Miles de trabajadores ferroviarios de Gran Bretaña están en huelga a partir de hoy, como parte de una ola de acción en todo el país. Para ganar, los sindicatos deben movilizar todas sus fuerzas y organizar una lucha unida combativa en todo el movimiento obrero. Publicamos este artículo de un trabajador ferroviario británico de la CMI del Reino Unido, escrito unos días antes del inicio de la huelga.
Esta semana, el sindicato Rail, Maritime, and Transport (RMT) declaró las fechas de los próximos tres días de huelga en los ferrocarriles británicos. Estos están programados para los días 21, 23 y 25 de junio.
Esto sigue a una votación contundente a favor de la acción de lucha, con un 89% de votos a favor de la huelga, y una participación del 71%.
Esta ola de huelgas hará que aproximadamente 50.000 trabajadores abandonen sus puestos de trabajo en 13 compañías operadoras de trenes (TOC) y en Network Rail. Además, estos trabajadores ferroviarios se unirán a los compañeros de RMT del metro de Londres para el primer día de lucha.
Por lo tanto, esta movilización está destinada a ser la huelga más grande vista en Gran Bretaña en décadas.
Patrones beligerantes
Las reivindiaciones de la huelga, que los patrones ferroviarios han rechazado hasta ahora, se centran en un acuerdo salarial acorde con la inflación, sin despidos obligatorios y sin ataques a las pensiones.
Como nos dijo Mark Hawkins, miembro de RMT que trabaja para National Rail: “La reivindicación central es sobre el salario, que preocupa a todos en el movimiento obrero. Pero más gente en el ferrocarril está preocupada por los recortes y los despidos obligatorios. Están tratando de hacer nuestro trabajo diez veces más difícil”.
Como era de esperar, los patrones, junto con sus representantes en los medios y en el gobierno, han respondido de manera beligerante e histérica a esta perspectiva de una huelga ferroviaria nacional.
El Daily Mail, por ejemplo, describió la lucha como un plan para un » verano de miseria» por parte de un «sindicato de extrema izquierda». Otros en la prensa canalla y en Westminster se han sumado a este miedo rojo, intentando poner al público en contra del RMT.
De manera amenazante, los Tories incluso han alertado con prohibir efectivamente la huelga en los ferrocarriles del país, en un intento de intimidar y acosar a los trabajadores ferroviarios.
De manera similar, el gobierno ha advertido que puede cambiar la ley para permitir que las compañías ferroviarias contraten personal de agencias temporales; es decir, esquiroles, para socavar y romper futuras huelgas.
Resistencia y desafío
Sin embargo, la dirección sindical ha aceptado el desafío y ha respondido que: “Cualquier intento […] de ilegalizar una huelga efectiva en los ferrocarriles se encontrará con la más feroz resistencia de RMT y del movimiento sindical en general”.
Del mismo modo, los miembros de RMT respondieron a una queja hostil en las redes sociales sobre los trabajadores del metro que llevaban insignias comunistas preguntando irónicamente: «¿Esperaban una vieja corbata con una insignia de la empresa?»
Los militantes sindicales de base, mientras tanto, siguen desafiantes y se niegan a asustarse o someterse a los ataques de los Conservadores y sus portavoces reaccionarios de los medios.
“Debemos mantenernos firmes”, afirmó Mark, reflejando la confianza y determinación de los activistas de RMT en todas partes.
Recortes y ganancias
El gerente general de Network Rail, Andrew Haines, ha encabezado los esfuerzos de propaganda de la clase capitalista, afirmando que una huelga ferroviaria le costaría a la red 30 millones de libras esterlinas por día. Esto, afirma, socava aún más el potencial de un aumento salarial real.
Sin embargo, esta es una admisión tácita de que, de hecho, son los trabajadores ferroviarios quienes producen toda la riqueza de la empresa. Sin el permiso de los trabajadores, ni una rueda giraría. Mientras tanto, la alta dirección puede decidir qué «participación justa» deben recibir, mientras que los jefes se llevan las ganancias.
Según el secretario general de RMT, Mick Lynch: «Las compañías ferroviarias están obteniendo al menos 500 millones de libras esterlinas al año en ganancias, mientras que a los grandes jefes ferroviarios se les ha pagado millones durante la pandemia».
La verdad es que los trabajadores ferroviarios no son los que dañan los ferrocarriles, o la clase trabajadora en general. Los culpables son los tories y los jefes ferroviarios, con su agenda de recortes y especulaciones.
Necesidad de la nacionalización
La verdadera amenaza para los pasajeros proviene del hecho de que las superganancias de los patrones no se han reinvertido para mejorar la infraestructura, los servicios y las condiciones a lo largo de los años; y de los recortes de 2.000 millones de libras propuestos e impuestos por los tories.
