A principios del mes de agosto, en la zona oriente del Estado de México, se presentaron una serie de lluvias torrenciales que causaron la inundación de algunas colonias en el municipio de Chalco. Para quiénes habitamos los municipios de Los Reyes, La Paz, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Valle de Chalco y Chalco, sabemos muy bien que cuando llueve bastante es seguro que habrá dificultades, sin embargo, nunca se esperó que la situación fuera tan catastrófica.
Exactamente el 2 de agosto, una tromba azotó Chalco y los municipios aledaños. La cantidad de agua colapsó el sistema de drenaje por lo que las aguas residuales comenzaron a brotar del alcantarillado, alcanzando entre sesenta centímetros y el metro de altura. A partir de ahí la situación se fue volviendo más complicada, puesto que, además de que el nivel del agua no bajaba, las lluvias persistieron durante varios días más, afectando el número de familias que perdieron su patrimonio. Sin embargo, las autoridades no resolvieron el problema, después de dos semanas del colapso de la red de drenaje, las cosas se iban tornando cada vez más difíciles, mientras que a ninguna autoridad le preocupaba atender rápidamente la inundación.
En esta zona, principalmente en Valle de Chalco, Chalco y algunas colonias cercanas de Ixtapaluca, las inundaciones son cotidianas. Habrá que recordar que en dos ocasiones se desbordó el canal de la Compañía, afectando a miles de habitantes con aguas negras. En ambos casos fue la presión de los habitantes lo que hizo que las autoridades de los tres niveles de gobierno actuaran, algo que se repitió, pues ante la inoperancia gubernamental los habitantes tuvieron que salir a manifestarse para ser escuchados.
La actual inundación que ocurrió en Chalco, tal y como las anteriores, se pudo prevenir, pero las autoridades municipales no hacen nada para hacerlo. Obviamente realizar trabajos de mantenimiento en la red de drenaje no sirve para ganar votos, tampoco son visibles para los ciudadanos, pero cada año se realiza la Feria en la que anuncian con bombo y platillos que será gratuita, presentando a artistas que seguramente sí cobran y bastante; este 2024, por ejemplo, se presentó el Tri, Bellakath, La Arrolladora, Calibre 50, entre otros muchos más. Estas actividades sí valen la pena para las autoridades, porque se sacan fotos con los artistas y eso sí conviene cuando buscan votos para brincar de la presidencia municipal a algún puesto de elección popular.
Pero siguiendo con las inundaciones, el gobierno de Chalco daba una serie de argumentos que no eran más que simples justificaciones para lo que ya había acontecido. Sería mejor ponerse a trabajar y después de resuelto el problema explicar por qué ocurrió. Por ejemplo, a los medios de comunicación les explicaban que el municipio se hunde cada año, pero si lo saben, ¿por qué no se han tomado las medidas necesarias para evitar las inundaciones? También mencionan que el suelo es muy irregular, y eso hace que el desnivel del sistema de drenaje sufra daños. Una más, es que el tapón que impide el desfogue de las coladeras es demasiado grande y de varios kilómetros de profundidad, además, como dicho tapón se ubica debajo de las viviendas de las colonias afectadas, romper y destapar su contenido se volvía algo imposible. Yo no soy experto en el tema, pero no creo muy conveniente, justamente por este tipo de problemas, que se haya permitido habitar a miles de personas sobre una tubería tan importante. Eso es una receta acabada para el desastre.
Habrá quienes digan que el problema es la basura, que es responsabilidad de la gente que tira basura en la calle y otros argumentos más. En cierta medida tendrán razón, ya que el tapón precisamente era de basura, pero en un día no se iba a juntarse esa cantidad para provocar que el agua se acumulara hasta brotar por las coladeras. Igualmente nos encontramos con el problema de la nula prevención, ya que, como he dicho, las inundaciones son frecuentes en épocas de lluvia y las autoridades tienen conocimiento de las zonas proclives a esa afectación, pero no se molestan en intervenir para evitar que suceda. En el caso de la colonia Culturas, es común que se anegue la Av. Solidaridad (Tejones), aunque por lo común no pasa a mayores, sí es un problema recurrente.
Asimismo, las autoridades salían a pedir paciencia a la gente. ¿Qué paciencia iban a tener viviendo entre aguas negras y suciedad? Para ellos es muy fácil decirlo, pues no tenían que vivir entre putrefacción. Imagínense tener que realizar sus vidas rodeados de aguas negras, con desechos humanos, basura, lodo y olores pestilentes, sin poder bañarte o poder salir a trabajar o estudiar. Obviamente lo dicen porque no están en esa situación, pues cuando regresan a sus casas todo está perfectamente limpio, sin malos olores y pudiendo dormir a gusto, y no se preocupan por nada, mientras que en las colonias afectadas la gran mayoría de las familias perdieron el patrimonio que les costó años conseguir.
Por su parte, nuestra flamante gobernadora brilló por su ausencia, ya que no hizo acto de presencia hasta unos quince días posteriores al inicio del problema, además no acudió muy voluntariamente, sino por la presión que hicieron los habitantes y ya no tuvo otra alternativa. Porque no hay razón alguna para que no se presentara antes. Aunque su visita no sirvió para nada, los mismos colonos dijeron que de nada sirvió la visita de Delfina, pues las cosas siguen igual. En lo que respecta al Gobierno Federal, al menos ha desplegado el operativo DN-III para ayudar a algunas familias.
Una situación que al parecer ninguna de las autoridades contempló es que entre más días pasaban, el agua encharcada, que de por sí es agua sucia, se estaba volviendo un foco infeccioso. Varios colonos ya han mencionado empezar a sentir malestares derivados de vivir rodeados de inmundicia. Se habilitaron algunos refugios, pero no fueron muchos los que salieron por miedo a que les roben lo poco que les queda o simplemente para resguardar sus viviendas.
Y como colofón, hay otros problemas que nos afectan a los habitantes del oriente del Estado de México. Miles de habitantes de estos municipios salimos diariamente a trabajar, la mayoría de ellos a la Ciudad de México, porque tenemos que enfrentar la falta de empleo, por lo que nos vemos en la necesidad de salir a obtener el sustento de nuestros hogares. Por lo regular, desde las 4:00 a.m los trabajadores empiezan a desfilar para regresar alrededor de las 10:00 p.m, lo que nos hace vulnerables a la inseguridad (es común ver en las noticias los asaltos en el transporte público y hasta ahora es algo que no se ha logrado detener).
Nuestros municipios sufrieron años de saqueo por parte de los gobiernos del PRI y del PRD: jamás se invirtió en alumbrado público, pavimentación de calles, drenaje o alcantarillado, así que cuando llueve sabemos que las calles se inundarán, habrá lodo y para colmo muchas de nuestras calles carecen de la iluminación adecuada para poder caminar cuando se anegan. Además, bastantes coladeras no tienen tapa, lo que aumenta el riesgo de que un trabajador o estudiante caiga, asegurando su muerte, y no es una exageración. Lo más lamentable es que ahora que gobierna Morena las cosas tampoco han mejorado; a un año de que Delfina llegara a la gubernatura del Estado de México –y , al igual que en varios de los municipios que ya he mencionado–. muy poco ha cambiado.
Desde la OCR hacemos un llamado a los habitantes, hombres y mujeres, trabajadores y estudiantes, a formar comités barriales que vigilen y atiendan los problemas que las autoridades, por incapacidad o dejadez, no resuelven y nos afectan cotidianamente. Sólo la unidad de los de nuestra clase hará que podamos hacerles frente.