Movilización popular contra la derecha
2018, AMLO llega al gobierno y al intentar aplicar su programa se ha encontrado con la resistencia de la clase poseedora y de la alta burocracia del gobierno. Este grupo se ha manifestado abiertamente (empresarios, gobernadores de derecha y medios de comunicación) en contra del gobierno y sus políticas y el tono de estas manifestaciones en están siendo cada vez más activas y beligerantes, pasando de los rechazos a la acción.
Reconocemos que esto es la lucha de clases, donde lo que decidirá al vencedor no es la caballerosidad, el apego a la ley o la mejor y más refinada ética de los contrincantes; sino vencerá la clase que sea más fuerte y más organizada.
Antes y después de 2018
Después de la revolución de 1910-17 se logra consolidar un gobierno que sienta las bases para un desarrollo capitalista. Este sirve de apoyo a la incipiente burguesía, la cual crece con fuertes ligas con la clase política. Este régimen se mantuvo estable por las condiciones internacionales favorables de la Segunda Guerra Mundial y del gran Boom de la postguerra. Pero cuando estas condiciones empezaron a menguar la crisis golpeó al régimen priista, doblándolo hacia las tendencias internacionales, el llamado periodo neoliberal. Así las ganancias de la revolución (IMSS, Pemex, CFE, etc.) empezaron a menguar. Para este momento la degeneración de la clase política llegó a excesos sin precedentes. En este periodo hubo diferentes intentos de la clase trabajadora para cambiar su realidad, utilizando las elecciones como medio para este fin (1988, 1994, 2006).
Hoy AMLO reconoce al Neoliberalismo como la política responsable de este estado en el que se encuentra México, principalmente en el nivel de vida que tienen sus habitantes. Su programa intenta detener la corrupción y revertir cambios, intenta revertir estas condiciones y donde exista pleno empleo, seguridad social, salud, educación, etc. Hay que mencionar que el gobierno de AMLO tiene la mala suerte de existir en este periodo de la historia. La economía internacional se vio duramente sacudida con la crisis de 2008, la cual no se acababa de recuperar en los años que han pasado desde entonces, cuando una nueva recesión vino en 2020. El buen desempeño de la economía mexicana y por extensión el gobierno de AMLO, se verá afectado por esta condición.
Resistencia vs AMLO
Como se mencionó la burguesía nacional está ligada por mil y un lazos a la burocracia mexicana, al aparato estatal, a quien administra el estado, sus leyes y su presupuesto. La burguesía nacional está acostumbrada a partir el queso, a decidir las políticas públicas, a modificar o crear leyes, a decidir a dónde irá el presupuesto. Y todas estas decisiones las tomaba a su conveniencia por su puesto.
Hemos de mencionar que la burguesía está muy consciente del rol que juega en la sociedad y su dominio, está consciente de la lucha de clases. Por lo cual siempre está muy atenta a mantenerse firme en el timón, participando activamente en la lucha política, que al final es la llave para conservar su poder económico. Siempre ha intervenido impulsando leyes y políticas, desarticulando movimientos populares pacífica y violentamente. Después de 2018 la burguesía, ha presionado al nuevo gobierno y ha actuado abiertamente contra él, haciendo una huelga de inversiones y sacando su capital de los mercados mexicanos, y con esto deprimiendo la economía mexicana. Por ejemplo, la inversión mexicana en el extranjero ha crecido un 316% en este año, 5 mil millones de dólares y la inversión productiva cayó el 10% en el segundo trimestre de este año.
Por otra parte el aparato estatal del que tomó posesión AMLO en diciembre de 2018 quedó intacto, prácticamente son las mismas personas que estaban antes, las mismas instituciones, las mismas relaciones e intereses políticos. Cualquier persona que trabaje o tenga relación con una oficina de gobierno sabe que las cosas siguen más o menos igual. Han cambiado a tal o cual funcionario, pero esto no ha afectado al estado del aparato estatal. A mismas condiciones mismos resultados. Nosotros estamos conscientes de que ese aparato burocrático toma decisiones, obstaculiza e impide cualquier cambio que afecte sus intereses. Los personajes que han encabezado esta resistencia van desde los Gobernadores, Jueces y algunos burócratas de Institutos como el INE. Este es una situación grave, pues atenta con el funcionamiento mismo del estado.
