Por: Estudiantes de la Escuela Normal de Especialización
Somos estudiantes de la Escuela Normal de Especialización Polanco y esto es lo que sucede en nuestra escuela.
Somos estudiantes de la Escuela Normal de Especialización (ENE) de la Ciudad de México, la cual, es pionera y casa formadora de docentes en Educación Especial en Latinoamérica desde 1943; es una institución de educación superior precursora en la formación de docentes especialistas, misma que forma parte de las cinco Escuelas Normales federales que se encuentran en la Ciudad de México (anteriormente Distrito Federal) y que, con 75 años de vida, es la Escuela Normal más joven y la única, dentro de dicha zona, que brinda el servicio de atención en Educación Especial a las personas con discapacidad.
Hasta éste año, la ENE se dedicaba a formarnos en cuatro áreas de atención a la discapacidad, que son: visual, motriz, intelectual y auditiva y de lenguaje; sin embargo, en este ciclo escolar 2018 – 2019, se abrogó de manera clandestina la Lic. en Educación Especial, siendo sustituida por la Lic. en Inclusión Educativa, misma que fue impuesta con una nueva malla curricular inconclusa, la cual afirma responder a lo propuesto en la Reforma Educativa 2013, de acuerdo al enfoque inclusivo.
La nueva licenciatura elimina las cuatro áreas disciplinares de atención a la discapacidad, y ahora las denomina materias optativas, los cursos específicos para la atención a la discapacidad (Braille, Aritmografía, Lengua de Señas Mexicana, Orientación y Movilidad, Estimulación Temprana y Tableros de comunicación) fueron reducidos en su carga horaria y algunos eliminados. El nuevo plan de estudios está desglosado en 32 páginas, el cual carece de programas y materiales de apoyo por asignatura, a excepción del primer semestre, esto justificado por las autoridades afirmando que y citamos las palabras de la directora María Luisa Gordillo Díaz “ningún plan de estudios ha sido entregado concluido en su totalidad al momento de implementarlo”.
Afirmamos que se implementó de manera desdeñosa ya que los compañeros de primer grado realizaron su proceso de admisión de acuerdo con la convocatoria de marzo 2018, publicada por la Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio (DGENAM), inscribiéndose en la Lic. en Educación Especial en un área disciplinar de atención a la discapacidad, sin saber que dos días antes de la publicación de los resultados se les informaría que dicha licenciatura había sido erradicada, así como sus áreas de atención. Por otro lado, el resto de la comunidad estudiantil del tercer al séptimo semestre desconocían este suceso.
Posteriormente, el día 4 de octubre, tras la resolución del amparo en revisión 714/2017, en el cual, los Ministros de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declararon que los niños con discapacidad deben integrarse al sistema ordinario, sin importar su condición, por el derecho a la educación inclusiva, estableciendo a la Educación Especial como discriminatoria e inconstitucional, inicia su remplazo.
Por tales razones, el 10 de octubre los alumnos de la Escuela Normal de Especialización, comienzan a manifestarse hasta que el día 22 de octubre se estipula un paro indefinido por la inconformidad y preocupación por el futuro de la atención educativa a la discapacidad y de nuestro futuro como profesionistas de la Educación Especial. La inclusión es una obligación de todo el sistema educativo, sin embargo, la atención a la discapacidad nos compete a quienes nos formamos para brindarles la atención educativa apropiada y que ellos merecen, quienes tenemos vocación y competencias para poder responder al alumnado con discapacidad de cualquier índole, pues estamos convencidos de que la Educación Especial es un camino y una disciplina sustentada por varios años de esfuerzo y estudio, que da pie para alcanzar los objetivos propios de esta licenciatura y atender a las necesidades que la discapacidad demanda, más no para ser erradicada.Hasta el día de hoy, a pesar de las amenazas, chantajes, manipulaciones, intimidaciones, presiones y represiones por parte de las autoridades educativas, tanto de la ENE, como de la DGENAM; hemos emprendido diversas acciones testificadas en documentos y tres pliegos petitorios que han sido entregados en diferentes instancias, como lo son directivos de la ENE, DGENAM, DGESPE, H. Congreso de la Unión y casa de transición del presidente electo.
Estamos seguros de que la unión de los padres de familia, así como docentes en Educación Especial, permitirá grandes logros, es por ello por lo que pedimos su apoyo y colaboración para defender la Educación Especial, exigiendo que se restituya y se fortalezca como medio de atención educativa hacia la discapacidad, pues sabemos que se necesita mucho más que inclusión educativa para favorecer las áreas de oportunidad y desarrollar las fortalezas del alumnado con discapacidad.
Con Educación Especial podemos educarnos todos.