En el estado de Nuevo León en este año habrá elecciones para gobernador, alcaldes, diputaciones federales y locales. En el presente artículo se dará un análisis sobre los candidatos hacia la gubernatura del estado.
En Nuevo León la clase empresarial conformada por el Grupo de Monterrey, que aglutina a los empresarios más ricos y/o poderosos, han sido siempre un poder de decisión de sus autoridades políticas, sobre todo en el caso de la elección para la gubernatura del estado, en la próxima elección se presentan 7 candidatos pero solo 4 de ellos tienen realmente oportunidad de ganar la elección, los candidatos que se presentan en la elección son el candidato Adrián de la Garza por el PRI, Clara Luz por Morena, Fernando Larrazábal por el PAN y Samuel García por Movimiento Ciudadano y cada uno de estos candidatos representa a un grupo político asentado en la entidad comenzando por el candidato Adrián de la Garza que estuviera ligado al ex gobernador Rodrigo Medina, que en la actual administración del gobernador Jaime Rodríguez alias El Bronco, fue sujeto a una investigación por desvíos de recursos y también se le recuerda por ser la época más violenta del estado cuando el candidato Adrián de la Garza ocupaba la procuraduría del estado, de ahí su paso a la alcaldía de la ciudad de Monterrey y en dónde elección del año 2018 se le recuerda el fraude hacia al candidato del PAN.
La postulada por el partido del presidente es la ex alcaldesa Clara Luz que gobernó el municipio conurbado de Escobedo en donde estuvo un período de 2 administraciones y su gobierno actual tuvo buenos resultados en su modelo de seguridad, pero también se habla del cacigazco de su esposo el priísta Abel Guerra que también estuvo implicado en supuestos casos de corrupción, pero en la actual campaña se presentó un video que tuvo una gran afectación en cierto sector de la sociedad regiomontana y fue el vídeo presentado por el candidato del PRI en donde se sostenía una reunión de la candidata Clara Luz con un convicto de la secta NXIVM.
Del candidato Fernando Larrazábal, que fue postulado por el PAN, se le recuerda por haber sido alcalde del municipio de San Nicolás y de la ciudad de Monterrey, y en esta administración se vio envuelto en un escándalo de cobros de sobornos de diversos casinos de la ciudad, ya que en esa época sucedió el atentado del casino Royale en donde murieron 52 personas por no tener salidas de emergencia, de ahí que la procuraduría en ese entonces presentara un vídeo donde sale el hermano del alcalde Larrazábal recibiendo una bolsa de dinero, presuntamente sobornos, para que los casinos operarán sin ningún problema, hay que aclarar que el vídeo fue grabado en otro casino, y de ahí el señor Larrazábal se haya retirado de la política.
A todo lo escrito anteriormente, la mayoría de los ciudadanos de Nuevo León ve a estos candidatos como personajes muy cuestionados. Por último, nos queda el candidato de Movimiento Ciudadano, Samuel García. También podríamos hacer algunos cuestionamientos sobre él por parte de la sociedad regiomontana. Su tío es el ex líder del cartel del Golfo apodado “El June”, quien se encuentra pagando una condena de 44 años por delitos de narcotráfico. También están las investigaciones de la UIF hacia su padre por ser, presuntamente, uno de los mayores “factureros” del estado de Nuevo León. Aún con estos antecedentes nos queda la pregunta ¿por qué Samuel García va en el primer lugar de la encuestas? Primero que nada, hay que mencionar que los otros candidatos no son mejores, todos tienen sin excepción, una historia de corrupción y violencia. Hay que sumar el gasto excesivo en las redes sociales de Samuel García para posicionarse entre la simpatía de la población de Nuevo León. Antes de escribir este artículo llevaba la cantidad de 20 millones de pesos gastados tan solo en las redes sociales, además de que cuenta con el apoyo del grupo mediático El Norte, un periódico muy influyente en la sociedad regiomontana pero que defiende los intereses de la clase empresarial del llamado Grupo Monterrey. También podríamos hablar su retórica en contra de AMLO y su propuesta de renegociar o salirse del pacto fiscal, propuesta llamativa para cierta parte del electorado, tampoco podemos evitar mencionar el discurso clasista hacia los Estados del sur del país, su campaña en redes sociales con memes, tik toks, etc., ha sido muy atractiva para muchos jóvenes, pues estos pasan la mayor parte de su tiempo en las redes sociales. Este candidato ha invertido una cantidad enorme de dinero en esta campaña, como ningún otro, que evidentemente tendría efectos en su campaña.
El pasado 10 de mayo la Fiscalía General de la República, señaló que iniciará un proceso de investigación contra los candidatos Adrián de la Garza (PRI) y Samuel García (MC), a través de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.
En el caso del candidato del PRI, la carpeta de investigación se abrió por coacción y compra del voto, dado que en campaña ha solicitado el voto de las mujeres a su favor, a cambio de “tarjetas rosas”, con las que las mujeres podrán obtener dinero en caso de que el candidato gane las elecciones. Sabemos muy bien que la compra del voto es una práctica muy común entre los representantes del PRI, pero quizás nunca habían sido tan descarados.
En el caso de Samuel García, la investigación es por la “presunta” recepción de aportaciones económicas y en especie de origen ilícito para fines electorales, denunciado por la UIF de la SHCP, pero este proceso no para sólo con el candidato, sino que también abarca a su esposa, “la influencer”, Mariana Rodríguez y a su suegro Jorge Rodríguez.
Hasta el 4 de mayo pasado y después del debate entre los candidatos a la gobernatura, la encuesta presentada por Reforma indicó que Samuel García registró 36% de las preferencias electorales; seguido por Adrián de la Garza con 25%; en tercer lugar, Clara Luz Flores con 15% y en un no muy lejano cuarto lugar Fernando Larrazábal con 14%.
Es muy probable que, con las carpetas de investigación presentadas por la FGR, estas encuestas se muevan un poco, quizás favoreciendo a la candidata de Morena. Sin embargo, lo que también es muy claro para nosotros es que, para el pueblo trabajador de Nuevo León, no hay un candidato que represente sus intereses. Todos los candidatos, incluyendo a la del partido del presidente, tienen un oscuro pasado y claramente representan los intereses de la clase dominante empresarial del estado, quienes desde hace mucho son los que mueven los hilos de la política de Nuevo León.
Las elecciones se llevarán a cabo, los resultados definirán un candidato, pero el verdadero cambio que necesitan los trabajadores vendrá de su capacidad de organización y la lucha que podamos emprender contra esta clase política corrupta y contra los representantes del gran capital. Es necesario buscar desde las bases a los verdaderos representantes del pueblo obrero, y si estos representantes de la base no tienen cabida dentro de la burocracia de Morena, tendremos que organizar nuestras fuerzas para rebasar por la izquierda a las estructuras electoreras, conciliadoras y burocráticas presentes en este partido y avanzar hacia la formación de un partido obrero y revolucionario que luche y represente los intereses de las mayorías oprimidas.