Es el fin de una época, el PRI ha perdido su último gran bastión, la gubernatura del Estado de México. Desde 1929, hace 94 años, éste partido gobernaba la entidad mexiquense. Se dice que no hay mal que dure 100 años ni pueblo que lo aguante, fueron echados de la gubernatura este domingo 4 de junio de manera humillante sin que ninguna de sus maniobras fraudulentas pudiera evitarlo.
El fraude no les alcanzó
Los métodos que los partidos de la burguesía usaron en el pasado ya no son útiles en el presente. Durante estos días se denunciaron varias acciones fraudulentas. Los votos se estaban cambiando por dinero o despensas, así como condicionando los programas sociales a cambio de apoyo electoral. Se denunció en redes la existencia de enormes filas en distintos municipios un día antes de la elección, en operativos de compra de votos.
https://twitter.com/catrina_nortena/status/1665071532278706176?s=20
La veda electoral no se cumplió por parte de la derecha, se siguió poniendo propaganda en las calles. En Cinépolis ponían antes de las películas anuncios de Alejandra del Moral. Un día antes de la elección, un comando armado atacó a miembros de Morena dentro de una casa en Metepec, cercano a la capital estatal. El objetivo de acciones como estas era generar un ambiente de miedo para que la gente no saliera a votar, eso tuvo un efecto en dicho municipio, en donde ganó la derecha, pero no así a nivel Estatal.
#AlertaEDOMEX
Momento en que sujetos armados enviados por Alejandra del Moral y el PRIAN rompen cristales, disparan al aire e intentan entrar a un domicilio donde estaban compañeros de @PartidoMorenaMx. Y la @GN_MEXICO_? Urge su despliegue!@adan_augusto @rosaicela_ pic.twitter.com/MQbuEdGO5i— epigmenio ibarra (@epigmenioibarra) June 4, 2023
En el caso de Coahuila, el otro estado que estaba en disputa electoral, varios militantes de Morena fueron detenidos e incomunicados por la policía, el gobernador dijo que no iba a permitir que gente ajena a la entidad se inmiscuyera en sus asuntos internos.
Los resultados en el Edomex
Según el conteo de las actas capturadas en el Edomex, Delfina Gómez obtuvo 52.36% de los votos, mientras que Alejandra del Moral consiguió 44.3% de las preferencias, una diferencia de 8.26 puntos porcentuales y casi 516 mil votos. El nivel de votación fue poco más del 50%, algo normal en este tipo de elecciones. PRI, PAN y PRD sumando sus votos pasaron de 3 millones 807 mil 800 votos obtenidos en 2017 a 2 millones 752 mil 532 votos (más de 1 millón de votos menos). Mientras que Morena en 2017 le fueron reconocidos 1 millón 871 mil 542 votos y el pasado domingo sacó 3 millones, 268 mil 516 votos (casi 1 millón 397 votos más), es la gobernadora electa con más cantidad de votos obtenidos en toda la historia, superando a Eruviel Ávila.
El PRD, con 2.94% de los votos, puede perder su registro electoral a nivel estatal, al igual que Nueva Alianza, quien sacó 1.93%. El PAN había prometido dar un millón de votos pero obtuvo 701 mil 500.
La alianza de Morena-PT-PVEM ganaron en 36 de los 45 distritos, eso incluyó el municipio de Atlacomulco, la patria chica del priísmo local. La derecha gana en Metepec, donde se presentaron actos violentos con hombres armados un día antes de la elección, también mantienen un distrito de Toluca y otro en Valle de Bravo. Adelantó en distritos del llamado corredor azul (donde el PAN mantiene simpatías) como un distrito en Huixquilucan (17), dos en Naucalpan (30 y 32) y uno en Tlalnepantla (18). El caso de Naucalpan llama la atención porque es un municipio que gobierna Morena con una estructura corrupta de derecha.
Es significativa la votación en la zona oriente del Estado, donde hubo alta abstención. Delfina adelanta en Valle de Chalco con 60.7% contra 36.7% para la alianza de la derecha. Resultados similares los vimos en Teoloyucan, Tultitlán, Ixtapaluca y Chimalhuacán. Es un colapso del voto corporativo y de organizaciones allegadas al PRI, como Antorcha Campesina, por ello la derecha estaba preocupada de que su base no fuera a votar en suficiente cantidad.
