El miércoles 10 de marzo, la jueza del Juzgado 1° de lo laboral, Daysi Abrego, se presentó a las instalaciones de Industrias Florenzi, cuando transcurrían 61 días de huelga de hambre, para realizar la primera inspección en el proceso de embargo preventivo a la propiedad de Florenzi S.A. de C.V., a nombre del patrono Sergio Pineda López, en respuesta a la demanda presentada por 113 mujeres exempleadas de la empresa.
En julio del año pasado, en medio de la pandemia, 210 obreras y obreros fueron despedidos definitivamente sin el pago de los salarios adeudados, prestaciones sociales y sin indemnizaciones, algunas trabajadoras dedicaron toda su juventud trabajando por más de 25 años en esta fábrica, lo cual a la fecha les ha causado enfermedades crónicas y debido a su avanzada edad con nulas posibilidades de conseguir un nuevo empleo. Ante esta injusticia, las trabajadoras decidieron tomar las instalaciones de la industria como una garantía para presionar a las autoridades y hacer cumplir sus demandas. Sin embargo, toda la institucionalidad del Estado -jueces, ministerios, y la misma Asamblea Legislativa- fueron indiferentes, no quisieron escucharlas y resolverles pronto, mediante procesos extremadamente burocráticos han extendido el periodo de espera de las compañeras para resolver sus demandas. Mientras el ministro de Trabajo, Rolando Castro, solo ha hecho eco de su lucha con intenciones demagógicas sin intenciones reales de ayudarlas.
A partir de todo esta indiferencia y abandono, como último recurso para ser escuchadas, las obreras decidieron iniciar una huelga de hambre el 7 de enero del presente año. Esta huelga que terminó hoy -12 de marzo- duró 64 días, y consistió en abstenerse de consumir alimentos sólidos por parte de las huelguista, creando estragos extremos en la salud de las compañeras y el compañero que expusieron sus vidas mismas con la intención de acelerar el proceso del embargo preventivo.
Con las primeras inspecciones del inmueble para el embargo preventivo, las obreras en lucha comienzan a ver una luz al final del túnel. Esto no se debe a la buena voluntad de los jueces, todo lo conseguido hasta hoy ha sido únicamente producto de la movilización constante, las denuncias en los medios de comunicación, los piquetes en los juzgados, ministerios y en la catedral de San Salvador, en conjunto con todas las peticiones de la solidaridad nacional e internacional la que ha hecho posible el inicio de este proceso de embargo.
El inicio del proceso de embargo es una primera victoria que han conseguido las obreras en la lucha por obtener la resolución de sus justas demandas. En sí, este es un proceso que debió comenzar los días posteriores a su despido y no ocho meses después. Sin embargo, ha quedado claro que para el Estado salvadoreño la salud, la vida y las condiciones de pobreza de las trabajadoras son un problema ajeno a sus intereses, sobre todo si se trata de mujeres obreras.
El Estado burgués resguarda los intereses de los capitalistas en detrimento de los intereses de la clase trabajadora. Entre los trabajadores y los patronos, la balanza de la «imparcial» justicia burguesa se inclina mucho más hacia la defensa de los intereses de los patronos. Todo el proceso de lucha de las Obreras Florenzi ha evidenciado esta verdad: cuando Rolando Castro no estableció una mesa de diálogo con el patrón para resolver el conflicto; cuando los jueces tardaron mas de 8 meses para hacer efectivo el embargo; cuando las obreras han cumplido justo un año de no recibir salario, primero al ser cesadas por la cuarentena obligatoria desde el 11 Marzo y luego por el cierre de Industrias Florenzi y su despido definitivo en julio.
La huelga de hambre por más de dos meses es reflejo vivo que esta falsa democracia no es para los pobres. Las obreras han tenido que exponer su propia salud y vida para poder ser escuchadas y atendidas por las leyes de este país, el significado de este hecho no tiene justificación alguna y refleja la podredumbre del sistema, de sus leyes y sus instituciones, amparadas en una Constitución que especifica derechos fundamentales como el empleo, la salud, y otros, pero que son letra muerta en un libro inerte que ningún empresario respeta, como ha quedado demostrado en todas y cada una de las injusticias contra las Obreras de Florenzi.
Desde la solidaridad nacional e internacional de la Corriente Marxista Internacional, nos sentimos muy animosos por esta primera batalla ganada contra el Estado burgués. Y animamos a todas las trabajadoras de Florenzi a continuar con su lucha porque el Estado acelere los procesos individuales de las medidas cautelares que cada una de las demandantes lleva para poner tener finalmente justicia.
La lucha de las Obreras Florenzi no llega hasta aquí, se ha obtenido una victoria de la primera batalla, y debemos verla en su justa dimensión: es una victoria histórica sin precedentes para toda la clase obrera en las últimas décadas, pero aún hay mucho camino por recorrer. La lucha sigue hasta que obtengan justicia y se cumplan todas sus demandas, así como ellas mismas lo han expresado en su comunicado en la conferencia de prensa de esta mañana: la toma de las instalaciones como garantía del proceso continua, así como las exigencias porque el caso en general se acelere, y continúa la demanda de justicia a todas las instituciones estatales para que cumplan con la garantía de derechos de todas las trabajadoras.
Las Obreras Florenzi y todas las organizaciones en solidaridad con ellas, seguimos en pie de lucha hasta la victoria definitiva.
¡Unida y combativa vencerá la clase obrera vencerá!
¡Vivan las Obreras de Florenzi!
¡Viva la solidaridad nacional e internacional!