En estos momentos en el SME se está llevando a cabo un proceso electoral para elegir Secretario General. Está la posibilidad de que Martín Esparza se pueda reelegir por otros 5 años, en un acto violatorio a los estatutos históricos y a su tradición democrática, donde los periodos eran tan sólo de 2 años. Las elecciones recurrentes siempre fueron el corazón y dinámica de la democracia electricista. En caso de relegirse Martín acumularía 20 años en el puesto de Secretario General. Haciendo de ese puesto un negocio personal, un coto de poder, construyendo una burocracia y asesinando la democracia sindical. La secretaría general representa ahora, no la voluntad de los trabajadores, sino un puesto gerencial al servicio de una trasnacional, Mota Engil.
Simulación
A lo interno del SME existe la polémica de, ¿participar o no en el proceso electoral controlado por la actual dirección charra? Algunos compañeros decidieron participar en dicha contienda creando una planilla “opositora”, pensando que la vía para destituir al charro de Juandho es por medio de este proceso electoral.
Dicha polémica ha creado un ambiente de confusión en diversos camaradas, hay quien cree legítimamente que se le puede ganar a Martín Esparza en las urnas. Sin embargo, un análisis riguroso y objetivo, valorando las condiciones y el terreno de lucha nos hace pensar que lo que va pasar en el SME es una gran simulación para legitimar a Martín Esparza.
Pero no basta con señalar, que para un grupo importante de compañeros el proceso va ser una gran farsa, hay que visibilizar los elementos que nos hacen sacar dicha conclusión.
Elementos de la simulación
En el grupo político “Para todos, todo” tenemos como tradición democrática analizar políticamente los acontecimientos en el SME. En un análisis colectivo –“inteligencia colectiva”- hemos sacado la conclusión de no participar en dicho proceso, y no sólo eso, sino llamar al abandono de las urnas.
Reforma de estatutos:
En diciembre del año pasado, 2019, se llevó a cabo a espaldas de los trabajadores una ilegal reforma de estatutos, so pretexto de las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, para adecuar el marco estatutario y así poder blindar las elecciones del 2020.
¿Cuáles son las modificaciones?
Reformaron el artículo 25 de los estatutos, para crear una “Comisión Electoral”, que estaría integrada por tres miembros del SME electos por una asamblea general, en una especie de organismo “colegiado”, que en este caso es; coaligado. La “Comisión Electoral” se encargará -dicen los ilegales estatutos reformados- de la organización y calificación del proceso electoral. Intenta dicha modificación, darle a la comisión electoral una especie de neutralidad política, porque ya resultaba muy obsceno que la Secretaría del Interior fuese juez y parte como la elección pasada, donde Fernando Muñoz Ponce, organizó, junto con la comisión autónoma de justicia, el gran fraude electoral del 2019.
Dicha modificación puede verse como correcta.
Que tres compañeros electos por las bases organicen una elección, es algo que no está mal en teoría. Incluso, para la secretaría del trabajo comandada por Luisa María Alcalde Luján, le pareció perfecto, ad hoc a la nueva reforma laboral que simula -al igual que en el SME- una supuesta entrada al mundo libre y democrático del sindicalismo, la aniquilación por decreto y reforma, del viejo lastre del charrismo sindical.
Sin embargo, en las cloacas del charrismo, en sus obscuros secretos todo es susceptible a teatralizarse, es decir: a simularse. Para ello se han dotado, durante años, de un amplio repertorio para doblar, cambiar o cooptar la voluntad de los trabajadores.
En el caso del SME dicha modificación representó un retroceso en relación con los estatutos pasados, que por lo menos garantizaban la representación electoral de todas las planillas contendientes. Ahora dejó en manos de tres martinistas todo el proceso electoral.
¿Quiénes son esos tres farsantes?
Los ilegales estatutos indican que es una asamblea general (con la mayoría de sus agremiados) la que debe designar a la comisión electoral. Sin embargo, en este proceso electoral se realizó una asamblea el 5 de junio, en plena campaña de “Sana distancia”, que establecía que no podían existir aglomeraciones de más de 50 personas. ¿Cómo le hicieron para dar el cuórum legal en plena crisis de coronavirus? Aludieron, algo que jamás se había dado en el SME, a una especie de delegación de representantes para dar un cuórum ilegal. No sólo violaron las disposiciones sanitarias sino que además violaron el derecho estatutario de los trabajadores de participar activamente, sin ningún tipo de delegación, en la asamblea para decidir la composición de la comisión electoral.
En ese 5 de junio donde por “voluntad mayoritaria” -150 personas-, decidieron elegir a tres farsantes personajes para la “comisión electoral”.
Jorge Herrera Ireta: es un destacado miembro de la corriente charra en el SME -once de octubre- y es el que prácticamente siempre asume el papel de “presidente de los debates” en las asambleas generales, es decir, es un presidente a modo de Martín Esparza y Humberto Montes de Oca.
