«La fuerza del movimiento contemporáneo reside en el despertar de las masas y su debilidad reside en la escasa sensibilidad e iniciativa de los líderes revolucionarios»
El domingo 5 de febrero, se movió una vez más la máquina represiva del régimen dictatorial para romper los huesos de los manifestantes en la zona del Rif al norte de Marruecos. Esto ocurrió, según el comunicado de la Comisión de Información y Comunicación del Movimiento Popular en la provincia de Alhucemas, tras el llamamiento de los activistas del movimiento popular en Alhucemas, a conmemorar la muerte de Abd el-Krim El-Jatabi, «a través de concentraciones masivas en la plaza (de Kalabonita), y que se supone que ahí se debía presentar el documento final con las demandas de la población […]» El comunicado añade que mientras que las masas estaban acudiendo en “miles de cada pueblo” «la máquina represiva, ejerció brutalmente su terrorismo contra los ciudadanos desarmados con un levantamiento represivo nunca visto en la región desde 1958/1959 […]».
En la ciudad de Alhucemas la máquina represiva lanzó una campaña de persecuciones contra los manifestantes. Desde la mañana del domingo, las autoridades militarizaron toda la región e instalaron decenas de puestos de control en las carreteras con el fin de impedir la llegada de los manifestantes a la ciudad, y expulsó a los manifestantes de alrededor de «la plaza Kalabonita», en la que estaba programada el comienzo de la marcha, y fueron perseguidos incluso después de que se hubieran refugiado en la montaña que tiene vistas a la plaza. «Con un bloqueó total de las carreteras que unen los pequeños pueblos de la zona… invadieron las tiendas, cafeterías y torturaron a los ciudadanos sin diferenciar entre ellos. » La campaña de persecuciones, detenciones y provocación continuo hasta las últimas horas de la noche del domingo, y las fuerzas de represión dispersaban cualquier agrupación de más de 4 personas.
La máquina represiva ha llegado a su punto más alto en el área de Bokidarn, donde ha intervenido brutalmente para impedir una marcha de masas, que se dirigía a pie hacia Alhucemas. Las fuerzas represivas utilizaron contra los manifestantes desarmados, vehículos blindados de ataque y tanques de agua y soldados armados con porras y gas lacrimógeno. Y continuaron las persecuciones en las calles de Bokidran, incluso después de que las fuerzas represivas consiguieran impedir la marcha.
Algunos activistas filmaron un vídeo en que las fuerzas represivas rompían postes de iluminación pública en el centro del pueblo de Bokidran, que procedieron a apagar las luces para evitar que las cámaras de los móviles filmasen su barbarie, y echar la culpa del vandalismo a los manifestantes.
El número de los detenidos no se sabe todavía, pero lo que sabe es la detención de un periodista y algunos activistas, que fueron liberados después de más de 24 horas de investigación. También es imposible conocer el número exacto de los heridos porque evitan ir al hospital para no ser detenidos. Lo que es seguro es que hay un gran número, dada la cantidad de fuerzas represivas y medios utilizados y la ferocidad del ataque contra los manifestantes desarmados.
Esta represión brutal viene contra manifestantes pacíficos cuyas demandas más importantes son la infraestructura, el empleo, los hospitales y romper la marginación de la región, en el auge de la propaganda oficial a lo que se llama “la experiencia democrática dirigente de Marruecos” en África. De hecho, uno sólo puede asombrarse e indignarse de esta situación surrealista en la que el régimen dictatorial derrocha el dinero del pueblo marroquí, sin ni siquiera una consulta formal, para comprar a dictadores corruptos como el suyo, con la construcción de carreteras, hospitales, e incluso una capital entera en el sur de Sudán, mientras que rompe los huesos de quien exige trabajo, hospitales y carreteras en casa.
¡Tiranos temblad!
Es algo muy representativo de los acontecimientos del domingo que sucedieran en el contexto de la celebración por la juventud revolucionaria de la conmemoración de la muerte del líder de la revolución contra el colonialismo y sus agentes, y al mismo tiempo que se presentara una lista de demandas populares inmediatas. Esto es una prueba de su parte, de la gran capacidad de entender la forma correcta vincular el pasado revolucionario con el presente revolucionario. También es una prueba por otra parte de que el sistema existente, creado por el colonialismo, todavía teme el fantasma de «Abdel Krim Jatabi», como le temían a él sus amos imperialistas, hace aproximadamente un siglo.
