El pasado día 10 de febrero de 2021, los profesores de asignatura y adjuntos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México fueron a cobrar sus cheques de sueldo. Era la primera vez, en todo lo que fue del semestre que acaba de concluir (y que empezó en septiembre del año pasado), que podían hacerlo. A lo largo de todo el semestre, los profesores no pudieron cobrar ni salarios ni prestaciones. Éste no es un tema exclusivo de Ciencias sino que ha ocurrido con profesores de otras facultades.
Esto de por sí ya es una injusticia bastante escandalosa, que sin embargo no acaba ahí. Resulta que de manera inmediata, los profesores notaron que sus cheques presentaban recortes significativos a lo que normalmente les corresponde como salario, en algunas ocasiones incluso los profesores recibieron solamente una tercera parte de lo que se les debe.
La situación es particularmente peor en el caso de profesores adjuntos y los de asignatura que finalizaron apenas su primer semestre como docentes. En promedio, un profesor de la Facultad de Ciencias gana alrededor de $800 a la quincena. Hay casos documentados en los que al cobrar, por impartir clases todo el semestre, los profesores han recibido $8,000, cuando debieron de haber recibido el doble o el triple de ello. Existen casos aún más escandalosos, como es el de un miembro del personal académico que recibió como pago, no es broma, $2 (¡!).
Oficialmente, las autoridades universitarias registraron apenas poco más de 100 profesores en esa situación. Sin embargo, los profesores de la facultad organizaron reuniones virtuales y se pusieron en contacto entre ellos para organizarse entre los días 14 y 15 de febrero, resultando en que han sufrido recortes salariales casi 600 profesores, es decir, la quinta parte del total de profesores de la Facultad de Ciencias.
Los profesores se han visto desprovistos, además, de los pagos de prima vacacional, bonificaciones y otras prestaciones. Las autoridades universitarias han alegado que los recortes salariales se han dado por una carencia de personal administrativo activo. Con esta misma justificación, los profesores tuvieron que asistir presencialmente a la facultad para intentar resolver su situación, saliendo siempre con las manos vacías.
Los trámites burocráticos han sido pospuestos varias veces, por lo que los profesores no tienen ahora ni siquiera una fecha para ver cuándo podrían posiblemente recibir una respuesta institucional que les ofrezca alguna manera de solucionar su situación, no han sido atendidos, o a veces ni siquiera contactados.
Los salarios no son lo único que ha sufrido recortes en la Facultad de Ciencias. Significativos proyectos de difusión científica como Ciencias TV también se han visto afectados. Este proyecto recibía de la Facultad un presupuesto de $16,000 destinados para el pago de luz, internet, equipos, salarios de los que hacen Ciencias TV y otros gastos emergentes. La directora de la facultad procedió a recortar $3,000 del presupuesto, después de haber intentado eliminar definitivamente el programa.
Esto está ocurriendo después del precedente que la UNAM había tenido, de hecho, un aumento en su presupuesto. Luego entonces cabe preguntarse cómo se ha visto reflejado este aumento al presupuesto, y por qué de pronto resulta que no hay para pagar salarios de los profesores ni para mantener a flote los proyectos de difusión científica; hasta el momento, no hay indicio alguno de que la directora haya tenido también que recortar su salario.
No es un secreto ni tampoco algo nuevo que la burocracia universitaria no es precisamente un modelo para seguir en cuanto a administración efectiva, pero en este caso resulta groseramente obvio lo vertical, jerárquica y antidemocrática que es. A lo largo de las últimas semanas han sido no pocos los profesores que han expresado y denunciado los abusos de poder en los que han incurrido las autoridades de la universidad y de la facultad.
La primera reunión de la facultad de Ciencias que se realizó fue una reunión del consejo técnico en donde estuvieron presentes miembros del equipo de la dirección, profesores de asignatura, encargados de proyectos de difusión y ayudantes. Por parte del Fondo Solidario FC, el cual está compuesto por tres profesores de asignatura de la Facultad de Ciencias, se realizó un diagnóstico de los pagos de los académicos de esta. Cabe mencionar que este fondo surge a partir de la ausencia del pago a los docentes de esta facultad.
Para realizar su diagnóstico, hicieron una serie de encuestas en Internet, realizadas entre profesores adjuntos y profesores titulares. En dicha encuesta se demostró que la población más afectada de estos dos son los adjuntos por parte del departamento de matemáticas seguidos por los departamentos de física y biología.
En su gran mayoría no han sido contactados para ir a firmar contrato. A más de 205 personas no han recibido su pago a pesar de haber presentado una solicitud de aclaración de nómina durante el semestre y a más de la mitad no les han dado respuesta alguna sobre dicha aclaración.
Además, las opciones que han tenido para sobrevivir todo este tiempo sin salario han sido pedir dinero prestado con interés, recibir donativos de colegas del Fondo Solidario, incluso se han tenido que ver en la necesidad de disminuir gastos de sus necesidades básicas o han subsistido gracias al salario de otros empleos que tienen.