Las encuestas para gobernadora manejaban una distancia a favor de Delfina de hasta 24-25%, algunas otras como la de El Universal, le daban preferencia a Delfina por 18%. Pero no es lo mismo la preferencia electoral que el voto real, donde la derecha eleva su votación por el fraude y el voto corporativo.
Coahuila: el último reducto del PRI
El candidato de la alianza de derecha, Manolo Jiménez Salinas, arrasó con una ventaja de 35% con su siguiente contrincante Armando Guadiana, el abanderado de Morena. La derecha ganó los 16 diputados; obtuvieron casi el 57% de los votos, mientras que el candidato de Morena tuvo el 21.5%, Mejía Verdeja del PT 13.3% y Lenin Pérez del PVEM-UDC el 5.9%. Llama la atención que, aunque formalmente los partidos del PT y el Verde declinaron por Morena días antes, sus candidatos sacaron una alta votación. Esto demuestra el desprecio que existe de la gente de base por el candidato Guadiana.
Es irónico que la derecha hable que hubo una elección de estado en el Edomex (que ellos gobiernan); cuando en Coahuila el gobernador, Miguel Riquelme, hizo campaña cínica y operó a favor de su candidato. Además de la compra y el voto corporativo, se usó a la policía Estatal y municipal para reprimir a la estructura opositora de la 4T. Se habla de 32 detenidos sin una situación judicial clara. El gobernador argumentó que muchos de ellos no eran coahuilenses y se inmiscuían en asuntos locales (algo que no es un delito).
La 4T perdió Coahuila por los errores de la dirección de Morena. Primeramente: se pone a un muy mal candidato, eso lleva a una división de los partidos de la 4T (quienes estuvieron peleando a lo largo de la campaña). Luego hubo una presión por la unidad sin ningún tipo de principio, eso no parecía algo serio para la población. Encuestas previas a la elección hablaban que el 60% de la población de dicho estado, estaba por un cambio en contra del PRI, lo que muestra que era posible dar una batalla. Coahuila expresa los últimos pataleos del dinosaurio que se está extinguiendo. Su aparato puede resistirse más allá de la razón histórica de su existencia, eso ya lo vemos con el PRD que no es otra cosa que un cadáver viviente.
Divisiones de la derecha
Alrededor de las 6:00 pm del domingo 5 de junio, Alejandra del Moral dio una conferencia de prensa; acompañada de los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD, y del líder estatal de Nueva Alianza. Se declaró ganadora de las elecciones. Los dirigentes partidistas coreaban eufóricos: “¡Gobernadora, gobernadora!”. Fue por ello que Morena salió también apenas iniciado el conteo a declarar el triunfo de Delfina para no dar margen a que operara el fraude electoral. Sin embargo, la distancia fue muy amplia, muy difícil de revertir para la derecha con operaciones fraudulentas. Alejandra del Moral salió nuevamente a conferencia de prensa donde reconoció su derrota, pero esta vez ya no la acompañaron los dirigentes de los distintos partidos que la dejaron sola.
El dirigente del PRI y otros tantos actores políticos de la coalición de la derecha, arremetieron contra el gobernador priísta del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, acusándolo de traidor, de entregar la plaza y de no operar a favor de su candidata.
Con el descalabro electoral en el Estado de México, en medio de las acusaciones mutuas, con la segunda conferencia de prensa de Alejandra del moral que no fue arropada por los líderes nacionales de los partidos, el empresario Claudio x González salió a la defensa de la unidad de la alianza de derecha.
Reflexiones post-elección: 1. INE cumple de nuevo. 2. Moneda para el ‘24 está en el aire. Al sumar votos de las dos elecciones hay menos de 100 mil votos de diferencia entre Morena y la Coalición (Código Magenta). 3. A los partidos de la Coalición les conviene abrirse a la…
— Claudio X. González G. (@ClaudioXGG) June 5, 2023
Los líderes del PRI, PAN y PRD salieron en conferencia de prensa para ratificar su unidad. Dijeron que no iban a aceptar una maniobra del gobierno de López Obrador que le enviara a un candidato de sus filas. Es tan decadente su posición que incluso se ha especulado que elementos como Ricardo Monreal, que está en el ala derecha de Morena, podría escindirse del partido y ser el candidato de la derecha. Este bloque no logra encontrar una figura que genere consenso y suficiente apoyo. La crisis de sus líderes no es más que la expresión de la crisis de la derecha. Es significativo que personajes como la histérica diputada Lilly Téllez sean de las que más simpatías gozan entre sus bases. Es la expresión de un sector de la pequeña burguesía radicalizándose a la derecha.
