En punto de las doce del día, el 21 de julio, el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) ha estallado la huelga en Teléfonos de México (Telmex) por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo. Esto es un hecho histórico, los telefonistas son uno de los gremios más poderosos a nivel nacional, laboran en una de las empresas del hombre más rico a nivel nacional: Carlos Slim. La clase obrera y la juventud consciente debemos extender todas las redes de solidaridad para que la huelga triunfe.
Un hecho histórico
El estallido de la huelga se da después de 37 años de no realizarse un movimiento similar. Las bases del sindicato de telefonistas tienen una gran tradición de lucha y se han ganado un espacio en la historia de la lucha de clases en nuestro país. La mayoría de las conquistas laborales plasmadas en su Contrato Colectivo de Trabajo han sido producto de luchas de generaciones anteriores de trabajadores. La huelga de este año marcará también un precedente en la historia del sindicato.
La primera huelga registrada en este ramo se dio en 1921 en la compañía Ericsson y fue impulsada por el Sindicato de Obreros y Empleados de la Empresa de Teléfonos Ericsson. Las demandas incluían el mejoramiento de los salarios, el pago de atención médica y un trato digno los trabajadores. La huelga recibió la solidaridad de distintos sectores de la clase obrera, comenzando por aquellos mejor organizados y más combativos: los panaderos, tranviarios, trabajadores de la industria textil. El sector del sindicalismo revolucionario que en esa época estaba aglutinado en la Confederación General de Trabajadores (CGT) emplazaron a una huelga general en todos los sectores de la clase obrera donde tenía influencia como una medida de solidaridad y para que las demandas de los telefonistas fueran resueltas.
Después de diez días de huelga se firmaron algunos acuerdos favorables: 1) No se pagaría el primer día de ausencia por enfermedad no profesional, los siguientes 14 días el trabajador enfermo percibiría su sueldo íntegro, los siguientes 15 días se le pagaría medio sueldo y, en ningún caso pagaría un día más de los 29 estipulados; 2) La empresa pagaría el 50% de los sueldos y jornales por el tiempo que duró la huelga; 3) Todos los obreros ocuparían los mismos puestos que tenían antes de la huelga y 4) tanto la empresa como el sindicato se comprometieron a no ejercer ningún tipo de represalias.
El 1935, telefonistas de la Central Telefónica y Telegráfica desarrollaron un movimiento huelguístico ante las constantes violaciones a su Contrato Colectivo de Trabajo, lo mismo sucedió en los años de 1941 por los mismos motivos y por aumento salarial. Para 1949 el Sindicato Nacional de Telefonistas vuelve a estallar la huelga en demanda de incrementos salariales, la cual fue declarada ilegal.
En 1950 y 1951, tras la formación de la empresa Teléfonos de México, los telefonistas nuevamente estallan un movimiento por aumento salarial y logran la unificación de los trabajadores en la conformación del Sindicato de Trabajadores Telefonistas de la República Mexicana. Nuevamente en 1961 sucedería una huelga por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, la lucha obtuvo resultados.
A través de estos movimientos, y gracias a la lucha y la unidad de los trabajadores telefonistas, es que se han generado las conquistas laborales plasmadas en su Contrato Colectivo de Trabajo. Ninguna empresa o patrón ha regalado nada a los trabajadores. Y ahora mismo la defensa del Fondo de Jubilaciones y Pensiones se debe dar mediante la lucha organizada, la huelga y la movilización en las calles, apelando a la solidaridad de la clase obrera en su conjunto.
Los motivos
La huelga estalló por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, particularmente al apartado del Fondo de Jubilaciones y Pensiones. Carlos Slim y el Consejo de Administración de la empresa argumentan su difícil situación financiera para decidir no aportar al retiro de los trabajadores telefonistas; pero la fortuna del magnate está valuada en 1.88 billones de pesos, en el primer semestre del año creció en más de 89 millones de pesos. Además, la empresa se niega a liberar 1,924 plazas de trabajo.
El 75% de los trabajadores votaron a favor de la huelga y ha estallado a nivel nacional, han respondido de manera contundente ante la negativa de la patronal. El Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana es parte integrante y fundamental de la Unión Nacional de Trabajadores, esta central sindical tendría que desarrollar movimientos y acciones de solidaridad para arropar la huelga telefonista, haciendo un llamado al conjunto de la clase trabajadora y de la juventud consciente a nivel nacional.
Si los trabajadores telefonistas no han entrado en acción durante los últimos años es porque ha habido un freno desde la dirección sindical encabezada por Hernández Juárez, que estará en esta lucha bajo la presión directa de la patronal. El movimiento debe ser decidido por la base trabajadora. Es necesario que este movimiento establezca mecanismos democráticos como el que las decisiones fundamentales se tomen en asambleas, que los dirigentes estén controlados por la base y pueda, si estas lo deciden, se destituidos.
Un triunfo de los telefonistas en contra del hombre más rico del país animará a la clase trabajadora en su conjunto que en este momento está dando la lucha por sus demandas más inmediatas en el terreno salarial y de prestaciones y ayudaría a dar confianza en que solamente mediante la organización y la lucha los obreros podemos triunfar.
La lucha telefonista reflejo del ambiente existente entre la clase obrera
La huelga en Telmex la debemos contextualizar en un proceso de alza en la lucha obrera y sindical en nuestro país, desde las huelgas en las maquilas en Matamoros, hasta la lucha por la democratización en los sindicatos que se han desarrollado en diversos centros de trabajo y empresas. Quizá el caso más emblemático es lo sucedido en la General Motors, en el municipio de Silao en el estado de Guanajuato, en dónde los trabajadores rechazaron a la representación sindical charra y corrupta de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y optaron por la creación de un sindicato independiente que represente sus intereses.
Carlos Marx, en el Manifiesto del Partido Comunista, explica que el motor de la historia es la lucha de clases, la lucha de los explotados contra los explotadores, de la clase obrera contra los capitalistas; en los estatutos del sindicato telefonista reivindica la lucha de clases, lo cual es correcto. No olvidemos que Telmex fue privatizado y rematado por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, lo entregó casi regalado a su actual dueño Carlos Slim, su imperio se ha levantado sobre esto y sobre la apropiación del fruto del trabajo de miles de trabajadores telefonistas y de los trabajadores de su grupo empresarial. El verdadero poder de la clase trabajadora se demuestra con esta huelga, no funciona ningún servicio de la telefonía e internet sin su permiso, lo mismo sucede con otros sectores de trabajadores en la industria, las minas, el transporte, las oficinas, etc.
Debemos avanzar en la solución de las demandas de la huelga, la clase trabajadora debemos solidarizarnos con la lucha de los telefonistas y a su vez debemos generar una alternativa revolucionaria, que reivindique la lucha de clases dentro de los sindicatos para librar nuestras batallas inmediatas por el salario y las conquistas laborales de forma más efectiva, pero que a su vez aspiremos a transformar radicalmente la sociedad, luchando no solamente contra un patrón, sino contra su sistema, el capitalismo.