Los académicos han presentado muchas adversidades a causa de esta problemática: tanto su salud física como mental se ha visto mermada, muchos tienen problemas para poder pagar herramientas de trabajo tan fundamentales como lo es el internet, en los casos más graves no han podido hacer uso de los servicios médicos del ISSSTE y han tenido que dejar de alimentarse adecuadamente y todo esto a causa de la ausencia de su salario o recibir un salario incompleto.
También fueron identificadas 118 personas que han recibido su pago posteriormente a la primera quincena del semestre ya sea con retrasos o se les ha pagado fuera de tiempo. Estas personas representan el 100% a las que les han pagado fuera de tiempo o han recibido su pago con retrasos. Estiman que el adeudo total por salarios incompletos es de $1,366,179.78. Es decir que a cada uno de estos académicos se les debe más de $10,000 aproximadamente.
Este grupo de académicos menciona que anteriormente ya ha pasado esta situación del retraso en sus pagos y/o que no han reclamado tal retraso. La Dirección General de Pagos les ha dado por respuesta que lo que haya pasado hace más de un año no se puede reclamar, además del ya mencionado pretexto de la falta del personal administrativo completo. Esto último, es menester aclarar que no se justifica, pues por ley los empleadores deben pagar el home office de sus empleados.
En las últimas reuniones de profesores de asignatura y ayudantes, que hasta la fecha se llevan a cabo, se decidió realizar un paro académico que durará hasta el viernes 19 de marzo, fecha en la que se evaluará el estado de la situación. Se ha propuesto realizar reuniones periódicas para convocar a más gente, una propuesta que se discute es la creación de un sindicato independiente de profesores para que, por medio de este les resulte más fácil la defensa de sus derechos laborales. Aunque también varios profesores democráticos dan la lucha a lo interno del sindicato existente. También nuestros profesores asistieron a Palacio Nacional, cuando se realizaba la conferencia mañanera del día 15 de marzo y se contempla la posibilidad de convocar a cerrar rectoría y realizar una marcha en protesta por la falta de pagos.
A continuación, enunciamos los puntos contemplados en el Pliego Petitorio elaborado por los profesores de la Facultad:
- Pago inmediato y reintegración en su totalidad de los adeudos injustificados (antes del 10 de mayo) a todos los trabajadores académicos afectados. Finalización urgente y permanente de estos problemas.
- Programa de contratación y basificación de profesores y ayudantes de asignatura (creación de programas de medio tiempo).
- Aumento salarial acorde a la inflación (y el poder adquisitivo)
- Aumento salarial digno por antigüedad (a partir del primer año).
- Integración de los estímulos y vales de despensa al salario base (para que puedan cotizar al ISSSTE)
- Aumento de horas de contratación para que se permita el ingreso a programas de estímulos como el PAPIME.
- Pago de insumos por pandemia (luz e Internet). POR LEY.
- Bono por COVID.
- Retroactivo de gastos hechos para la implementación de las clases en línea (material extra por pandemia).
- Transparencia en los pagos.
- Entrega de copia simple de contratos (al momento de la firma) y del seguro de vida obligatoria.
Diversas voces a lo interno y a lo externo de algunos órganos de dirección, como la Dirección General de Pagos, señalan que el problema encuentra su origen en la dirección de la Facultad. Un muy amplio sector del profesorado señala como responsables de la falta de pagos y de la mala administración de la Facultad de Ciencias a la directora, Dra. Catalina Stern Forgach; el licenciado Carlos Plancarte y Verónica Silva, encargada del Departamento de Personal académico. En las asambleas ya hay quienes exigen su dimisión.
La UNAM, el COVID, los ataques a la educación y la respuesta estudiantil
Algo que los profesores de Ciencias llegaron a establecer, es que los errores y recortes en el pago de sus salarios no son realmente algo que pase por primera vez. Sin embargo, esta es la primera vez que los recortes ocurren en un porcentaje tan considerable del total de maestros y de manera tan pronunciada.
Más que una sorpresa, es posible que esta situación haya podido ser prevista (pero no por eso es menos injusta o indignante). Desde el principio de la pandemia, las autoridades universitarias tenían ya conocimiento de las dificultades tecnológicas y económicas que cientos y miles de profesores y estudiantes iban a padecer.
Al principio del semestre, nosotros sostuvimos que este curso debía ser cancelado y reprogramado, y que se le debían ofrecer desde Rectoría garantías de permanencia a aquellos estudiantes que se viesen en necesidad de suspender su estadía de manera temporal. Por lo visto, también los profesores debieron recibir garantías sobre el pago completo de su salario, así las autoridades universitarias ya no tendrían hoy la posibilidad de lavarse las manos, como lo han estado haciendo.