A pesar de todo, el ataque llevado a cabo por el régimen contra los manifestantes es una prueba del miedo al movimiento y a la posibilidad de su transformación en una chispa que encienda esta montaña de pólvora, que se ha acumulado durante décadas de marginación, explotación y represión, y también teme la extensión de la chispa a otras regiones de Marruecos, las cuales no tienen diferencias significativas en sus condiciones con las del Rif. Sobre todo porque estos eventos vienen como continuación del movimiento que estalló en el contexto del asesinato del mártir Mohsen Fikri, y a pocos días del sexto aniversario del movimiento revolucionario 20 de febrero.
La represión fue feroz, pero la firmeza de las masas y activistas valientes impusieron una tregua a las fuerzas de represión después de un enfrentamiento que duró aproximadamente 13 horas, después de sufrir grandes pérdidas en sus filas, lo cual ha sido reconocido por el Ministerio del Interior en un comunicado hablando de 27 de sus soldados que resultaron heridos.
Además de esta horrible derrota, el sistema sufrió otra derrota no menos importante, es que la moral de los manifestantes se levantó y se incrementó la solidaridad popular con ellos, tanto dentro como fuera de Marruecos. Muchos de los medios de comunicación del mundo han citado las noticias de la movilización y el ataque represivo (por ejemplo, pulsar aquí y aquí y aquí…)
También los trabajadores marroquíes de fuera del país se movilizaron en solidaridad con sus compañeros y compañeras y condenaron el crimen atroz. A este respecto, «El comité del mártir Mohsen Fikri para apoyar la movilización popular- Países Bajos» emitió un comunicado en la Haya, el 5 de febrero de 2017 expresando su apoyo incondicional al movimiento y denunció la campaña de represión y terror en la provincia de Alhucemas. E hizo un llamamiento «para protestar delante de la Embajada de Marruecos en La Haya el sábado a las 14:30». También llama «todos los comités a nivel de Europa para unificar las protestas en el mismo tiempo y hacer que el próximo día sábado sea un día de rabia delante de las embajadas y consulados de Marruecos en Europa».
El crimen no pasará sin castigo, ¡tiranos temblad!
Ahora ¿cuál es el plan del régimen para el movimiento?
Tenemos el derecho a sentirse orgullosos de la victoria que se ha conseguido el domingo. Pero es un error considerar que la batalla ha terminado. Tenemos que entender los planes del régimen y poner nuestros propios planes para responderle. El plan del régimen es obvio: el objetivo estratégico es acabar con el movimiento, pero entiende que para llegar a este fin debe haber muchas tácticas por etapas…
Primero intentar aislar el movimiento de las masas en Alhucemas y las zonas vecinas haciendo que el movimiento parezca como un movimiento de algunos de «saboteadores» que sólo quieren problemas. El Ministro del Interior ha dicho en un comunicado que: «un grupo de personas organizaron manifestaciones […]sin cumplir las condiciones requeridas por la ley que las regula, y su pretensión de cortar la vía pública. Las autoridades han intervenido en el pleno cumplimiento de las normas y disposiciones legales, para dispersar estas manifestaciones y devolver el tráfico a su estado».
También está dibujando líneas rojas para el mismo movimiento, tratando de bloquear una medida de lucha tras otra.. En un principio, impedirá las marchas, y “tolerará» las manifestaciones, a continuación impedirá las manifestaciones y las concentraciones, y si pudiese impedir la respiración tratará de hacerlo.
Se está preparando para otra campaña de represión contra los manifestantes, especialmente los líderes del movimiento, y esto se expresó claramente el comunicado del Ministerio del Interior, donde dice: «[…] Algunos manifestantes arrojaron piedras a los cuerpos de seguridad pública, hiriendo a 27 elementos, que se han transferido al hospital para recibir los primeros auxilios necesarios. Las autoridades de seguridad especializadas abrieron una investigación sobre el tema, bajo la supervisión del fiscal, para determinar la identidad de los agresores y disponer sanciones legales en este sentido». Una vez que tenga su primera oportunidad lanzará un ataque a los líderes del movimiento y se vengará de ellos, y a través de ellos de las masas que se «atrevieron» y levantaron la cabeza y desafiaron su tiranía.
Pero no sólo utilizará la represión policial, sino que recurrirá a sus vándalos y mercenarios, y a las juventudes de sus partidos oficiales para sabotear el movimiento. Se movilizará al PAM y al PJD, y se movilizará el resto de perros de las autoridades, tanto acosando como atacando al movimiento, y su objetivo es destrozarlo por dentro y eliminarlo. Por lo tanto, debemos tener cuidado, solo debemos confiar en nuestra propia fuerza, hay que confiar en los jóvenes y activistas que se han probado sobre el terreno y en los líderes que fueron elegidos democráticamente.
