Por: Parson Young, desde Hong Kong
El 16 de junio, sólo una semana después de la última marcha de un millón de personas que tuvo lugar en Hong Kong, hubo una segunda protesta masiva. Según los principales organizadores del Frente Civil de Derechos Humanos, hasta dos millones de personas se unieron a la marcha ayer. A juzgar por las imágenes y las cifras disponibles, así como por lo que he visto, es totalmente creíble que esta protesta sea mayor que la del domingo anterior.
Catalizador
Quizás el desencadenante principal que empujó a las ya grandes protestas en Hong Kong al siguiente nivel fue la muerte de un manifestante en la tarde del 15 de junio. Esa noche, un manifestante se subió a los andamios de construcción en Admiralty, el distrito donde se encuentran la mayoría de los edificios del gobierno central, para colgar una pancarta que reclamaba la renuncia de la Jefa Ejecutiva Carrie Lam y la cancelación permanente del proyecto de ley de extradición. Cuando las autoridades trataron de sacarlo de los andamios, cayó al vacío y murió.
Aunque ya había una protesta programada para hoy, la muerte del manifestante convirtió la protesta del domingo en una vigilia masiva. Decenas de miles de personas vestidas de negro descendieron sobre Admiralty, muchas de ellas llevando una flor blanca. Hubo un palpable sentido de disciplina y una ira contenida entre los manifestantes conforme se incorporaban la marcha. La multitud era abrumadoramente joven. Mientras caminaba a través de la multitud, escuché no pocas palabras murmuradas en chino mandarín con acento continental.
La protesta masiva fluyó constantemente al Admiralty desde la tarde hasta la noche, cuando el tamaño de la multitud creció en las calles. Parece que se inició una ocupación improvisada, ya que muchos manifestantes aún permanecían hasta altas horas de la noche. La disciplina y creatividad de las masas fueron inspiradoras. En un momento dado, la multitud de manera eficiente y silenciosa cedió el paso a una ambulancia, en una escena que recuerda a Moisés partiendo del Mar Rojo. Cuando la protesta se extendía más allá de las 12 am del lunes 17 de junio, cuando sería oficialmente ilegal, los manifestantes se coordinaron para cantar «Aleluya al Señor» para explotar un vacío legal en el que las reuniones religiosas no están reguladas por las disposiciones de seguridad pública de Hong Kong. Algunos manifestantes incluso fueron al aeropuerto con propaganda de agitación que parecían señales de bienvenida para que los visitantes extranjeros mostraran solidaridad con el mitin.
El estado de ánimo de las masas es combativo y está a un nivel más alto que durante el Movimiento de los Paraguas de 2014. Por un lado, el método de lucha de clases de una huelga general sigue siendo muy popular dentro de las filas de los participantes como un medio para combatir los ataques del gobierno. Los reaccionarios grupos «localistas» de extrema derecha que se basan en el odio contra el continente y los sentimientos anticomunistas, no pudieron intervenir en el movimiento esta vez, como lo hicieron en el Movimiento de los Paraguas. Esto se atribuye en parte a sus propias luchas internas, pero también al hecho de que las masas están claramente más interesadas en la lucha de clases que la xenofobia, en esta ocasión, como un medio para resolver sus problemas.
De hecho, una nueva generación de habitantes de Hong Kong ofrece una idea de por qué el potencial de solidaridad con el continente es enorme, mientras que el odio xenófobo está destinado a fracasar. Una estudiante secundaria de 17 años se describió así:
“Los estudiantes de mi generación tienden a jugar a Tik Tok, a beber Heytea [una cadena de té con sede en Shenzhen], a ver La Voz de China , y algunos incluso hablan más mandarín que cantonés.Usamos Instagram pero no tanto Facebook. No soy rechazada por China. Veo programas concurso chinos, pero no quiero que el PCCh gobierne Hong Kong».
La cobardía de clase media y el fracaso de la dirección
Desafortunadamente, las masas en esta etapa no tienen el liderazgo que merecen. A pesar de que han avanzado con valentía, está claro que las organizaciones líderes de las protestas desempeñan un papel de desviar la energía del movimiento a través de políticas incorrectas.
Aunque la convocatoria de una huelga general sigue siendo popular hasta ahora, ninguna organización sindical u otra ha puesto un gran esfuerzo en organizarla. Por ejemplo, está el Frente Civil de Derechos Humanos, que, a pesar de ser el supuesto organizador de todo el movimiento, claramente no es capaz de liderar la protesta de millones de personas sobre la que se ha desarrollado este movimiento. Antes de la protesta del domingo, el Frente Civil de Derechos Humanos hizo un llamamiento preventivo para que se detuvieran las «Tres Huelgas» (huelga laboral, huelga escolar, huelga de mercados) que muchos dentro de las bases claramente han estado anhelando.
