El debate público de las elecciones 2024 ha iniciado, las expresiones políticas de oposición han presentado las primeras cartas presidenciales, lo cual ha generado un intenso debate entre las organizaciones de izquierda. ¿Son legítimos los comicios electorales? ¿Boicot o no boicot al proceso electoral? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que se hacen dentro de los sectores del movimiento organizado.
Para los marxistas las elecciones en el marco del régimen burgués son tan importantes como cualquier otro espacio de participación política, en la que mínimamente se le permita a la clase obrera, y a su expresión política más radical, el sector comunista, participar en ella. Como bien lo describió el Manifiesto Comunista y otros textos marxistas, las elecciones son solamente un medio para el fin, y no el fin en sí mismo. Nuestro objetivo, en primer lugar, es lograr la organización del pueblo trabajador, elevar su identidad de clase; en segundo lugar, exponer nuestro programa ante las masas de trabajadores; y en tercer lugar, desenmascarar la farsa de cada proceso electoral, en el que siempre se nos dice que es la máxima expresión de la democracia, pero en realidad solo es un simple proceso en el que algunas veces se respetan las reglas mínimas, y en otras, como es el caso del 2024, ni una de estas, aunque inicialmente esto no sea visible para las masas de trabajadores y solo puedan percibirlo a través de la experiencia propia.
¿Participar o no en las elecciones?
Participar o no en la etapa actual de los comunistas en El Salvador no está en debate. Si bien es cierto aun no tenemos la fuerza necesaria para presentar una candidatura revolucionaria independiente, no significa que no podamos participar, debemos agitar en medio de este proceso proponiendo nuestro programa, y si fuera posible apoyando un candidato del movimiento obrero. La táctica del boicot se vuelve ineficaz, cuando no se posee la fuerza para sustituir el proceso al que se quiere boicotear, es decir si boicoteamos algo es porque tenemos con qué sustituirlo, analicemos nuestro proceso específico y definamos si esta táctica es la adecuada.
Empecemos por el actual estado de la clase obrera, está de más decir que el presidente Bukele, legal o ilegalmente se hará del triunfo electoral. Los márgenes de aprobación del régimen siguen siendo elevados, sea como sea, la clase obrera aun tiene altas inspiraciones sobre el régimen de Bukele. Esto es uno de los elementos principales a considerar para decidir nuestra táctica, por otro lado, no hay un movimiento o partido capaz de organizar el boicot y sustituirlo por otro proceso en favor de la clase obrera y a menos de un año, a excepción de que la situación cambie radicalmente en favor de la oposición de izquierda, no hay perspectiva para construirlo.
Por lo tanto, al menos para los marxistas, la tarea debe ser participar en la medida de lo que se puede en las elecciones, con nuestras ideas y programa revolucionario hasta donde podamos llegar, denunciar las irregularidades del régimen, y los vicios de los procesos electorales del sistema burgués exponerlos frente a las masas, algunos han hecho debate sobre la legitimidad de las elecciones, pero deberemos saber que ningún proceso electoral bajo el sistema capitalista puede ser legítimo, el Estado está a favor de la clase dominante, lo único que lo puede vencer y dar legitimidad es la participación activa del pueblo, así lo ha demostrado la historia, a nivel nacional e internacional. Los marxistas revolucionarios no podemos ni debemos pedir legitimidad que venga del sistema burgués, esto es realmente contradictorio.
Para reforzar nuestra postura, traeremos el debate que surgió entre los bolcheviques previo a la revolución rusa de 1917, perdonennos las amplias citas, pero creemos necesario dejar clara nuestra postura ante los actuales sucesos y eso solo se puede lograr extendiéndonos en explicaciones y ejemplos de la historia del proletariado en su lucha por el poder. A continuación lo que planteó Lenin sobre el boicot y los comentarios de Trotsky sobre el mismo tema.
“El boicot de los bolcheviques al ‘parlamento’ en 1905 enriqueció al proletariado revolucionario con una experiencia política extraordinariamente preciosa, mostrando que en la combinación de las formas legales e ilegales, parlamentarias y extraparlamentarias de lucha es, a veces, conveniente y hasta obligado saber renunciar a las formas parlamentarias. Pero transportar ciegamente, por simple imitación, sin un espíritu crítico, esta experiencia a otras condiciones, a otra situación, es el mayor de los errores. Lo que constituyó ya un error, aunque no grande y fácilmente corregible, fue el boicot de los bolcheviques a la Duma de 1906.
“Fueron errores mucho más serios y difícilmente reparables los boicots de 1907, 1908 y años sucesivos, pues, por una parte, no había que esperar que volviera a levantarse con mucha rapidez la ola revolucionaria y se transformara en insurrección y, por otra, el conjunto de la situación histórica creada por la renovación de la monarquía burguesa dictaba la necesidad de combinar el trabajo legal con el ilegal”.
Trotsky planteó el mismo punto: “El boicot es una declaración de abierta guerra contra el antiguo Gobierno, un ataque directo contra él. A menos de un amplio resurgir revolucionario… no hay que contar con el éxito del boicot’. Mucho más tarde, en 1920, Lenin escribió: ‘Fue un error… para los bolcheviques haber boicoteado la Duma en 1906’. Fue un error, porque después de la derrota de diciembre era imposible esperar una ofensiva revolucionaria en el futuro inmediato; por consiguiente, no tenía sentido despreciar una tribuna como la Duma para movilizar las filas de la revolución”.
