horas de la crisis del gobierno, vimos que la Juventud Socialista (JS) estaba en condiciones de hacer precisamente eso. La JS, junto con otras organizaciones juveniles del SPÖ, convocó una manifestación frente a la Oficina del Canciller y 10.000 personas siguieron este llamamiento espontáneo. La líder de la JS, Julia Herr, recibió un aplauso entusiasta. Su discurso señaló los siguientes puntos:
“¡No a un gobierno que se pueda comprar! ¡Ni ÖVP ni FPÖ! Los ricos te dan dinero y tú tienes que cumplir. Tus donantes querían la jornada laboral de 12 horas, ¡la estás aplicando! Tus donantes querían destruir el seguro de salud para que las compañías de seguros privadas puedan obtener ganancias. Tú cumpliste. ¡Tus donantes querían impuestos bajos a las ganancias, vosotros cumplís ¡y por eso queréis bajar los impuestos! ”
Esta es, en abstracto, una posición correcta. Pero, ¿qué significa, concretamente, luchar contra un gobierno que se puede comprar? No es suficiente decir lo correcto, ahora es el momento de comenzar una campaña lo más grande posible para luchar contra el status quo.
La primera tarea es argumentar abiertamente por el derrocamiento del gobierno. En la situación actual, esto se puede hacer incluso a través del parlamento. El Partido de la Libertad insinuó que podrían apoyar una moción de censura contra Kurz, porque todos sus ministros fueron obligados a renunciar. Tal moción de censura fue anunciada, no por el SPÖ ¡sino por una escisión del Partido Verde llamada «Jetzt!» (¡Ahora!). ¿Apoyará el SPÖ esta votación? Solo si son obligados a hacerlo por los acontecimientos. La dirigente de la JS, Julia Herr, tiene la responsabilidad de tomar medidas concretas en la lucha contra el gobierno del ÖVP / FPÖ, por lo que ella y la JS defienden. Ella debería exigir lo siguiente: derribar a Kurz apoyando la moción de censura.
Con esto, Kurz sería el canciller más breve en la historia de Austria, y esto es exactamente lo que queremos.
Esto podría servir como un giro de 180 ° y también en los temas medioambientales, y podría superar la ideología divisoria del racismo. ¡Revirtamos todas las contrarreformas!
- • Deshacer la jornada laboral de 12 horas.
• Control total del seguro social y de salud por parte del asegurado en lugar de los representantes de los capitalistas.
• Revertir los recortes en el ingreso básico para los pobres y enfermos.
• Contra la división racista de la clase trabajadora y contra el fortalecimiento de la represión: revertir la prohibición del velo en los jardines de infancia, la unidad policial montada y el uso de balas de punta hueca.
Ahora es necesario probar concretamente a los partidos de la oposición, incluido el SPÖ, en su reacción a estas demandas. Los líderes sindicales tienen ahora una oportunidad histórica de cumplir su promesa del año pasado de iniciar una campaña masiva para reintroducir la jornada laboral de 8 horas. El hecho de que el jefe de la industria metalúrgica, Collini, ya anunció que quería cancelar la ronda de negociación colectiva este otoño, es razón suficiente para entrar en una ofensiva fuerte. Esto puede y debe ser exigido por los miembros del sindicato, los delegados sindicales y los dirigentes sindicales.
¡Por un programa socialista!
¿Cómo podemos asegurarnos de que los capitalistas no compren a un futuro gobierno de izquierda? Después de todo, las leyes de transparencia de las finanzas de los partidos y las leyes anticorrupción obviamente no funcionan.
El control democrático solo es posible si las prácticas financieras de los capitalistas se abren sin restricciones al público. ¡Que se abran los libros de cuentas! Los capitalistas mencionados en el vídeo de Ibiza son sólo la punta del iceberg. Sabemos que el gran capital, como el Raiffeisen bank y cía., tiene a los políticos en sus bolsillos. No confiamos en el «poder judicial», que cubre a los poderosos y solo persigue a corruptos y borrachos de tres al cuarto. Queremos delegados sindicales, sindicatos y activistas no sólo para tener acceso a los libros de cuentas y penetrar en los juegos de poder de los capitalistas, también queremos informar de esto a la opinión pública. Queremos saber con seguridad quiénes son los compradores del poder político y de sus políticas, y defendemos su total expropiación sin compensación, bajo el control de los trabajadores y de la sociedad.
- • ¡Abajo el bloque burgués!
• ¡Por una campaña de masas para revertir todos los recortes!
• ¡Abrir los libros de los capitalistas!
• ¡Por la expropiación sin compensación de todas las corporaciones y capitalistas que compraron políticos!
• No hay que esperar a una nueva elección – ¡luchar ahora!