Escrito por: La Izquierda Socialista
“Uno hubiese querido amar, sollozar, bailar, en otro tiempo y otro planeta Pero todo te está prohibido, el cielo, la tierra. No quieren que seamos habitantes. Somos sospechosos de ser intrusos en el planeta. Nos persiguen por eso; por ir, por amar, por desplazarnos sin órdenes ni cadenas”. José Revueltas
“Recuerdo, recordemos, hasta que la justicia se siente entre nosotros”. Rosario Castellanos
Mientras se escribe este artículo en México está muriendo una persona a manos del crimen organizado y la violencia estructural. Cada hora se cometen 3.7 delitos, es decir este 2018 la cifra de violencia alcanzó los 88 homicidios al día, por cada 10 víctimas de homicidio doloso que se registran en nuestro país, solo se dictan dos sentencias condenatorias. Lo anterior significa que, en proporción, al menos ocho de cada diez asesinatos carecen de esclarecimiento alguno.
En este México el pasado sábado 22 de diciembre fue visto por última vez nuestro compañero Edgar Michel Jiménez Vega, quien no llegó a casa pues fue encontrado sin vida en Tultitlán, Estado de México donde fue reconocido posteriormente por sus familiares el 25 de diciembre. Es doloroso saber la manera en que nuestro compañero fue encontrado y el sadismo que utilizaron contra él. Un compañero que quería una sociedad sin explotación y se opuso a la violencia del Estado y el sistema, ahora sucumbía ante la barbarie de nuestra sociedad capitalista en decadencia.
A Edgar sus amigos y compañeros de lucha le llamábamos cariñosamente el Capuchas o el capuchitas. Lo velamos en Santa María Macua, Hidalgo, en el municipio de Tula de Allende junto con sus familiares. Le acompañamos en la última morada, entre tristeza, indignación y un estado de escepticismo hacia lo ocurrido, acompañamos a nuestro compañero.
Edgar, para nosotros El Capuchas, fue un compañero que participó en el Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico CLEP y en La Izquierda Socialista, desde mediados del 2013, justo cuando la batalla contra la reforma educativa estaba en su momento más álgido y en uno de los paros escalonados que impulsaron los militantes CLEP para movilizarse a favor de la CNTE fue cuando el compañero se integró a luchar y defender no solo la educación pública y gratuita en el IPN, sino una serie de derechos mínimos y básicos como hijo de la clase trabajadora que siempre estuvo orgulloso de reconocer.
En la huelga del 2014 estuvo en primera línea de batalla en la ESIA-Z, una escuela por demás destacada en esta lucha. Durante la huelga Edgar jugó un papel preponderante en la producción de prensa, propaganda e información a la comunidad sobre los avances del movimiento, además fue un compañero fundamental en la coordinación de brigadas informativas. Todos los compañeros que en algún momento se quedaron en las guardias saben de su papel, del compromiso, del humor y actitud del compañero para el movimiento y para los compañeros en general. Como ocurrió con los compañeros más conscientes de la huelga del IPN de 2014, apoyo con toda decisión la lucha por la aparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y colaboró intensamente en la línea de resistencia ante la represión policial en las movilizaciones, incluso cuando apresaron a nuestros compañeros de la Vocacional 9, Edgar no se separó del plantón que se mantuvo por unos días afuera de los juzgados de la GAM. Participó en los cursos de preparación que el CLEP organiza para que los estudiantes que aspiran a entrar en el IPN puedan hacerlo, e incluso participó en algunos de los Movimientos de Estudiantes No Aceptados que el CLEP impulsaba para luchar por espacios educativos a los jóvenes que año con año se quedan sin una alternativa para estudiar.
Edgar fue estudiante de la ESIA-Z en Ingeniería Civil, toda esta trayectoria política era porque él sabía que la única forma de cambiar la situación que a diario jóvenes, mujeres y trabajadores tenemos era de manera organizada y que era necesario acabar con el actual sistema capitalista. Por ello después de la jornada de lucha por la aparición de los 43 compañeros de Ayotzinapa siguió organizado. La vida bajo el capitalismo es difícil sobre todo para los hijos de la clase trabajadora quienes tienen que trabajar además de estudiar, este era el caso de Edgar que pese a tener que cubrir estas cargas no abandonó de principio su compromiso con la lucha social. Esas presiones lo llevaron a salir momentáneamente de La Izquierda Socialista, y que si bien, en el último periodo no estaba activo en nuestras filas no dejaba de brindar apoyo y nunca dejo de luchar por una transformación profunda en nuestra sociedad. Participo en diferentes momentos y por diferentes causas como fue contra los ataques porriles en vocacional 5, contra el gasolinazo y ayudando en las brigadas de ayuda por el terremoto del 19 de septiembre, así como por la expulsión de los porros en la UNAM. La última gran batalla de nuestro compañero fue en la organización popular en contra de la perpetuidad del régimen priista en el Estado de México.
El asesinato de Edgar, al igual los asesinatos que ocurren a diario en nuestro país, son el rostro de este sistema y su Estado. Las desapariciones y la violencia son la única alternativa que tiene el capitalismo para los jóvenes. No podemos aspirar a salir de casa teniendo la firme convicción de volver sin peligro alguno. No sabemos si quiera si al ser víctimas de algún delito nuestros familiares podrán localizarnos. Los compañeros que nos organizamos en el CLEP y también en la Izquierda Socialista hacemos un llamado a la juventud, a las mujeres y trabajadores a la organización permanente, solo de esta manera podemos plantear frenar la oleada de violencia de la que hoy somo carnada.
Hacemos un llamado a repudiar la violencia pero con lucha, el asesinato de nuestro compañero es un golpe al movimiento estudiantil, y la forma de contestar es luchando sin tregua alguna por ese mundo, por el que Edgar luchó hasta el final. Exigimos se clarifique lo sucedido y castigue a los culpables del cobarde asesinato de Edgar Michel Jiménez Vega.
¡Por nuestros caídos ni un minuto de silencio, sino toda una vida de lucha!
¡Vestidos de verde olivo, políticamente vivos!
¡Hasta la victoria siempre, Edgar!
¡Unidos y Organizados Venceremos!