Los comicios del 2024
Por ahora hay tres fórmulas presidenciales, la del régimen, la de la “sociedad civil” -realmente la derecha representada por Nuestro Tiempo-, y la del FMLN. En el caso de la candidatura presidencial del FMLN, deberemos evaluar su programa político y las alianzas que estos planteen, solo esto nos podrá definir que tan beneficioso es para la clase obrera sus propuestas, pero dejamos claro que lo que actualmente se necesita es una candidatura independiente de todas las expresiones burguesas y un programa revolucionario por el socialismo, para los revolucionarios no hay otro camino más que este. Aunque no tenemos muchas ilusiones, vale la pena esperar para analizar el programa del FMLN y definir nuestra táctica respecto a las cartas presidenciales y legislativas.
En la situación política, ¿cuál debe ser la tarea central de los marxista revolucionarios? Debemos tener claro que por ahora, ninguna de las propuestas presidenciales están conectadas con los intereses de la clase obrera. Tenemos la del régimen que conduce sin duda a una mayor explotación y opresión a las clases trabajadoras, basta con mencionar su deuda con el empleo, mejores salarios y la arremetida contra los derechos conquistados para rechazar rotundamente la propuesta del régimen. Por otro lado, está la candidatura de la derecha moderada, representada en NT, que sin duda, llamarán a la lucha por la democracia burguesa, por la libertad burguesa, esto no puede conducir más que a una lucha por un tipo de democracia que solo les conviene a los grandes capitalistas. O sea un régimen burgués, pero sin Bukele. En la misma sintonía ha estado el programa de la dirección actual del FMLN, viniendo de Oscar Ortiz un socialdemócrata de derecha, actual coordinador general del FMLN, no se puede esperar más.
La construcción del partido de la revolución socialista
Hoy más que nunca, en medio de la gran crisis internacional del capital y del callejón sin salida al que nos conduce este sistema inhumano, no hay otra tarea que la construcción del partido de la revolución socialista. La tarea está planteada, pero ¿cómo lo logramos? Como BPJ, desde hace muchos años, hemos enfocado todos nuestros esfuerzos en la construcción del partido revolucionario de la clase obrera.
En estos años hemos aprendido a través de la teoría y la experiencia propia que el partido de la clase obrera no se construye al margen del movimiento obrero, de sus luchas, de sus éxitos, crisis y fracasos. Por ahora, el proletariado más consciente de la clase obrera en El Salvador, ha pasado por la amarga experiencia de los procesos electorales burgueses, a partir de esto ha devenido en una profunda crisis, se encuentra dividido, atomizado y marginado.
De ahí que nuestra tarea sea, principalmente, la de reagrupar las fuerzas del proletariado, educar a la juventud con las lecciones del pasado, construir una capa de cuadros en la teoría y en la práctica de la mano de las ideas del marxismo revolucionario para enfrentar las grandes batallas del futuro. Nuestra tarea debe ser participar en los espacios que se abran alrededor de estos comicios electorales para llegar con nuestras ideas a la juventud, cooptar a la juventud más radicalizada y organizarla en nuestras filas. Este objetivo, no precisa en lo absoluto de un apoyo condicional de las cartas presidenciales, no es la primera vez en la que no sentamos posición por uno u otro candidato, así han sido en los comicios electorales desde el 2018. Nuestro objetivo no son las elecciones, nuestro objetivo es formar la capa de cuadros, tener los medios y los efectivos que conducirán la lucha por derrocar el capitalismo en El Salvador y sin duda cada espacio que se abra cuenta, incluyendo las pequeñas libertades políticas que pueda abrir el régimen en la actualidad.
Hacemos un llamado a la juventud que hoy mismo se encuentra en la miseria, ante un futuro incierto donde ninguno de los derechos fundamentales como educación de calidad, empleos, salarios dignos, vivienda y salud se estan garantizando, por el contrario, el régimen burgués de Bukele con su política en favor de los grandes empresarios sólo profundiza las desigualdades y prepara las condiciones para una mayor precarización de las condiciones de vida de la juventud. La única forma de acabar con este camino incierto es concluyendo que no solo es tal o cual gobierno que se instaure en este sistema, sino el sistema mismo, que está podrido por todos lados, ya sea en América Latina o en otras latitudes a nivel internacional. Si quieres comprender cómo funciona el sistema, si te atrae un tipo de sociedad sin opresión y explotación y si estás interesado en luchar contra la podredumbre del sistema actual, deberías unirte a nuestra lucha. Nosotros te garantizamos que en nuestras filas comprenderás como funciona el sistema actual, que herramientas necesitamos para emprender la lucha contra este sistema inhumano e injusto y cómo construir una sociedad diferente. Únete a nuestra organización revolucionaria y construyamos una alternativa independiente, una alternativa desde la clase obrera explotada contra las expresiones reaccionarias de la clase dominante.
Para luchar contra el régimen de Bukele y contra el sistema capitalista, la lucha revolucionaria por el socialismo, por nuestras vidas y por nuestro planeta: únete a nuestra lucha y a nuestras tareas. Como dijo Trotsky: “Épocas reaccionarias como la actual, no sólo debilitan y desintegran a la clase obrera aislándola de su vanguardia, sino que también rebajan el nivel ideológico general del movimiento, rechazando hacia atrás el pensamiento político, hasta etapas ya superadas desde hace mucho tiempo. En estas condiciones la tarea de la vanguardia consiste, ante todo, en no dejarse sugestionar por el reflujo general: es necesario avanzar contra la corriente. Si las desfavorables relaciones de fuerzas no permiten conservar las antiguas posiciones políticas, por lo menos hay que conservar las posiciones ideológicas, pues la experiencia tan cara del pasado se ha concentrado en ellas. Ante los ojos de los mentecatos, tal política aparece como «sectaria». En realidad no hace más que preparar un salto gigantesco hacia adelante impulsada por la oleada ascendente del nuevo periodo histórico”.