Escrito por Iván Soto
Hoy Televisa es la empresa de telecomunicaciones más importante de México, llegando a ser la segunda más grande en América Latina (detrás de Grupo Globo del Brasil). Su alcance abarca la producción de contenidos en TV, radio, cine, medios digitales e impresos además de su distribución. También incluye la propiedad de estudios de televisión, cine, radio e imprentas y equipo de transmisión en todo el país y tiene en propiedad empresas de TV por cable, producción de DVD’s, casinos (Playcity), loterías (Lotto), líneas aéreas (Volaris), etc. Ante estos hechos se podría pensar en Televisa como una pujante y saludable empresa que genera empleos, infraestructura y es un elemento de desarrollo, pero este no es el caso.
Antecedentes
A mediados del siglo XX el PRI ejercía un dominio hegemónico, demagógicamente sustentado en el prestigio y las tradiciones de la Revolución Mexicana de 1910. Como sabemos las burguesías de los países (ex ó semi) coloniales o con un desarrollo capitalista atrasado, tienen la característica de estar íntimamente ligados a los latifundios y al capital extranjero. En el caso de Televisa, estaba directamente ligada al régimen por su función estratégica de comunicación, por lo que se apoyaron mutuamente, apuntalándose uno al otro.
Esta característica de dependencia puede explicar la pereza y la cobardía, es decir, las hace especialmente conservadoras, harán lo posible para continuar con sus ingresos excepcionales sin mover un dedo, sin arriesgar invirtiendo o impulsando nuevas industrias o tecnologías. Así Televisa se comportó desde su fundación hasta el día de hoy, reaccionado lentamente a los cambios tecnológicos y financieros, incluso desde un punto de vista burgués.
Relación Gobierno – Televisa
Hoy en día el gobierno no es el mismo de hace 60 años, han alternado gobiernos del PAN, las ganancias de la Revolución de 1910 se han perdido, pero Televisa sigue siendo el puntal de comunicación del régimen burgués, y este papel se manifiesta claramente por financiamiento directo que recibe del gobierno federal. En los años 2013-2014 Televisa recibió alrededor de 20,000 millones de pesos por conceptos de publicidad y promoción en sus noticieros. Estamos hablando de más menos el 40-50% de ingresos anuales totales de esta empresa parasitaria, reitero, las conductas parasitarias y perezosas persisten.
Problemas económicos
A pesar de este “subsidio”, Televisa empieza a resentir los efectos de la crisis actual del capitalismo, donde por una parte los grandes capitales internacionales (Slim, Netflix, etc.) empiezan a competir los mercados que Televisa siempre disfrutó y por otra el internet y su capacidad flexible de ofrecer contenidos a la carta. Ambos factores están sometiendo a Televisa a una dura prueba, donde ha visto disminuidas sus ganancias hasta en un 84% ( 3er trimestre de 2016 con relación a 2015). Las malas noticias no se quedan ahí, ha habido pérdidas en la bolsa de valores, en sus ingresos de publicidad, en sus ventas de TV por cable, etc. Esta crisis no es exclusiva de Televisa, otras empresas con el mismo giro en México y EU tienen una tendencia a la baja. Las pérdidas pueden tener su explicación en el sistema financiero y en los casinos que son las bolsas de valores, pero la administración de los negocios de la burguesía no nos ocupa en este momento.
El significado de la crisis
¿Qué es lo que nos interesa de este asunto? No el cambio de programas, presentadores y reducción de trabajadores en un 20-30%, pues en sí mismo no es importante como hecho sino como un síntoma más del agotamiento del sistema capitalista, donde Televisa ha jugado un papel importante en la propagación de la ideología de la clase dominante. Aclaremos esto último:
“Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas”. [La ideología alemana, Marx y Engels]
Entonces Televisa no es quien acuña esta ideología, está incapacitada de hacer algo tan complejo, sólo expresa estas ideas a través de imágenes enfermas y decadentes de la realidad, es decir, la la realidad que ha construido el sistema capitalista en el mundo y esa ideología, este sistema de valores es el que está llegando al punto del agotamiento.
Por un lado los gobiernos se apoyan cada vez más en los medios masivos para mantenerse en el poder, mientras los medios recurren cada vez más a formas extremas y ridículas de control ideológico: la repetición infinita y la propaganda “oculta” en las noticieros y novelas. Y por el otro lado hay indicadores que muestran que existe una fuerte tendencia entre la juventud (de menos de 29 años) a optar por medios de información diferentes a la TV y que las audiencias de los noticieros están decreciendo, es decir, Televisa y las otras televisoras cargan un profundo descrédito frente a las masas. La prueba de esto son la inefectividad de las campañas en cada golpe que sufrimos (fraudes electorales, Ayotzinapa, reforma educativa, gazolinazo) y aun así las masas se han comenzado a movilizar y organizar.
La gran influencia de los medios masivos en la conciencia de las masas se empieza a diluir mientras la vida diaria de violencia, desempleo, salarios de hambre, condiciones infrahumanas del transporte público, etc. nos enseña todas los contradicciones y horrores del capitalismo y no tardará mucho más para que nuestras conclusiones se inclinen a las tradiciones de lucha revolucionaria de 1910 y 1917, las tradiciones de Zapata, de Villa, de Lenin y Trotsky.