El día de ayer, 5 de septiembre de 2024, se convocó a los vecinos del pueblo de San Gregorio Atlapulco a una marcha en apoyo a la maestra jubilada Hortensia Telésforo. La alcaldía de Xochimilco la acusa del delito de despojo. La marcha estaba programada para salir de la antigua biblioteca comunitaria, ahora rebautizada Casa del Pueblo Tlamachtiloyan de Atlapulco, y llegar al Reclusorio Sur. Sin embargo, al no ser recibidos en dichas instalaciones, los manifestantes se dirigieron a la explanada de la alcaldía de Xochimilco, donde fueron encapsulados por policías y luego agredidos por golpeadores del gobierno, armados con armas blancas y de fuego. Hubo heridos y detenidos, quienes fueron trasladados al Ministerio Público de Tlalpan, La Joya.
¿De dónde surge esta lucha, cuáles son los antecedentes de represión y qué medidas podrán tomar los pueblos y barrios originarios de Xochimilco? A continuación, abordaremos estos temas.
La lucha por espacios culturales populares
Este conflicto se remonta al problema con la biblioteca de San Gregorio, la única biblioteca pública del pueblo, la cual fue cerrada bajo el pretexto de remodelación. Si bien la remodelación fue evidente, las autoridades nunca aclararon las verdaderas intenciones. Un vecino comenta: «Realmente sí se remodeló, y costó mucho dinero [más de 18 millones de pesos], pero nunca se volvió a abrir al público.» Los pobladores notaron que desde afuera ya no se veían libros ni estanterías.
La sorpresa fue mayor cuando los vecinos comenzaron a observar que, por las noches, se realizaban fiestas privadas en las instalaciones, presuntamente para funcionarios de la alcaldía. Una vecina afirma: «En el pueblo todos nos conocemos, sabemos a qué nos dedicamos y de qué familia somos», lo que les permitió identificar que a esas reuniones asistían personas ajenas a la comunidad.
El sentimiento predominante entre los habitantes de San Gregorio Atlapulco era de rabia y descontento por la pérdida de su único espacio de acceso a la cultura, en una zona con un alto nivel de marginación. Xochimilco ha sido siempre un lugar con pueblos y barrios originarios, donde la comunidad se une para luchar contra la entrada de empresas transnacionales y proyectos inmobiliarios que buscan apropiarse de recursos, como el agua, y construir en terrenos ejidales.
Ante el despojo de este espacio único en la zona, los vecinos se organizaron y tomaron por la fuerza el predio de la biblioteca para ponerla otra vez al servicio del pueblo de San Gregorio y pueblos aledaños. Lo que nos hace ver la fuerza que puede tener el pueblo organizado y los resultados que puede obtener cuando se realizan acciones coordinadas en las calles. El pueblo, y más en específico la clase trabajadora es capaz de reconquistar por la fuerza lo que el gobierno o cualquier autoridad le pueda arrebatar por medios burocráticos y policiales.
La biblioteca fue rebautizada como Casa del Pueblo Tlamachtiloyan de Atlapulco, y casi de inmediato comenzó a ofrecer cursos y talleres de música, pintura, escultura y clubes de lectura. El espacio cumple con su función como lugar de esparcimiento y acercamiento a la cultura, gestionado por los mismos vecinos y con cursos impartidos por los mismos pobladores que dominan alguna de esas artes u oficios. Además, es un centro de organización popular, donde se realizan asambleas, coordinadoras, foros e informes.
Es evidente por qué a las autoridades les interesa tanto combatir estos proyectos comunitarios y apagar la chispa de estos movimientos.
Represión: El instrumento favorito de las autoridades
San Gregorio Atlapulco es reconocido por sus vecinos por ser un pueblo «aguerrido» en el sur de la ciudad, marcado por las autoridades locales como un lugar que «se manifiesta mucho» y cierra vialidades. No es la primera vez que sufren represión. En una ocasión, el cuerpo de granaderos de la Ciudad de México —supuestamente desaparecido por la entonces jefa de gobierno (y ahora presidenta electa), Claudia Sheinbaum— allanó la casa de una vecina de la tercera edad y destrozó su vehículo, macetas y ventanas. (Reportaje en Xochimilco Despertar).
Según pobladores de San Gregorio y Santa Cruz Acalpixca, a la maestra Hortensia se le han levantado cargos de despojo de propiedad federal. La Asamblea General Permanente del Pueblo de San Gregorio emitió un comunicado ante su criminalización. Esta acción, sin embargo, no responde a que ella sea la dirigente indiscutible del movimiento, sino como una medida ejemplar para infundir miedo entre la comunidad organizada, buscando que los pobladores no se manifiesten más.
Las autoridades no lograron infundir ese miedo y la comunidad de varios poblados se hizo presente para marchar de la Casa Tlamachtiloyan al reclusorio Sur, donde se le dictaría sentencia. Sin embargo, en dichas inmediaciones no se les atendió. La marcha tomó nuevo rumbo hacia la alcaldía de Xochimilco, donde ya los esperaban policías y granaderos que los encapsularon mientras algunos compañeros participaban dando su discurso explicando sus exigencias. La maniobra más descarada, al estilo Díaz Ordaz o Echeverría, fue que los policías se retiraron dejando solo una línea de elementos en la entrada de la alcaldía, e inmediatamente llegaron alrededor de 40 golpeadores vestidos de civil arrebatando las mantas y pancartas a los manifestantes. También los encapsulaban y le pegaron con armas blancas como se puede ver en el video. Se presume también que llevaban armas de fuego con las que amenazaron a los manifestantes. La inmediata captura y disposición al MP está clara: los golpeadores eran agentes de la autoridad. Que hicieron el trabajo sucio que no puede hacer de manera tan visible el gobierno de la Ciudad.
