Creo importante mencionar primero que el Barrio de San Francisquito, ubicado en la zona del centro histórico de la capital queretana, constituye uno de los más antiguos barrios de la ciudad y de mayor valor histórico y cultural al ser importante asentamiento chichimeca, lugar de origen de danzas de dicha comunidad.
En el balance redactado de la asamblea, publicado en su web en diciembre de 2019, se da a conocer algunas acciones que han emprendido en oposición a los proyectos de gentrificación que promueven gobierno local de la mano de empresas inmobiliarias y de centros comerciales.
Cabe señalar que el actual despojo hacia el barrio y sus habitantes no es novedad alguna ya que proviene de tiempo atrás.
Algunos indican que esta brusca transformación inició con la edificación de la plaza de las américas. Más recientemente la llegada del concepto comercial e inmobiliario de Latitud – Puerta la Victoria y del perversamente llamado Barrio Santiago, vienen a representar una amenaza al contribuir al proceso de gentrificación, elevando el costo del uso de suelo, apropiándose de casas y terrenos a montos desproporcionados, casi regalados, obligando a familias enteras a dejar su patrimonio.
Hay que decir también que el gobierno local, emanado del PAN, respondiendo a la clase burguesa de la que provienen, se ha empeñado en llevar a cabo sus planes de gentrificación con la consigna del falso desarrollo económico, apoyo al turismo y las expresiones culturales propias del barrio, cuando lo que hace es ejecutar acciones que contradicen la voluntad popular de sus habitantes.
Frente a esto, el barrio de San Francisquito ha mostrado actitud combativa y disposición de luchar por su patrimonio social y cultural y por tener una auténtica democracia popular en la que los habitantes autogestionen los asuntos públicos.
Resulta esencial la organización del barrio bajo una dirección que rompa con el orden capitalista, mediante la realización de reuniones y asambleas generales y por secciones, que se hermanen con demás barrios que se encuentran en lucha y que difundan su trabajo político a todas aquellas colonias y barrios proletarios para que no permanezcan aislados dichos esfuerzos.
¡Luchar, luchar hasta vencer!
¡Basta de gentrificación!