Unilateralmente, se decidió por seguir adelante con el semestre de manera virtual, sin consultar nunca con la planta de profesores ni con los estudiantes, razón por la cual ya hemos denunciado y seguiremos denunciando esta decisión sumamente antidemocrática.
El precio ha comenzado a pagarse y esto se ve reflejado no solo en la Facultad de Ciencias, sino en toda la UNAM; y no solo con los profesores, sino con toda la comunidad universitaria. En cuanto a la deserción, por ejemplo, al final del semestre 2021-1, iniciado en septiembre de 2020, la cifra de estudiantes que habían tomado la decisión de suspender sus estudios temporalmente ascendía, por ahora, a 7,700. Esta cifra representa respecto al semestre anterior un aumento del 229%. Los más afectados han sido la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, las FES Cuautitlán y Acatlán, y las escuelas del nivel medio superior.
Sin mucho temor a equivocarnos, también podemos decir que fue unilateral la decisión de recortar el presupuesto de los proyectos de difusión y al salario de los profesores, pues no es la única facultad donde esto ocurre, denuncias similares en cuanto al impago de salarios de los profesores, el recorte presupuestal y la prepotencia de la burocracia no solo está pasando en la Facultad de Ciencias sino que en otras facultades como Ciencias Políticas y Sociales, Economía, Filosofía y Letras, Química, etc.
En todo lo que va del confinamiento, los estudiantes en su conjunto no han conocido más que ataques a su educación, así como los profesores en su conjunto no han conocido más que ataques a sus condiciones laborales. Dos escenarios que en realidad son uno mismo, y que perfectamente puede ser el origen de una situación sumamente volátil y de grandes movilizaciones, que se ve limitada solamente por las medidas de confinamiento.
El regreso a la presencialidad es incierto, las autoridades de la UNAM no han dicho nada sobre el retorno seguro más que alguna vaguedad sobre que este retorno será cuando el semáforo esté en verde, sin tener realmente un plan, más o menos lo que establece la disposición federal. Esto hace poco probable que regresemos a clases este año, o probablemente regresemos con un modelo híbrido.
Por lo tanto, las clases seguirán siendo en línea. Esta es nuestra realidad y el contexto en el que nos encontramos actualmente: salarios precarizados e incompletos para los profesores y muchos estudiantes que han optado por la baja temporal o piensan tomar esta difícil decisión.
A muchas y muchos estudiantes los han empujado a esta situación la falta de posibilidades económicas y las condiciones que enfrentamos como estudiantes ante la pandemia. Muchos se han visto en la necesidad de dejar sus estudios y trabajar para poder solventar los gastos del hogar. Y no sólo eso, sino que ante esta crisis sanitaria, ¿cuáles son las posibilidades de conseguir un empleo y el tipo de empleo que este sería? Los estragos económicos de la pandemia han tenido como consecuencia que mucha gente ha perdido sus empleos y muchas empresas pequeñas o negocios locales se han ido a la quiebra. Otra situación a la que nos enfrentamos es que no hemos terminado nuestros estudios universitarios, en consecuencia los empleos que se pueden conseguir son precarios, obteniendo salarios menesterosos.
¿Por qué volvemos a mencionar las problemáticas propias de los estudiantes, si este artículo versa sobre profesores? A veces se tiende a pensar que las realidades del estudiantado y del profesorado son realidades diferentes pero, aunque puede que en algunos aspectos o casos lo sea, esta situación nos demuestra que en esencia la realidad material de estudiantes y profesores de la “Universidad de la Nación” es la misma. Al igual que sus estudiantes, muchos maestros han padecido muchísimos problemas no visibilizados por carecer de los equipos técnicos que necesitan; y por lo indignantemente magros que son sus salarios, muchos profesores han tenido que buscar, al igual que sus estudiantes, otros trabajos que en su mayoría también son precariamente remunerados. Esto se suma como un problema que afecta a la calidad de la educación que recibimos.
El punto, entonces, de entremezclar los problemas de un sector con los problemas del otro es demostrar que los problemas de los profesores, si bien no son exactamente iguales, si son muy similares a los problemas de los estudiantes. Después de todo, ambos estamos en el lado de los oprimidos en la sociedad de clases, y somos todos, estudiantes y profesores, quienes pagamos las consecuencias del ordenamiento burocrático de la universidad.
Como Juventudes Marxistas nos solidarizamos con nuestros profesores y exigimos el pago de sus salarios, la solución a sus demandas y la mejora de sus condiciones laborales. La lucha por condiciones laborales dignas es parte de la lucha por tener una educación de calidad. Debemos luchar por la democratización de nuestra universidad, pues si fue la verticalidad burocrática la que nos metió en el problema, la gestión democrática de todos los aspectos administrativos y académicos de la vida universitaria nos sacará de él. Es necesaria la unidad de la comunidad universitaria en la defensa de los derechos de profesores, administrativos y estudiantes, en defensa de los derechos laborales y de una UNAM pública, democrática, gratuita y de calidad.