A pocas semanas de llegar las fechas en las que en México se celebra el proceso de independencia, la comunidad estudiantil de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM comenzó a organizarse para la realización de una kermés que se realizaría el 14 de septiembre. Para muchos estudiantes, un simple evento para distraerse de las tareas escolares y de los problemas que aquejan a la facultad no es precisamente gran cosa, al contrario, era un evento que muchos esperaban.
Las autoridades no han compartido la misma opinión, y con una rapidez inusualmente rápida, contactaron a la compañera organizadora para decirle que cancelara el evento so pena de proceder legalmente contra ella. Reiteramos el carácter inusual de la rapidez con la que las autoridades tomaron cartas en el asunto, ya que han sido conocidas por su lentitud e ineficiencia para resolver cuestiones como las denuncias por violencia de género o la asignación de presupuestos para las prácticas de campo de los compañeros de Antropología, para las actividades deportivas o para el material higiénico.
Lo que tenemos en frente —una situación de simultanea criminalización de una compañera de la facultad y de abandono fácticamente total de la atención de los demás problemas que aquejan a la comunidad estudiantil— es una demostración sencilla pero muy descarada del verdadero carácter de la burocracia universitaria en su conjunto, es decir, una corporación gerontocrática, represiva e inútil que cumple a la perfección su papel como superestructura del capital.
Para proceder legalmente si son buenos en dirección, pero no lo son para garantizar la educación pública y gratuita —al hacer de las prácticas profesionales un privilegio de quien pueda pagarlas—, ni para garantizar que la facultad sea un espacio seguro y libre de violencia, o ya por lo menos higiénico. Como estudiantes, no estamos dispuestos a seguir tolerando estas condiciones mientras la burocracia dorada cobra sus enormes sueldos. Por eso nos organizamos en asamblea el pasado jueves 1 de septiembre, asamblea en la que se acordó tomar dirección y darle forma a un programa que contuviese todas nuestras demandas.
Durante la toma de dirección procedimos también a la toma de biblioteca, espacio que necesitamos para poder estudiar y hacer nuestras tareas, pero que de manera —casi— inexplicable seguía cerrado. No fue necesario ningún tipo de fuerza para tomar la biblioteca, pues esta nos fue abierta por los propios trabajadores al inspirador grito de ¡Unidad de los Trabajadores, de los Estudiantes, y los Profesores!
En el dialogo subsecuente, nos dijeron que como personal bibliotecario han sido acusados por la dirección de saquear el acervo bibliográfico al tiempo que les hacen trabajar a marchas forzadas para inventariar y acomodar los libros. Así mismo, reportaron que personal enviado desde dirección ha estado sacando cajas enteras de libros sin que los bibliotecarios puedan revisarlas. ¿Quién es responsable, entonces, del saqueo de nuestro acervo cultural?
Por otro lado, los trabajadores del laboratorio de cómputo, adjunto a la biblioteca, declararon que por órdenes de dirección el laboratorio permanecía cerrado y, por lo mismo, sin servicio de fotocopiado gratuito, excusándose los directivos con el pretexto de que los estudiantes “no necesitamos” ese espacio dada su supuesta obsolescencia.
Desde entonces, la dirección ha estado tomada y se realizó un pliego petitorio, que tiene por algunos de sus puntos:
- Reapertura inmediata y sin revocabilidad de la biblioteca y del laboratorio de cómputo, y de los servicios que en estos espacios se ofrecen
- Presupuesto total para las prácticas de campo de los compañeros de Antropología
- Enfermería eficiente y con servicios psicológicos de calidad
- Material higiénico y agua corriente constante en los sanitarios
- Reactivación inmediata de la Unidad de Género y agilización de la atención a las denuncias
- Presupuesto para el deporte
- Senderos peatonales de calidad
- Respeto a las actividades programadas para el 14 de septiembre
- No tomar medidas punitivas contra ningún estudiante que haya participado en la movilización
Se le citó a la directora de la facultad a diálogo público el lunes 5 de septiembre, y para ese mismo día a las 13:30 horas se programó una asamblea general. No debemos aceptarle nada a dirección que no sea la realización completa de este pliego petitorio, pues no hay en él ni una sola demanda ilegítima.
No podemos desaprovechar la oportunidad que nos ha brindado el regreso a la presencialidad, debemos atender las demandas de los trabajadores y hacer caso a sus llamados de unidad, solamente de ese modo no podremos ser vencidos. En ningún momento podemos permitir que dirección se sienta cómoda, pues en cuanto eso pase se quedarán esperando a que caigamos en la desmovilización y no harán nada. Precisamente por eso no podemos dejar de participar, no debemos dejar de asistir a las asambleas ni dejar de vigilar las acciones de dirección.
¡No nos desmovilicemos, con la acción audaz y unida de estudiantes, trabajadores y profesores vamos a vencer!