Se abre el camino rumbo al 2024
El triunfo en Coahuila, un estado con diminuta población comparado con el estado de México, ha sido el tanque de oxígeno que la derecha necesitaba. Suman los votos de las dos elecciones y dicen que la distancia no es tan lejana y que hay posibilidades de ganar a Morena. Es verdad que la distancia fue pequeña tras la andanada de Coahuila. La derecha no se dará por derrotada y peleará con todas las trampas para regresar a la presidencia en 2024. El panorama que se mira en su horizonte no es nada positivo. Lo que en realidad vemos es el fin de una época, en la que el PRI era el partido todo poderoso, donde encumbró lo peor de la sociedad en aras de seguir robando y beneficiando a la burguesía nacional e internacional.
Las aspiraciones de cambio de las masas abren todo un potencial de transformación. Esta se ve coartada por el limitado programa de Morena que no plantea un cambio de sistema sino una reforma al capitalismo en crisis, que se deriva en una política de conciliación y que las reformas no son capaces de resolver las profundas contradicciones del capitalismo. Por ahora siguen gozando de importante apoyo, AMLO comió con la gobernadora electa y los aspirantes presidenciales para dar una clara señal de unidad y fuerza de cara a la elección presidencial del año entrante. En los próximos días, Morena definirá las reglas para elegir a su candidato.
Por un lado la derecha está en crisis, pero también se reconfigura y emerge subterráneamente un movimiento histérico de la pequeña burguesía que gira a la ultraderecha. Por otro lado, el reformismo ha logrado una aparente estabilidad en medio de un planeta en crisis. Como ya señalamos, el programa de Morena no ha sido capaz de resolver las contradicciones que nos siguen afectando como jóvenes, mujeres y trabajadores. Si tu objetivo es reformar al sistema al final terminas aceptando las reglas y contradicciones del capitalismo, con sus terribles consecuencias que se siguen manifestando en violencia barbárica y sobreexplotación.
La política de conciliación de la dirección de Morena se expresa de manera extrema entre su burocracia, donde la derecha del partido hace alianzas pragmáticas y atrae a viejos elementos de los partidos burgueses. La burocracia de izquierda una y otra vez cede a las presiones del ala derecha. Hay algunos elementos que nos dejan ver como es que los métodos burocráticos de la dirección y la falta de resultados para lograr cambios profundos que le afectan a diferentes sectores como la juventud y las mujeres de la clase obrera están llegando a un punto de conflicto con la tendencia reformista. El hecho de que Morena gobierne más estados no es exactamente sinónimo de fortaleza, porque en esos sitios la gente se da cuenta de las limitaciones de la política de reformas y de la verdadera cara de la burocracia. El Estado de México no es un reto fácil, hay rezago y problemas muy arraigados, la política de Morena, desde ahora lo podemos decir, va a ser insuficiente para resolverlos, esto puede preparar el camino de regreso de la derecha en los siguientes años, pero aun falta mucho por pasar.
Estas contradicciones no restan la importancia de todo un sector de la base que actúa de forma militante para transformar de manera real nuestra sociedad, ni tampoco que hay una gran cantidad de expresiones de lucha que se manifiestan fuera de Morena, en sus capas avanzadas vemos sectores que sacan la conclusión de que lo que necesitamos es una revolución. Es necesario construir una alternativa socialista y revolucionaria, basada en militantes de auténtica izquierda, ligada a los movimientos obreros y sociales bajo la defensa de un firme programa de clase que aspire a una transformación radical de la sociedad. No hay otra alternativa pues la perspectiva internacional no es de paz ni estabilidad sino de crisis profunda del capitalismo. El margen para reformas es muy estrecho y la solución a nuestros problemas, que el capitalismo no es capaz de resolver, no puede esperar.