Nuestra organización está comprometida con la lucha contra la violencia a la mujer. Todo tipo de abuso debe ser erradicado. Éste es un problema que nosotras sufrimos a diario en carne propia y nos solidarizamos con las víctimas que la han padecido. Hemos sido partícipes de las luchas contra el acoso en las escuelas y por la exigencia de justicia en casos de feminicidios, que lamentablemente hemos vivido como organización de cerca. Esta violencia es estructural, está ligada a la sociedad de clases que relega a la mujer a un segundo plano, generando condiciones para la reproducción de la violencia contra nosotras además de normalizarla.
Los hombres y mujeres que integramos las organizaciones que luchan contra este sistema explotador y violento, no hemos crecido en el vacío, hemos sido educados bajo una sociedad clasista y sumamente machista, por lo que estamos expuestos a reproducir los vicios de esta sociedad. Nadie esta exento de reproducir el contexto social decadente en el que vivimos y es por esto que debemos luchar contra la violencia cotidiana, sin perder la perspectiva de atacar de raíz el problema, he ahí donde vemos la necesidad de combatir al sistema capitalista que es violento por naturaleza y para ello es necesario fortalecer las organizaciones revolucionarias.
La página de Facebook “Denuncia a tu macho de izquierda”, fue creada por un grupo de compañeras que fueron violentadas en diversos colectivos y organizaciones de izquierda, en esta página, se presentaron dos denuncias anónimas sobre dos compañeros de nuestra organización el pasado mes de noviembre.
No está de más decir que La Izquierda Socialista siempre ha estado en primera línea en la lucha contra la violencia machista hacia la mujer y que cualquier denuncia de las compañeras nos la tomamos muy en serio. Inmediatamente que supimos de estas denuncias, los órganos de dirección de la organización se reunieron para discutir los casos y se informó a toda nuestra militancia sobre estas denuncias.
A partir de esta situación, se formó una comisión para llevar adelante una investigación, verificar los hechos y tomar las medidas necesarias.
Se decidió también ponernos en contacto con las administradoras de la página en cuestión pidiendo más información, incluso colaborar conjuntamente para que la investigación fuera lo más clara posible. La respuesta que recibimos por parte de las administradoras de la página no se hizo de forma personal sino con un comunicado público donde respondían en general a otras organizaciones y a nosotros. Dijeron, sin saber los resultados de la investigación ni las determinaciones que tomaríamos, que no colaborarían con encubridores.
Esta respuesta nos pareció muy poco seria e irresponsable de su parte, ya que sí las denuncias tienen un objetivo, este es tomar medidas para proteger a las compañeras. Pese a que las compañeras se negaron a colaborar en dar continuidad a las denuncias, decidimos avanzar nosotros en la investigación. Después de dos semanas de trabajo, la comisión —que por cierto fue integrada en su mayoría por compañeras— rindió un informe.
En uno de los casos, después de hablar con todas las compañeras que nos fue posible contactar, que desarrollaron un trabajo político con el compañero en el momento referido, se determinó que la denuncia (que en ningún momento habla de algún tipo de abuso sexual) no tenía ningún sustento sólido. Aún con ello recomendamos al compañero cuidar sus relaciones personales y su trato en el trabajo político.
Con la otra denuncia que señalaba casos de violencia física y psicológica, no nos fue posible contactar con la parte acusadora, sin embargo, el compañero aceptó parte de las acusaciones en cuestión, en un contexto de una relación poco sana. Sumado a ello, en el proceso de investigación se descubrió que el compañero incurrió en otros comportamientos inadecuados, por lo que se determinó la separación del compañero de la organización, exhortándolo a reflexionar, pidiéndole un cambio en su comportamiento y con la posibilidad de mantener debates políticos con la organización.
Estos resultados y medidas tomadas se informaron a toda la militancia de la organización de forma oportuna. Además, como conclusión general, hemos discutido otros aspectos que lleven a la organización a reforzar su lucha contra la violencia machista, dentro y fuera de la misma, así como ampliar nuestro análisis sobre las causas y los métodos para combatirla adecuadamente.
Entendemos que las organizaciones políticas no son burbujas al margen de la sociedad, que en su interior se pueden reproducir comportamientos machistas y de maltrato, y debemos estar en guardia para luchar contra ellas. No pensamos que las medidas punitivas sean una receta para terminar con la violencia, menos aún a lo interno de nuestra organización, sino la educación política, el trabajo y debate colectivo para elevar el nivel político de toda la militancia.
Las denuncias anónimas deben tener seguimiento para que se puedan tomar acciones en defensa de las compañeras violentadas o para prevenir que cualquier tipo de violencia se siga reproduciendo en nuestros espacios de lucha, no para nulificar de forma burocrática la acción política y revolucionaria de las mismas, pues esto termina siendo beneficioso para nuestros enemigos de clase. Desde La Izquierda Socialista mantenemos firme nuestra convicción en la lucha contra el machismo y la violencia hacia la mujer, dentro y fuera de nuestra organización, y levantamos la bandera de la lucha de clases para erradicar por completo la base material que origina todas las formas de opresión, luchamos contra la barbarie del capital y nuestra lucha siempre será encaminada hacia la emancipación de la mujer y de la clase obrera.