Estos devastadores recortes no solo conducirán a una red ferroviaria menos eficiente, sino también más peligrosa. Los planes para reducir los programas de mantenimiento críticos para la seguridad, por ejemplo, aumentarán el riesgo de descarrilamiento y otros accidentes desastrosos.
Por lo tanto, es vital que todo el movimiento obrero luche por la plena renacionalización de la industria, bajo el control y la gestión democráticos de los propios trabajadores ferroviarios.
Solo entonces, como parte de un plan económico socialista, podremos proporcionar la inversión necesaria para modernizar el sistema de transporte del país, a fin de brindar viajes asequibles y seguros para todos.
Divide y vencerás
La actitud agresiva e intransigente mostrada por los Tories y las compañías ferroviarias en respuesta a esta potencial huelga demuestra que no están dispuestos a negociar seriamente.
En cambio, su objetivo es simplemente poner al público en contra de los miembros de RMT, para dividir a la clase trabajadora y debilitar el movimiento.
Por lo tanto, se requerirá una lucha combativa y decidida para obligar a los patrones y al gobierno a aceptar las reivindicaciones de nuestro sindicato.
Nuestro objetivo no debe ser simplemente ganar un asiento en la mesa de negociaciones, sino expulsar a los capitalistas y sus representantes por completo, y colocar los ferrocarriles bajo propiedad pública y el control de los trabajadores.
Lucha unida
Los patrones no solo están asustados por el daño a sus beneficios, sino que los conservadores temen las repercusiones que esta huelga nacional podría tener en toda la sociedad, inspirando a otros sindicatos y sectores de trabajadores a organizarse y hacer huelga.
Esta acción, por tanto, se planteará de facto como un desafío a este decrépito gobierno tory. Para ganar, necesitamos movilizar todas nuestras fuerzas.
Las huelgas recientes del metro durante el fin de semana del Jubileo de la reina mostraron el camino a seguir, cerrando los servicios por completo en la gran mayoría de las líneas. Este fue el resultado de una gran movilización de los piquetes, que pudieron cubrir todas las entradas clave.
Del mismo modo, el éxito de la huelga dependerá de la participación activa de los miembros de base del sindicato. Esto requiere que se lleven a cabo discusiones en los centros de trabajo, con comités de huelga elegidos y tareas de piquete asignadas.
“Necesitamos involucrar a más miembros activamente dentro del sindicato”, afirmó Mark, uno de los miembros de RMT de base con los que hablamos. “Como activistas, deberíamos hablar con personas que quizás aún no hayan estado interesadas en el sindicato, pero que ahora están pensando en ello. Esos militantes necesitan conocer sus comités de huelga locales e involucrarse con ellos”.
Solo comprometiendo todas nuestras fuerzas, incluidos los miembros inactivos, los trabajadores que aún no se han afiliado al sindicato y las bases de otros sindicatos ferroviarios, se puede construir una locomotora de combate bien engrasada: que esté preparada para responder con valentía a los ataques. Se enfrente a los patrones, los Tories, y su prensa; y movilice el apoyo de todo el movimiento obrero.
La noticia de que los maquinistas organizados en ASLEF en tres compañías ferroviarias también van a la huelga es, por lo tanto, muy bien acogida, al igual que los planes para las votaciones de huelga de los miembros de la TSSA que trabajan en otras franquicias.
Estas huelgas deben estar coordinadas y unidas en todos los niveles para poder ganar.
Lucha combativa
En el proceso de esta lucha se aprenderán lecciones importantes y se consolidará una nueva generación de luchadores de clase.
Este es un momento de inflexión para el movimiento sindical, con militantes sindicales que representan a empleados públicos, trabajadores postales y maestros también listos para votar por una huelga nacional en defensa de los empleos, salarios y condiciones laborales.
En última instancia, todos luchamos contra los mismos ataques, dentro y fuera del sector público, ya sea que se presenten en forma de inflación, empeoramiento de las pensiones y las condiciones laborales o despidos. Necesitamos una respuesta unida y coordinada.
Todo el movimiento obrero, incluidas las secciones sindicales, las agrupaciones laboristas locales y los líderes del TUC (la central sindical), debe por lo tanto salir en apoyo activo de estas huelgas ferroviarias, usándolas para preparar el camino para un tsunami de acción militante unida contra los patrones, los Tories, y su sistema quebrado.
¡Solidaridad con los trabajadores ferroviarios en huelga!
¡Por la movilización de masas para derrotar a los patrones y los tories! ¡Por la elección de comités de huelga, dentro y fuera de los centros de trabajo!
Luchar por la nacionalización y el control obrero