El 1 de Noviembre nuevamente fue convocada la marcha de las catrinas, para exigir castigo a los feminicidios y poner un alto a la ola de violencia contra las mujeres que se vive en nuestro país. Un grupo de compañeras de La Izquierda Socialista y las Juventudes Marxistas estuvieron presentes, reproducimos a continuación el texto del volante distribuido en la manifestación.
¡Justicia para nuestras hermanas asesinadas!
Marchamos enérgicamente en contra de los feminicidios cometidos en todo el país, tan sólo en el periodo del 1 de noviembre del 2016 al 30 de junio de 2017 la Procuraduría General de la República, Ciudad de México atendió 101 casos. Y del 2000 al 2015 se estiman 28,710 asesinatos de mujeres.
Estamos hartas de sentir miedo cada que salimos a las calles. Nos están asesinando y nadie dice nada, nuestras familias piden justicia, pero la mayoría de las muertes se quedan impunes. El Estado ha protegido a los feminicidas como lo hizo con Mario Sáenz, a quien dejaron salir libre a pesar de que todo señalaba su culpabilidad en el feminicidio de la joven Victoria Salas; o la pareja de la compañera Lesby, a quien liberaron aun contando con pruebas, este acto se encubrió, presumiendo que había sido suicidio, esta investigación presentaba irregularidades, cosa que no nos sorprende, ¿qué podemos esperar si el mismo Enrique Peña Nieto (EPN) estuvo vinculado en 26 violaciones a mujeres en Atenco?.
Los feminicidios no deben quedar impunes. Marchamos en busca de justicia para todas nuestras mujeres y niñas asesinadas. Para que no las sigan criminalizando. Pero sobre todo para que ¡pare esta violencia brutal contra las mujeres!.
Tampoco olvidamos las muertes de nuestras hermanas textileras que fueron víctimas del sismo, pero también de la corrupción y de las condiciones de precariedad laboral a las que eran expuestas.
Los feminicidios son una consecuencia de la ola de violencia y miseria que se vive diariamente, es por eso que tenemos que dar una lucha férrea y organizada, en contra el Gobierno de EPN, quién es el principal causante de este horror, junto a la clase dominante que mantiene este sistema de miseria y opresión.
Pero ¿Cómo dar la lucha? Si bien, las marchas han sido convocadas por las feministas separatistas, con la lógica de que los “onvres” no deben participar en el movimiento, pues las compañeras sostienen que son los principales culpables del machismo y la violencia, las compañeras de La Izquierda Socialista, entendemos que es un tanto cierto, pero que en realidad esto se debe a como estamos organizados históricamente en la sociedad, es decir a como se concibe la familia, los papeles de cada género en las relaciones humanas y productivas.
Hasta hace unos años la mujer había quedado relegada bajo un papel sumiso, administraba el hogar y cuidaba de los hijos, para que su compañero pudiera vender su fuerza de trabajo y así sostener sus hogares, con su incursión en el trabajo industrial, se convirtieron en trabajadoras doblemente explotadas, ahora, los tiempos han cambiado, pues las mujeres se han empoderado de tal manera que podemos tomar las riendas de la vida, como lo podemos percibir en muchas formas, desde ingresar al mundo laboral, político y social, tratando de empujar los prejuicios y dar un paso adelante en la vida diaria y toma de decisiones colectivas.
Las compañeras de La Izquierda Socialista creemos que la lucha no tiene que ser separatista, al contrario tiene que vincularse con el movimiento vivo sin importar género, raza etc. No estamos en contra de que las mujeres luchemos como género por nuestras reivindicaciones propias, sin embargo, estamos convencidas que no es la forma de encarar la estrategia, debemos seguir una política que nos lleve hacia adelante y esto sólo podrá obtenerse con la unión las luchas hermanas.
También debemos reconocer que esta problemática de la violencia contra la mujer tiene una esencia de clase, en los lugares más marginados, es donde la violencia es más aguda, incluso en los municipios más atrasados y empobrecidos de Oaxaca las mujeres y niñas todavía son vendidas como un objeto.
También es necesario reconocer que la mayoría de las mujeres siguen bajo el yugo del esposo, del sistema, de la estructura familiar y que están por el momento lejos de estos debates del movimiento que se comienza a consolidar, y que la tarea inmediata del Movimiento Femenino tiene que ser, el comenzar a concientizar sobre la necesidad de unir a otras mujeres, a las amas de casa, estudiantes, trabajadoras, indígenas, incluso a los hombres, explicando porque es necesario el movimiento femenino, comenzando por exigir enérgicamente que paren las desapariciones y feminicidios, para poner un alto a la violencia contra las mujeres. Debemos exigir que se haga justicia para nuestras compañeras:
Victoria Salas, Lesby, Mara, Jessy, Fernanda, Karen, Anayetzin, ¡Justicia para ellas, justicia para todas!
Pero que eso es sólo el comienzo, las mujeres debemos prepararnos para comenzar una contienda más radical. La lucha por nuestra emancipación, por una sociedad más igualitaria y libre de explotación, donde seamos diferentes biológicamente, pero socialmente iguales.
¡ÚNETE, INFORMATE Y ORGANÍZATE CON NOSOTRAS!
¡NI UNA MÁS, NI UNA MÁS! ¡NI UNA ASESINADA MÁS!
¡NI DE LA IGLESIA, NI DEL ESTADO, NI DEL MARIDO, NI DEL PATRÓN, MUJERES LIBRES Y SIEMPRE LIBRES, LUCHANDO CONTRA LA REPRESIÓN!