Por Fanny Casillas
En México la violencia hacia la mujer es una realidad cruda que vivimos a diario, desde el acoso callejero hasta los feminicidios la escalada de violencia es normalizada en la familia, la calle, las escuelas y centros de trabajo. Pese a que las instituciones de gobierno ponen en marcha protocolos que pretenden detectar y actuar en casos de violencia, en la vía de los hechos sabemos que no pasa de una llamada administrativa o de la revictimización es decir de la alusión de “responsabilidad “de la victima del hecho que acusa o denuncia.
Dentro del espectro del acoso sexual en las escuelas los datos son escalofriantes, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de 2000 a 2013 se registró un promedio de 42 denuncias al año por acoso sexual ante las autoridades competentes y se presume que de los casos que no se denuncian hay un promedio anual de 400. En México no debemos olvidar, que la violencia sexual incrementa datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública arrojaron del 2016 al 2017 que cada hora habían 3 o 4 violaciones.
El año pasado la UNAM fue parte de la violencia que se vive en nuestro país el feminicidio de Lesvy Orozco desenmascara que esta realidad que esta sobre las espaldas de la juventud, mujeres y trabajadores también escalona en las escuelas. Hace unas semanas supimos de la aberrante historia que le ocurrió a Marco Antonio estudiante de la preparatoria número 8 de la UNAM, que tras ser detenido desapareció por días y no fue sino por la acción colectiva y la denuncia masificada que las autoridades hicieron caso hasta que apareció aunque aún no se esclarece el caso pese a las recomendaciones de organismos de derechos humanos y organizaciones civiles que presumen el caso de Marco fue el de una desaparición y señales claros de tortura y no la versión oficialista que busca de nueva cuenta revictimizar a Marco .
En este marco de violencia suceden los hechos que a continuación enmarcamos el pasado lunes 12 de febrero alrededor de las 5:30 pm, David Guzmán López quien labora en la cafetería Cibarium del CCH- plantel Vallejo agredió sexualmente a una estudiante de cuarto semestre (que por motivos de seguridad se omite el nombre) la joven menor de edad acudió a las autoridades del plantel a denunciar el hecho, en compañía de sus tutores se decidió acudir al Ministerio Público a levantar una querella después de acreditar los hechos, David Guzmán fue puesto a disposición de las autoridades , sin embargo horas más tarde salió en libertad sin más. Éste lunes 19 de febrero se hace una invitación amplia a las fuera del establecimiento Cibarium (estacionamiento del CCH Vallejo) a una reunión amplia, informativa y organizativa en torno al caso de la compañera. A la cual suscribimos y hacemos un llamado a asistir.
Hasta el año pasado se registraron 15 mil denuncias anuales y de cada caso de esos 15 hay ocho casos más sin denunciar ( 30 mil casos brutos aproximadamente ) por violencia sexual de las cuales solo una de cada cinco concluye en sentencia condenatoria lo que deja clara la obstaculización a la justicia en nuestro país.
Hacemos un llamado a todas las compañeras a organizarnos en nuestras escuelas, centros de trabajo y en lo cotidiano pero también hacemos un llamado a la juventud y a los trabajadores para hacer frente a la violencia que se vive, para acabar con el hostigamiento del cual somos solo una estadística. Invitamos a toda persona que desee organizarse y convertir toda esa rabia y miedo en organización digna a una asamblea el próximo 10 de marzo a las 11:00 A.M en la sección novena de la CNTE en Belisario Domínguez del centro histórico de la CDMX para discutir la situación de la mujer en medio de la crisis capitalista en que vivimos e ir construyendo un puente organizativo que haga frente a la barbarie.
¡Alto al acoso a las compañeras y al hostigamiento de la juventud!
¡Autodefensa Marxista contra la violencia machista!
Suscribimos:
Mujeres de la Izquierda Socialista- Sección mexicana de la Corriente Marxista Internacional
Mujeres de las Juventudes Marxistas