Escrito por: Fanny Casillas
Desde la llanura, miran los hombres las montañas cuyas cumbres exploran el cielo; como impulsos terrestres que pretenden la unión con el cielo, se trata de la cultura binizá (gente de nubes) que se remonta a la cosmogonía de haber nacido con la habilidad de convertirse en aves y cohabitar las nubes. De su cosmovisión hay mucho sobre el apego de la sociedad binizá con la naturaleza y otras culturas, ya que se consideraban hijos de los dioses y por ende todo lo que estos creaban eran sus hermanos y/o familiares, de ahí el origen de la palabra Guendalizá (parentesco, amistad y vecindad)
En síntesis, Guelaguetza significa el ánimo de ayudarse entre sí en la certeza de que todas las alegrías y todas las desventuras pueden ser en un momento dado propias o colectivas. En 1932 se celebró por primera vez una guelaguetza de forma oficial por mandato gubernamental usando una tradición de los pueblos originarios en donde lejos de que las diferencias culturales les separaran eran estás motivo de acercarles a compartir y unificar. Desde entonces hasta la fecha la guelaguetza ha sido motín de gachupines para la elitización de la cultura despojando a los pueblos originarios de sus propias tradiciones y costumbres, por ejemplo anteriormente se formaban comités por las regiones que se encargaban de la logística de los bailes, vestimenta, comida y artesanías que se llevaban a la guelaguetza pero poco a poco fue reemplazado por prestigiosas compañías de danza sin dejar atrás la mano de los Harp Helú en ramos como la música.
El año 2006 fue el punto de inflexión entre la sociedad oaxaqueña contra la desbandada del PRI que durante más de 70 años estuvo de planta atropellando derechos de campesinos, obreros, maestros y jóvenes. La batalla de la Asamblea popular de los pueblos de Oaxaca (APPO) y Ulises Ruiz tuvo durante meses la toma de la ciudad de Oaxaca y sus principales municipios a manos de la APPO, en donde no solo se adueñaron de un sin fin de medios de comunicación, la toma de diferentes edificios de gobierno incluso la implementación de su propio cuerpo de seguridad sino que también recuperaron aquella tradición que habría arrebatada por el capital: la guelaguetza.
Fue en este año donde se llevo a cabo la primer guelaguetza popular y magisterial que tiene una duración de tres días: un convite, calenda y la guelaguetza, es en el convite y calenda que pese el largo trayecto que se recorre vale la pena ya que se visitan cada uno de los barrios de la ciudad de Oaxaca en donde estuvieron las barricadas en la insurgencia del 2006, acompañados de banda, trajes típicos de cada región, fandangos, marmotas, monotes y protestas van cada delegación de la sección XXII del magisterio disidente, en donde no falta la asistencia del pueblo digno oaxaqueño. 10 años después de este capítulo que protagonizó el pueblo de Cocijo y Donají, en puerta se vislumbra una reforma que de educativa no tiene nada, en cambio, es una reforma laboral, punitiva y que ha costado la vida de 8 compañeros en Nochixtlán sin contar el sinfín de agresiones individuales y colectivas.
Pese a la tragedia del asesinato de los camaradas en Nochixtlán se llevo a cabo la guelaguetza magisterial, que tuvo un tono de protesta más marcado que en los anteriores años, se podían ver en la calenda y convite mantas exigiendo la libertad de los presos políticos de la sección XXII, y de otras organizaciones que su único delito fue haber luchado abiertamente contra la imposición del estado.
A la llegada del zócalo de Oaxaca se entonó de manera significativa venceremos con los puños en alto y se escapaban voces de maestros y padres de familia reafirmando que la reforma educativa no pasaría. El lunes 25 de julio al rededor de las 10 de la mañana comenzaron los comicios con bailables por regiones, el intercambio de artesanías y al término, cada región regalaba a los asistentes algo característico de sus lugares de origen. Fueron las palabras de la maestra a cargo de llevar la guelaguetza quien conmovió a todos cuando al grito de ¡Venceremos! , dijo, “La Guelaguetza nos da identidad, si el Estado ya nos robó la libertad, que no nos roben también las ganas de vivir.” Se sobre entendió que de nueva cuenta lejos que la sección XXII organizará una fiesta en medio de un marco de resistencia, opto por dar una batalla como desde hace diez años se ha hecho, regresando a los oaxaqueños sus tradiciones y llenando estas de contenido de clase, que promueve la fraternidad y solidaridad entre regiones como solo la clase trabajadora puede hacerlo.
Las batallas próximas serán determinantes, le apostamos a la victoria del magisterio y tal como hemos dicho ¡Juntos y Organizados, Venceremos!