Aproximadamente a las 11 de la noche, reanudaron la convocatoria para que se lanzaran Tres Huelgas al día siguiente, proporcionando sólo un gráfico que parece mostrar que sólo habría una huelga para los trabajadores sociales, salir de la escuela para los estudiantes, y una protesta organizada por la Confederación de Sindicatos de Hong Kong (HKCTU).Por parte de la HKCTU, continuaron caracterizando a los trabajadores que pedían un día libre para protestar como una forma de huelga, confundiendo completamente la lucha de clases inherente a las huelgas y convirtiéndola en una decisión individual en lugar de una acción colectiva.
Sin embargo, dado que la escala de la reciente protesta ha superado bastante las expectativas del Frente Civil de Derechos Humanos y otras organizaciones, es muy probable que las masas puedan avanzar sin escuchar a la dirección existente.
Divisiones por arriba
En un marcado contraste con su descarado desafío a las masas hace unos días, la Jefa Ejecutiva Carrie Lam se echó atrás y anunció que el proyecto de ley sería suspendido. Esto fue seguido con una disculpa el domingo por la noche. Sin embargo, ¿significa esto que todo ha terminado y que las masas deben regresar a casa?
La verdadera razón detrás de este movimiento puede atribuirse a dos factores. En primer lugar, el extremo fermento que este proyecto de ley de extradición ha generado en la sociedad de Hong Kong y que ahora está amenazando claramente la estabilidad del capitalismo, a pesar de la falta de una huelga general. Según Reuters, los negocios e intereses pro-Beijing no pudieron organizar contraprotestas, lo que habían podido hacer en ocasiones anteriores.Algunos capitalistas incluso se alarmaron y comenzaron a mover sus activos fuera de Hong Kong ante este movimiento de masas.
Aunque no hubo una huelga general ni un esfuerzo serio por parte de los líderes sindicales ni de los líderes estudiantiles para organizarla, el hecho de que la idea de una huelga general se haya vuelto extremadamente popular claramente tomó al gobierno y a los capitalistas desprevenidos. Esto nos permite vislumbrar el verdadero poder de la clase trabajadora en la sociedad.
Tanto South China Morning Post como Reuters informan que Lam misma se ha rendido ante la enorme presión de las masas y buscó la aprobación de Beijing para alterar su estrategia hacia los manifestantes (específicamente, el miembro del Comité Permanente Han Zheng que supervisa la política del PCCh en Hong Kong).El PCCh supuestamente ha aceptado a regañadientes esta propuesta ya que la enormidad de las protestas está comenzando a interferir con muchos acontecimientos futuros importantes a medida que China se hunde más en la guerra comercial con Estados Unidos. Sin duda, el régimen chino también teme que la inmensidad del movimiento en Hong Kong pueda comenzar a tener un impacto en la propia China continental.
Los eventos en Hong Kong también están rejuveneciendo las perspectivas electorales en Taiwán para el presidente burgués del DPP, Tsai Ing-wen, en su intento de reelección el próximo año. Debido a la falta de un partido de trabajadores de masas o de una alternativa socialista en Taiwán, muchos trabajadores y jóvenes están bajo la presión del argumento del ‘mal menor’ para apoyar a Tsai, quien es visto, superficialmente, como la persona más viable para resistir a China. El DPP experimentó una derrota masiva en las elecciones municipales el año pasado debido a sus políticas reaccionarias y antiobreras desde que asumió el cargo, pero el auge de los nacionalistas de derechas del KMT, como Han Kuo-yu y el CEO de Foxconn, Terry Guo, ambos considerados extremadamente pro-China y altamente preferidos por el PCCh, ahora está devolviendo algo de apoyo al DPP. Una segunda victoria electoral del DPP significaría una nueva derrota para la estrategia del PCCh hacia Taiwán.
Por otro lado, aunque el proyecto de ley ha sido suspendido, no ha sido cancelado. La suspensión de Carrie Lam ayer podría ser en verdad una maniobra para confundir y desmovilizar a las masas, sólo para que el proyecto de ley y otras medidas dictadas por el PCCh se implementen en una fecha posterior. Después de todo, el PCCh ha estado secuestrando rutinariamente a personas de Hong Kong a China y obligándolas a «confesar» en la televisión sin ninguna base legal. Afortunadamente, la vasta manifestación de hoy demuestra que las masas están lejos de desmoralizarse y están más decididas que nunca.