Con estos hechos podemos confirmar otra lección: Al Estado no le importa ejercer su capacidad de violencia para imponer el debido orden que garantice los privilegios de la clase opresora y sus agentes en el gobierno.
Ésta es una práctica común de los funcionarios autoritarios; en vez de atender a los trabajadores y el pueblo, prefieren mitigar las manifestaciones por medio de la violencia y así infundir miedo a cualquier intento de organización y lucha contra las injusticias. Ésta no fue la excepción y, para poder callar las voces que se manifiestan contra el saqueo de los recursos, urbanización forzada y secuestro de espacios públicos. Tomaron las medidas gansteriles ya explicadas. Entre los detenidos están pobladores de San Gregorio Atlapulco, Santa Cruz Acalpixca, Colectivo Resistencia Otomí.
Responsabilizamos al alcalde de Xochimilco, el morenista José Carlos Acosta Ruiz; a la Alcaldesa Sustituta, Juana Onésima Delgado Chávez y al Director Jurídico, Francisco Pastrana Basurto de la seguridad e integridad de nuestros compañeros.
¡Unidos y organizados venceremos!
A la manifestación afuera del MP acudieron más vecinos y miembros de otras organizaciones sociales. Más tarde que temprano, el colectivo logró entrar al MP con la intención de sacar por la fuerza a sus compañeras y compañeros heridos, detenidos y torturados. Esta hazaña nos da de nuevo una lección necesaria de aprender y tener siempre en mente: las fuerzas de la clase trabajadora son avasalladoras, y cuando actuamos en las calles y golpeamos como uno solo, cualquier institución, gobierno o cuerpo represor, es fácilmente aplastado por la marea de las y los trabajadores.
Es importante recalcar que las fuerzas de un movimiento son limitadas. Las personas, recursos y dependencias a las que se les exige cierta demanda mantienen limitantes que no permiten al movimiento ir más allá. Esto lo sabe perfectamente el Estado y para debilitarlos la Secretaría de Seguridad Ciudadana desplegó más granaderos y se intensificó la represión ahora adentro de las instalaciones de la fiscalía. Ahí golpearon a cerca de 20 compañeros más, se le quitó el celular a un reportero y golpearon también al abogado que iba representando a los compañeros detenidos.
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Posted by Facebook on Friday, December 5, 2014
Ante la represión, desde la tarde, varias organizaciones políticas y sociales, se manifestaron en favor de los pobladores de San Gregorio Atlapulco. Varios medios de comunicación, páginas de internet, y personajes de la vida política de clase trabajadora difundieron videos y comunicados de dicha represión. Esto sirvió para hacer ruido y presión tanto en redes sociales como en las calles y en todos los niveles de gobierno resultando en la liberación de nuestros compañeros presos. Esta acción espontánea pero coordinada logró reunir la suficiente fuerza para que el Estado diera un Paso atrás, replegara su fuerza policial y liberara a los detenidos.
Esta es una victoria parcial del pueblo, de la clase trabajadora en su conjunto y nos deja varias lecciones que hay que rescatar para las próximas luchas; desde el descaro del Estado para usar su fuerza represora, hasta la acumulación de fuerzas en las calles que es capaz de asestar golpes certeros; pasando también por el factor de la comunicación por todos los medios posibles y la solidaridad de la clase obrera con las luchas específicas de algunos grupos o sectores que es capaz de dotar de fuerza al movimiento específico y en general.
La lucha no ha terminado, ya que los cargos contra la maestra Hortensia Telésforo siguen vigentes, y las carpetas de investigación no desaparecerán fácilmente. Está en espera de sentencia todavía.
ELIMINACIÓN DE CARGOS Y CARPETAS DE INVESTIGACIÓN CONTRA:
Penélope Estefanía Galicia Argumedo
Anselma Margarita Francisco
Jorge Manuel Cancino García
Uriel García Rojas
Roberto Rodríguez Contreras
Hortensia Telésforo
El movimiento necesita regresar, reorganizarse y salir con más fuerza a las calles a luchar. Los vecinos de los pueblos y barrios originarios de Xochimilco, Tlalpan, Tláhuac, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Coyoacán, etc. deben llamar a asambleas barriales para discutir los temas que los atañen como:
- La lucha contra el robo de recursos como el agua.
- La expulsión de proyectos inmobiliarios.
- El control democrático de los recursos asignados para el mejoramiento de las calles y plazas públicas.
- La lucha contra la criminalización de la protesta.
- Proyectos comunitarios de difusión cultural.
- Combate a la inseguridad por medio de comités vecinales.
Estamos seguros de que hay muchos otros temas en común entre los habitantes. Convocando asambleas locales y luego una asamblea general de pueblos y barrios con delegados electos democráticamente, se podrá levantar como bandera un programa de lucha que una a todos los trabajadores, estudiantes y vecinos de las alcaldías de la Ciudad de México. Gracias a estas luchas ejemplares que dan oportunidades de organización colectiva, no nos cansamos de decir:
¡UNIDOS Y ORGANIZADOS VENCEREMOS!
Organización Comunista Revolucionaria