Los más visibles son gobernadores de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Michoacán, Durango, Jalisco, Colima y Guanajuato, todos ellos provenientes del PRI o del PAN, han manifestado sus desacuerdos con el ejecutivo, amenazando con actos que atentan contra la misma unión (de los Estados Unidos Mexicanos). Apelan a los principios federalistas, pero lo hacen solo para recibir más dinero del presupuesto nacional, tener más independencia en el uso de sus recursos y adicionalmente recibir más dinero de “programas” extraordinarios para enfrentar la crisis actual (COVID-19 y recesión económica). Estos han formado una facción que se ha reunido oficialmente más de veinte veces para alcanzar sus fines.
Después podemos mencionar a los ministros de la corte de justicia los cuales se enfrentaron al gobierno desde muy temprano para evadir la nueva ley que impide que ningún funcionario tenga un salario mayor al del presidente. ¿Bajo qué argumento? Ninguno convincente, pero dado que la última decisión es de ellos, pues decidieron continuar con sus salarios, claro, levantando el acta correspondiente. Lo que es una afrenta pues argumentaron las mismas leyes que se supone protegen al trabajador frente a los abusos patronales, es indignante como los ministros reclaman sus días de vacaciones y horas extras. Cuando un trabajador común no tiene acceso a la justicia sino haciendo grandes sacrificios para llevar adelante un procedimiento jurídico frente a su patrón. También podríamos mencionar a los Consejeros del INE, los cuales se han defendido legalmente sus salarios de onerosos y por otra parte han intervenido activamente en la vida orgánica de Morena, contribuyendo así a su crisis.
Estas acciones las de la burguesía y la burocracia entorpecen y afectan directamente el funcionamiento y la aplicación del programa de AMLO, pero esto no termina aquí hay un grupo que quiere ir más allá, quiere terminar con el actual gobierno lo más pronto posible. Para este fin tienen financiamiento, una cuarta columna de burócratas, pero aún les falta un factor más: un apoyo popular.
Campañas abiertas
Además de la resistencia fáctica que explicamos, existe una campaña abierta con el objetivo de afectar la opinión pública, para crear una base social que lleve a cabo acciones para terminar con el gobierno de AMLO cuanto antes.
Como mencionamos la burguesía es hostil al nuevo gobierno y los medios masivos de comunicación son una de sus cartas más fuertes para luchar por sus intereses. Cada que se expone esto se argumenta la idea de que estos medios son imparciales, que todos los “periodistas” tienen una ética profesional inviolable que se compromete con la verdad. Nada más falso.
Existen muchos ejemplos de cómo estos medios son muy sensibles a las opiniones de sus dueños, de cómo las ideas de los dueños de los medios, en última instancia, son el criterio por el cual se definen los contenidos que se transmitirán. Baste mencionar el apoyo incondicional de Televisa al régimen priista recordemos como encubrió la matanza de Tlatelolco en 68 o los fraudes electorales; o la afamada BBC inglesa, que en la huelga de los mineros en los 80’s reprodujo un video al revés para presentarlo como prueba de que los mineros en huelga habían atacado a la policía siendo que en realidad la policía fue la que atacó a los huelguistas. Esto no debe sorprender, reitero, la burguesía sabe muy bien lo que quiere y para obtenerlo usara lo que esté a su alcance. Los medios de comunicación son propiedad privada, y en ellos el que manda es el dueño, el patrón, en el capitalismo así son las cosas, ningún código moral, o ética profesional pueden contradecir esta condición.
Hoy en día los medios de comunicación juegan ese papel no sólo crítico, sino opositores abiertos y hasta inquisidores del gobierno de AMLO. Existe una gama de estos periodistas, comentaristas y/o abiertos payasos, espetando cuestionamientos, críticas e insultos. Palabras llenas de ira, odio y rencor, las que se pretenden afecten el estado emocional de los escuchas, tal como haría un cura intentando asustar a los feligreses con el infierno. La lista es larga, baste mencionar a Loret de Mola, Brozo, Krauze, Cárdenas, Gómez Leyva y demás fauna. Es conocido el recurso hipnótico, sobre todo en publicidad, del convencimiento por repetición. Hoy en día se exponen estas ideas y sentimientos hostiles hacia AMLO y su gobierno, por todos los medios a todas horas, de tal forma que casi nadie se escapa a escucharlos.
