En la década de los ochentas, se creó por decreto presidencial el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA) que tiene la finalidad de atender a las personas jóvenes y adultas que por diferentes motivos no supieran leer y escribir, y que no contaran con su educación primaria y secundaria. Tal vez la creación de esta institución fue la pretendida culminación de un objetivo de las generaciones anteriores, de lograr por medio de la educación, un medio que les permitiera encontrar la liberación con la posibilidad de sentirse y vivir dignamente como seres humanos, eliminar la injusticia histórica de nuestro pais, como lo es el analfabetismo logrando los ideales que se encuentran en todas las luchas de clases de nuestro pais, desde la independencia hasta la revolución mexicana.
La realidad es que, al inicio de su operación, el INEA intento fomentar una educación crítica y progresista basada en la educación liberadora y popular de Paulo Freire, que entre otros elementos pedagógicos y políticos dejó en claro varios temas, como por ejemplo; que la educación es un acto político, que no existen ignorantes ni sabios absolutos, que la educación, política y poder llevan una relación intrínseca, que hay ideologías en la educación y entre las peores esta la fatalista, y que la educación debe de servir para democratizar la escuela, la política y los sindicatos.
Estas bases pedagógicas y políticas no iban a ser permitidas por la “democracia perfecta” del PRI, y antes de ponerse en práctica, el método y la teoría fueron manipulados y tergiversados de tal manera que la educación popular no fuera practicada por los trabajadores del INEA, aunado a esto, las autoridades del instituto desde el nivel Nacional y Estatal, son puestos políticos designados por compadrazgo, amiguismo, nepotismo y por consiguiente dichas servidores públicos no tienen la más peregrina idea de la educación popular y liberadora, la gran mayoría practicaron una educación “bancaria” donde son expertos en su ejecución, de hecho, son directivos conservadores e ineficientes que se atemorizan ante la posibilidad de que el pueblo empiece a pensar por su cuenta y empiece a criticar el sistema injusto y de opresión que ocasiona el capitalismo, pero alguien escribió alguna vez, que no existen responsabilidades completas, entonces la interrogante que surge es ¿que hizo el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para los Adultos (SNTEA) durante estos 40 años? ¿De qué manera participa para mejorar la educación de los adultos, que es su materia de trabajo? La realidad es que el SNTEA, es un sindicato que se ha caracterizado por mantener una elite en las directivas y que inclusive hay personal de base que solo se intercambian los lugares en las secretarías, hasta el momento la representación sindical no ha incentivado la educación popular y critica, porque esa misma formación promoverá la critica a su permanencia e inacción de las directivas sindicales de protección, entonces ¿en dónde está la educación de personas jóvenes y adultas en nuestro pais?
Vivimos una época de alternancia y cambio, la reforma laboral del año 2019 y la llegada de la 4ta transformación al Gobierno Federal, que nos obliga a preguntarnos ¿Qué está haciendo el Gobierno Federal por la educación de las personas jóvenes y adultas? ¿será que, hasta este mismo proyecto de la 4ta transformación, le atemoriza practicar una educación liberadora? ¿Qué está pasando actualmente en la educación de adultos en nuestro pais?
Actualmente la educación de adultos sigue mostrando muchas carencias como;, falta de edificios propios, parque vehicular, salarios dignos a los educadores de adultos, excesivo burocratismo, autoritarismo de parte de directivos, un sinfín de problemas y deficiencias, aun con esto, muchos educadores de adultos, día con día se educan junto con los educandos en rezago educativo, estos maestros que el sistema del INEA, llama “asesores” son los que dan la cara por el instituto y son los que lo mantienen a flote y con la esperanza de dignificar la educación para adultos.
Nos parece que ahora corresponde a los trabajadores sindicalizados del INEA, participar con propuestas teóricas y prácticas promoviendo un cambio radical en la operación del INEA, un cambio, hacia una educación que permita a las personas jóvenes y adultas en rezago educativo convertirse en sujetas de su propio aprendizaje, ¿utopía? tal vez, sin embargo, si la educación no nos permite soñar, entonces qué tipo de educación es por la que debemos de luchar…