Paralelamente hará todos los esfuerzos posibles para aislar el movimiento de la región de Alhucemas y los alrededores del resto de Marruecos, acusando al movimiento de «separatista» y «racista» que sólo se preocupa por la división del país. Para que esta táctica tenga éxito, moverá a algunas de sus asociaciones para utilizar algunas expresiones racistas y separatistas, que algunos jóvenes descontentos pudieron hacer uso de ellas. Somos conscientes de los sentimientos de ira y del resentimiento y la frustración que estos jóvenes sienten, por estamos aconsejándoles que no confíen en quienes quieren guiarles a aislar su lucha de las luchas del resto de la clase obrera marroquí en el resto de las ciudades y pueblos de Marruecos.
Hay que tener cuidado con estos planes infernales, y tenemos que responder con las tácticas apropiadas. En ausencia de un partido obrero revolucionario, que pueda expresar de forma política y clara las demandas de las masas, en un momento en que los sindicatos siguen cautivos en la mano muerta de los burócratas traidores que colaboran con la clase dominante y su Estado, es normal que se destaquen algunos líderes individuales, que están dirigiendo el movimiento de todo corazón y con gran capacidad de sacrificio. Pero los líderes individuales tienen límites, independientemente de sus intenciones y aptitudes y habilidades.
Trotsky dijo: “No es el gran vengador sino sólo el gran movimiento revolucionario de masas el que puede liberar a los oprimidos, movimiento que no dejará vestigios de la estructura de explotación de clase, opresión nacional y persecución racial”.Así, es necesario que se organice el movimiento. Es necesario llevar a cabo asambleas públicas y elegir representantes responsables delante de las masas en los distritos y en las escuelas secundarias, en los centros de trabajo, y responsabilizarlos y someterlos a control y revocación.
Hay que organizar una campaña sistemática para aclarar y explicar en cada momento todas las demandas del movimiento y cuáles son los métodos de lucha y sus objetivos, tanto en la región de Alhucemas como en los alrededores, y a nivel de todo el país.
No somos saboteadores ni separatistas ni racistas, el saboteador es el régimen existente, y su fuerza de represión y sus vándalos y mercenarios y asociaciones y partidos oficiales. Ellos son los únicos que se benefician de la división de la clase obrera y del conjunto de los trabajadores marroquíes para poder reprimirlos, someterlos y perpetuar la explotación. Ellos son los únicos racistas que se benefician de las ilusiones del «descendiente del Sharif » y de la «raza pura» y de la «sangre azul» y otras ilusiones de fascismo. Esto es lo que debemos aclarar a nuestros compañeros y compañeras en la opresión y la lucha en todo Marruecos.
Ahora, ¿qué hacer?
La batalla contra el sistema existente y la clase dominante capitalista, la causa de toda la opresión y la explotación y la marginación en la que vivimos, es una larga batalla que sólo terminará con la revolución socialista y la llegada de la clase obrera al poder, que acabará totalmente con el sistema capitalista y con en toda explotación y opresión.
Todas las condiciones objetivas están disponibles con el fin de lograr este gran objetivo. Las masas luchan furiosamente como tigres, y dan evidencia cada día, cada hora y cada minuto que están dispuestas al cambio revolucionario y son capaces de lograrlo. ¿Qué es lo que falta, entonces? Lo que falta es el factor subjetivo: el partido marxista revolucionario capaz de dirigir a la clase obrera y a las masas en general a tomar el poder e iniciar la transformación socialista de la sociedad.
Lenin dijo: “La fuerza del movimiento contemporáneo reside en el despertar de las masas y su debilidad reside en la escasa sensibilidad e iniciativa de los líderes revolucionarios”. Debemos resolver esta contradicción, juventud revolucionaria, debemos resolverla para ofrecer a nuestra gente las expectativas de nuestra generación, y lograr lo que nuestros antepasados lucharon por él, y construir un futuro brillante para las generaciones por venir: el futuro socialista y la libertad.
Nosotros en la Liga de Acción Comunista, sección marroquí de la CMI, estamos trabajando en la construcción del partido proletario revolucionario de Marruecos, si están de acuerdo con nuestros pensamientos, uniros a nosotros en esta lucha por la revolución socialista en nuestro país y en nuestra región y en el mundo.
Martes 7 de febrero 2017