Escrito por Fanny
Desde el inicio del mandato de Enrique Peña Nieto, se anunciaron con bombo y platillo las tan necesarias (según el gobierno Federal) Reformas Estructurales, que traerían estabilidad a la economía mexicana, desarrollo de nuevos empleos, mejores salarios y bajas en los precios del gas, la energía eléctrica y las gasolinas. Sin embargo, durante estos cuatro años de gobierno priísta, hemos visto como todas sus falsas promesas se desmoronan y como el resultado, de sus reformas, ha sido todo lo contrario a lo anunciado.
En 10 años el precio de la gasolina Magna subió de $6.76 a $16.32, como precio máximo para la Ciudad de México en el 2017, un aumento de casi el 180%.
Actualmente el precio de la gasolina se determina por cuatro factores: el 43% como precio de referencia internacional, el 26% del Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS), 14% de margen comercial, mermas y costos de transporte y el 17% por Impuesto al Valor Agregado (IVA), más otros conceptos.
La liberación de los precios y el aumento, va en sintonía con la privatización del sector energético, con la finalidad de que una vez abierto completamente la venta de la gasolina a la iniciativa privada, el precio sea alto y genere una mayor ganancia para los empresarios.
El paso adelante que dio Cárdenas al expropiar el petróleo se vio en retroceso con le reforma energética, pero la medida que ahora tiene en la encrucijada a los trabajadores es la del gasolinazo que no solo significa el alza a la gasolina de quienes tienen un automóvil que según datos solo es el 10% de la población, repercutirá esta medida en el incremento de la canasta básica, es decir será ahora más costosa la vida en nuestro país de lo que ya era.
Es por eso que el pasado 5 de noviembre como esfuerzo de diferentes convocatorias se llevó a cabo la primera reunión organizadora donde se conformó la Coordinación Metropolitana de Resistencia, este esfuerzo organizativo en el que participamos compañeros de la Izquierda socialista junto con algunos cientos de compañeros y organizaciones, entre ellos el Padre Solalinde, tiene el objetivo de aglutinar de forma amplia, al menos en la zona metropolitana, los esfuerzos para ir en contra del gasolinazo y lo que ello significa.
Uno de los resolutivos acordados es el llamar a otra reunión, para avanzar en esta coordinación, la cual se llevará a cabo, el próximo miércoles 11 de enero a las 5 pm bajo el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México.
Por una organización popular en defensa de los trabajadores.
Unidos y Organizados VENCEREMOS.