El PCCh tampoco puede permitir que esta suspensión parezca una derrota de su parte, ya que socavaría el temor de las masas chinas al PCCh como un monolito incuestionable. Encontrarán otros medios para derrotar al movimiento. Ya se ha arrestado a varios organizadores de los movimientos de Hong Kong.
Por lo tanto, el movimiento de Hong Kong no debe perder su impulso y debe comenzar a crear comités de huelga en barrios y lugares de trabajo para prepararse para el próximo asalto del gobierno de Hong Kong y del PCCh. También deben ofrecer políticas positivas, como la redacción de una constitución, el derecho a la autodeterminación, la incautación de activos de grandes empresas y su colocación bajo el control democrático de los trabajadores para mitigar la crisis social causada por el sistema capitalista de Hong Kong. Debe hacer un llamamiento activo a la clase obrera china para que se organice y pelee también contra el PCCh.
Solidaridad internacional
La solidaridad más allá de las fronteras no es un mero romanticismo, sino un requisito y una realidad concretos. Ya hemos visto una amplia demostración de solidaridad desde muy lejos de Hong Kong.
Al mismo tiempo que la protesta de un millón de personas de Hong Kong se desató el domingo, más de diez mil jóvenes taiwaneses se reunieron en torno al palacio legislativo de Taiwán, el Yuan, también vestidos de negro, en apoyo de Hong Kong. En los días anteriores, hubo concentraciones espontáneas en apoyo de Hong Kong en todo Taiwán. Un ejemplo notable fue el 14 de junio, cuando un estudiante de la Universidad Nacional de Taiwán en Taipei, llamó a los estudiantes a concentrarse para mostrar solidaridad con los manifestantes en contra de la extradición de Hong Kong. En media hora, más de 500 estudiantes se presentaron a la manifestación. El militante Sindicato de Azafatas de Taoyuan, que actualmente encabeza una importante huelga de trabajadores de EVA Air, también emitió una petición de solidaridad, firmada por 46 sindicatos y organizaciones, así como por muchas personas.La petición no solo declaró su solidaridad con las masas de Hong Kong, sino que también criticó a los gobiernos de Taiwán y Hong Kong por debilitar la capacidad de la clase trabajadora para defenderse al no otorgar el derecho a huelgas políticas.
Estudiantes universitarios en Corea del Sur también lanzaron una petición al presidente Moon Jae-in el 14 de junio para apoyar el movimiento en Hong Kong, que hasta la fecha ha reunido más de 20.000 firmas. Los organizadores de la petición ahora están enérgicamente haciendo campaña para obtener más firmas, ya que el presidente estaría obligado a responder a la petición en caso de reunir más de 200.000 firmas dentro de los 30 días. La Unión de la Comunidad Juvenil de Corea del Sur, una confederación amalgamada que afirma representar a todos los trabajadores de entre 15 y 39 años, ha emitido una declaración en apoyo al movimiento.
Es difícil evaluar cómo la clase trabajadora y los jóvenes de China continental han respondido a este evento desde dentro, ya que China, como se espera, ha bloqueado todos los informes sobre las protestas en Hong Kong. Sin embargo, dada la presencia de integrantes de la parte continental dentro del movimiento en Hong Kong y las ocasionales palabras de apoyo de chinos continentales de la isla, es probable que no pocos estén siguiendo de cerca los acontecimientos.
Todos los movimientos radicales deben avanzar continuamente, de lo contrario, retrocederán y el gobierno podrá reafirmarse. Este no es diferente. La manifestación de ayer le da un impulso en un nivel más alto que nunca. Hong Kong tiene muchos problemas además del proyecto de ley de extradición. Es extremadamente costoso, más para la clase trabajadora que en Londres, Nueva York o Tokio. Los trabajadores viven en malas condiciones.
La Constitución, además, no proporciona espacio para la representación de la clase trabajadora, y no hay elecciones democráticas genuinas. Entonces, para avanzar, el movimiento ahora debe elevar las demandas de vivienda social y expropiación de las propiedades y bienes de los parásitos multimillonarios, y la elaboración de una constitución democrática completamente nueva que sea redactada por representantes electos de este movimiento y los sindicatos.Esta es una oportunidad histórica. El movimiento debe agarrarse a ella.