Y estas ideas han hecho eco en una capa de personas que dejan el reino de la opinión para avanzar al de la participación. Se han creado grupos de activistas como el Frente Nacional anti AMLO (FRENAAA) o los Chalecos Amarillos México. Sus razonamientos políticos son primitivos y confusos, por decir lo más amable, sus discursos comienzan a ser beligerantes y son muy emocionales. Donde lo que queda claro es que AMLO es un desastre y no lo quieren. Su sueño es crear manifestaciones que puedan ser presentadas como masivas en la TV internacional y sirvan de apoyo para un golpe de estado militar o parlamentario, como hicieron en Venezuela en 2002 (cabe mencionar que existe una competencia entre varios periodistas para ganar méritos y ser elegidos como el Guaidó mexicano). Hoy su apoyo sigue siendo insignificante comparado con las poderosas fuerzas de la clase trabajadora que aún apoya a AMLO. Pero a pesar de este apoyo, es significativa esta capa de pequeñoburgueses que han abrazado entusiastamente el discurso opositor y se han hecho a la calle, en sus autos claro, pero ya han salido. Esto nos muestra otra cara de la lucha de clases, nos muestra como las capas medias, los empleados con salarios gerenciales, los pequeños propietarios de negocios, comerciantes, etc. pueden ser ganados para apoyar y llegado el momento luchar a lado de la burguesía.
Las ideas expuestas por la capa opositora pasando por la burguesía, la alta burocracia, los grandes medios y por los voceros, todos cuestionan duramente cada paso, cada palabra, cada acción tomada por el nuevo gobierno. Estos van desde criticar los zapatos o los trajes que lleva puesto AMLO a cuestionar sus políticas fiscales, exigir medicinas para enfermedades terminales, exigir más hospitales para atender COVID-19 o a exigir programas de rescate a las empresas. Van de lo absurdo a lo más serio. Hay que mencionar que las malas intenciones y las verdades a medias abundan en los discursos de la derecha, pero hay muchas que tienen una base real, una preocupación sincera del pueblo trabajador, como el sistema de salud, el trabajo o la educación, los cuales hay mostrado sus problemas con la crisis COVID-19 y la crisis económica. Y dado que el gobierno actual ha sido incapaz de solucionarlas pueden hacer mella en buena capa de personas bien intencionadas.
Estrategias de AMLO y Morena
Al transcurrir del tiempo AMLO ha venido sufriendo un proceso de distención en su discurso, bajando el tono a las críticas hacia el régimen PRI-PAN. Este es un fenómeno que no es exclusivo de AMLO, muchos otros dirigentes reformistas en el mundo han sufrido este cambio mientras más se acercan al poder. Y sucede por el siguiente razonamiento: se resisten a que llegue porque me ven como una amenaza, entonces si se suavizo el discurso terminarán por aceptarme, es más me verán como su aliado, porque al final todos queremos lo mismo, ¿que no somos todos hermanos/ mexicanos? (“no soy rencoroso”, “quiero la republica amorosa”). Y esta idea es llevada adelante pues los reformistas creen que el sistema capitalista en su conjunto es correcto, pero que solo se necesita un cambio aquí y allá, sustituir a tal o cual funcionario, mejorar los salarios en medida de lo posible, destinar más dinero a la salud, educación, cultura, etc. y al final todo estará bien ¿no ya los ricos han tenido suficiente? Ellos entenderán, son gente razonable.
En esta línea de ideas AMLO no sólo suavizó su discurso, sino que llevó adelante una política de conciliación, ellos lo llaman de frente amplio.
Donde se convocó a actores políticos de todas filiaciones que estuvieran a luchar por el cambio verdadero serían aceptados. Esto que suena tan bien llenó la dirección de Morena de priistas y panistas, de oportunistas en general, de personas que ven a la “carrera política” como un medio para enriquecerse. Y llevó a estas personas más allá de la jerarquía dentro de Morena sino que se asignaron candidaturas a estos personajes, como Lili Téllez en el senado, Barbosa en Puebla o Bonilla en Baja California. Esta idea del frente amplio se sigue asumiendo como efectiva, pero no pasa de ser un atajo al despeñadero, pues llenó a Morena de oportunistas que no les interesa cambiar nada en la sociedad, entregó gobiernos enteros a la oposición bajo otros colores y lo más importante soslaya el poder popular, el poder de la clase trabajadora, el cual no solo es capaz de organizarse, sino de dirigir un gobierno. Esta es la razón por la cual el gobierno de la 4T se ha llenado de funcionarios oportunistas, de puestos clave en Justicia, Energía, Gobernación, Diputados, Senadores, etc. Es un desastre y lo es porque se pudo haber superado en las votaciones de 2018, donde el pueblo trabajador exigía un cambio y no era necesaria ninguna alianza con partidos o personajes del viejo régimen.
