El redactor de marxist.com y editor de América Socialista, Jorge Martín, fue entrevistado ayer en el programa Agenda Abierta de TeleSUR, acerca de la oleada de huelgas en el Reino Unido.
El Reino Unido está viviendo un «verano del descontento» con una oleada de huelgas en diferentes sectores. El factor común es la lucha por mantener el poder adquisitivo de los salarios ante una inflación que ya ha alcanzado el 10% anual, pero que se calcula que podría llegar hasta un 22%. Unos 115.000 trabajadores de la privatizada Royal Mail cumplen su segunda jornada de huelga contra una ridícula oferta salarial del 2%, y se unen a decenas de miles de trabajadores de las telecomunicaciones, la huelga de 8 días de los estibadores portuarios de Felixstowe, el mayor puerto del país, las huelgas de trabajadores ferroviarios, del Metro de Londres y de los autobuses, la huelga de trabajadores del aseo urbano en Escocia y un largo etc.
Esta oleada de huelgas afecta no solamente a trabajadores con tradición de combatividad sindical, sino también a otros, como por ejemplo los abogados criminalistas que van a ir a la huelga indefinida a partir de la próxima semana. Se anuncian también referendums de huelgas en el sector salud, incluyendo el Real Colegio de Enfermería, la Asociación Británica de Médicos, además de los sindicatos tradicionales en el sector.
La inflación, y el inteno del gobierno de imponer topes salariales escandalosos, es lo que obliga a sectores cada vez más amplios de trabajadores a salir a luchar, no por un aumento salarial en realidad, sino simplemente para mantener el poder adquisitivo de sus salarios ante la crisis del coste de vida que azota a toda Europa.
Este invierno milliones de familias británicas se verán ante la disyuntiva de mantener sus hogares calientes o poner comida en la mesa. Ante esta situación tan grave, los dirigentes sindicales de los principales sindicatos en lucha (Mick Lynch del ferroviario RMT, Dave Ward del CWU de correos y telecomunicaciones, Sharon Graham del segundo sindicato más grande del país UNITE que agrupa a trabajadores del metal, de la industria, etc) han planteado la idea de la necesidad de coordinar las diferentes luchas. A pesar de que según las leyes anti-sindicales introducidas por Margaret Thatcher una huelga general sería ilegal, el tema se va a discutir en el congreso de la confederación sindical TUC en septiembre.
La situación que se está desarrollando en el Reino Unido es un anticipo de lo que podemos ver en toda Europa en la medida en que la inflación destruye el poder adquisitivo de decenas de millones de trabajadores.