Javier García Camacho: este personaje fue miembro del comité central, en algunos periodos de los 15 años que lleva Martín de “Secretario General”, ocupó un cargo de la comisión autónoma de justicia, que ya ni es autónoma, ni es justa. Además de ser uno de los personajes que se llevó 4.5 millones de pesos, en lo que se le conoce como “las liquidaciones millonarias del comité central”, además de haber sido uno de los principales operadores del fraude del 2019.
Jesús Alberto Palomino González: este último personaje, forma parte del cuerpo de abogados que tiene a su disposición la mafia sindical que está enquistada en el SME.
Es decir, la comisión electoral está comandada por puro martinista, no hay ninguna representación de las corrientes opositoras. A eso me refiero cuando señalo que son las cloacas del charrismo, las artimañas que siempre han utilizado para burlar la ley.
Compañero a quién crees que le va levantar la mano esa comisión electoral si ellos se van encargar de todo, ¡A la oposición! Nah.
Cabe señalar, que la Secretaría del Trabajo ha estado notificada desde el primer momento de todas estas anomalías, y lo que hemos encontrado es un desprecio, una negligencia, incluso se sospecha complicidad.
No somos los trabajadores democráticos del SME los únicos que nos hemos quejado del mal manejo y la indolencia de Luisa María Alcalde Luján, se suma a otro tipo de denuncias que han venido desde otros sectores. Por ejemplo, ¿Cuál ha sido el papel de Luisa María en relación con la detención ilegal de Susana Prieto? El silencio. La reforma laboral en términos prácticos en vez de estar enmarcada en la cuarta transformación se parece más a una cuarta simulación.
Dividendos en plena campaña
Sabemos que los trabajadores del país están pasando por una situación compleja, se suman millones de desempleados producto de la pandemia, hay que arriesgar el pellejo al salir a trabajar. Una dirección sensible, pondría todos sus recursos al servicio de los agremiados. Sin embargo, en el SME, como viles priístas, se esperaron a las fechas de las votaciones -del 30 de junio al 7 de julio- para dar 10 mil pesos de utilidades por la venta de energía eléctrica. Están comprando votos, y eso tampoco lo ve la Secretaria del trabajo Luisa María.
Las condiciones para una elección equitativa y justa no están dadas en el SME, es una elección a modo, participar en ellas será un acto, no sólo que te va a llevar a la derrota, sino que acaba legitimando las mismas. Porque desde su origen: la reforma de estatutos y la asamblea ilegal hacen de este proceso un fraude. Los compañeros deben llamar a la cancelación del proceso y la reposición de este desde su origen. No pedimos que se viole la autonomía sindical, ni que la Secretaría de Trabajo se entrometa, pero en ese sentido, su pasividad y protección a Martín Esparza se acaba convirtiendo de facto, en una intromisión de la vida sindical.
Martín investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)
Pero compañeros, aun hay una pregunta que resolver: ¿Cuál es la prisa de Martín Esparza de reelegirse?
Recientemente trascendió a la opinión pública la declaración de Santiago Nieto, titular de la UIF, en relación al subsecretario de gobernación de Peña Nieto, con el cual Martín negoció la liquidación de la resistencia, a cambio de ser empresario de Fénix, de liquidaciones millonarias y de protección política. En dicha declaración Santiago Nieto señala lo siguiente sobre Luis Miranda Nava: “(…) Nieto dijo a “El País” que analizan su supuesta participación en asuntos de ´huachicoleo´ y el otorgamiento de 40 inmuebles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)” bueno la nota debería decir el otorgamiento, no al SME, sino a Martín y a sus dueños, los empresarios de Mota Engil. Santiago Nieto textualmente señala en relación a Miranda Nava lo siguiente: “Está relacionado con el ´regalo’ al sindicato de 40 inmuebles que correspondían a Comisión Federal de Electricidad (…)”1
Quiere decir que desde la UIF se le está investigando, aunado de la denuncia que se interpuso en dicha institución por parte de compañeros del “Para todos, todo”, en relación a las liquidaciones millonarias y rentas vitalicias V.I.P.
Sin lugar a dudas, Martín tiene prisa de que se le proteja con la toma de nota –como si eso fuera una especie de fuero- para luego señalar persecución por parte del Gobierno Federal. Esa es la verdadera razón de su premura para llevar a cabo unas elecciones simuladas.
Compañeros: no hay atajo en el camino para democratizar al SME, no hay salida fácil, todos los caminos nos llevan a una sola opción; la movilización de las bases para que en el SME se haga justicia. El camino electoral actualmente está cancelado, pero no el de la movilización masiva de los trabajadores –obvio teniendo en cuenta la epidemia-, para poder ver hecho realidad nuestro sueño de democratizar al SME, recuperar el trabajo y renacionalizar la industria eléctrica.
*Integrante del Sindicato Mexicano de Electricistas