Esta es la raíz de las muchas críticas que se hacen al nuevo gobierno, estas personas no solo tienen mala fama, sino que son lo que son y se comportan en consecuencia, no dejaran de maniobrar, de hacer negocios, de acarrear personas, de sobornar, de tomar decisiones sin otra base que la del beneficio personal.
“Y sin embargo se mueve”
Cómo hemos visto los detractores de AMLO se están moviendo para proteger sus intereses, moviendo capitales, dejando de invertir, escribiendo o gritando histéricamente en la radio. La burguesía es fuerte porque tiene en propiedad el Capital, los edificios, vehículos, telecomunicaciones, el dinero, los medios de comunicación. ¿Qué tiene AMLO? más allá de sus ideas conciliadoras lo que tiene, lo que lo ha mantenido y lo ha llevado hasta donde está, es la fuerza de los trabajadores, la fuerza del proletariado.
Es lo que hace a AMLO tan poderoso, lo que hace rabiar a la burguesía y a los comentaristas en la TV. Si la burguesía tiene los títulos de propiedad de los medios de producción, los trabajadores los tienen en sus manos, los operan, hacen que funcionen, los trabajadores fabrican todo, producen todo, operan todo lo que se usa en la sociedad.
Hasta hoy AMLO ha maniobrado, negociado, conciliado, para poder gobernar y aplicar su programa. Y aun así ha encontrado dificultades. Cree que es el mejor camino, pero ha mantenido latente su más grande arma, la movilización popular. Pero el, como todo reformista, cree que es una herramienta de presión, “una palanca” para usarla en los momentos de negociación. Como lo hizo con desastrosos resultados el presidente de Grecia en 2008, usando una consulta popular como elemento de presión al negociar su deuda con sus acreedores europeos.
Nosotros sabemos en medio de la crisis económica por la que atraviesa el planeta entero y en particular México, no se podrán conseguir mayores concesiones, la burguesía no está dispuesta a renunciar a la más mínima parte de sus ganancias en forma de nuevos impuestos, o aumentos salariales, para financiar los sistemas de salud. Al contrario, exige que el gobierno le apoye, le perdone impuestos, ayude a pagar los salarios de “sus” trabajadores, como en otras partes del mundo se hace, como Alemania o España.
¿Cuál es el camino para poder obtener mejores sistemas de salud, educación, salarios y todo lo que la clase trabajadora anhela? ¿Es posible conseguirlo? ¿Cómo se puede hacer para obtener estas concesiones? ¿Cómo convencer a todos aquellos que se resisten a permitir que estas reformas sean una realidad? ¿Cómo convencer a los ministros, a los concejeros del INE, a los senadores que faciliten estas reformas?
El camino es usar esa fuerza latente, es la movilización popular. Si AMLO convocara a una movilización de masas para obtener una reforma, fiscal, bancaria, hacer una expropiación o defenderse frente presiones extranjeras, no hay banquero o ministro que aguantara tres días de esto. La victoria seria para los trabajadores. Hoy nos ocupa el tema de los medios, las movilizaciones de derecha. Como mencionamos, estas son insignificantes si se moviliza al pueblo trabajador, se les aplastará como insectos. No hay comentarista o periódico que pueda competir con una victoria del pueblo en la calle, obteniendo mejores salarios, más impuestos a los ricos, nacionalización de fortunas mal ávidas. La influencia de los medios, la oposición de los funcionarios o el actuar de los ministros, son rivales pequeños para los trabajadores movilizados y organizados. Pero para esto necesitamos organizarnos y este tipo de organización no cae de las nubes, solo el trabajo paciente y consiente puede ser capaz de construir esa organización que tanto se necesita. Nosotros desde La Izquierda Socialista los invitamos a formarse, a aprender y a luchar con nosotros por la construcción de esta organización, ya sea dentro de Morena, dentro de tu universidad o barrio, sólo así podremos ser actores de cambio, sólo así podremos contribuir a cambiar México, sólo así podremos vencer de una vez por todas y terminar las luchas que se iniciaron en 1810 y 1910.