El día de hoy, 23 de junio, se realizó la elección del Comité Ejecutivo y Comisiones Autónomas del SUTIEMS para el periodo 2021-2023. Con independencia de los compañeros que ocuparán las 21 carteras del CE, uno de los primeros retos de la nueva dirección sindical será trabajar como un equipo unido que sea capaz de impulsar los intereses colectivos de los trabajadores del IEMS y la defensa del modelo educativo.
Una dificultad a sortear en este sentido será la heterogeneidad de los integrantes electos que pertenecen o han pertenecido a diversas corrientes sindicales, muchas veces enfrentadas entre sí. No existe ya una corriente hegemónica dentro del sindicato. Recordemos que en el SUTIEMS se elige una cartera al CE por cada uno de los centros de trabajo. En estas circunstancias se requerirá un alto nivel político y altura de miras para demostrar que la pertenencia, o no, a las corrientes de opinión existentes dentro del SUTIEMS no entra en contradicción con asumir como dirección colectiva del sindicato las decisiones que sean tomadas en los órganos democráticos del sindicato: el Consejo General de Representantes (CGR) y la Asamblea General.
¿Serán capaces los compañeros integrantes de la nueva dirección del SUTIEMS de evitar los protagonismos individualistas y las animadversiones personales? Deseamos que así sea pues se trata de compañeros votados no sólo en sus planteles sino en la Asamblea General, a través de las urnas. En cualquier caso, el elemento fundamental para orientar al sindicato en el sentido de la unidad será la participación activa de las bases, la observación y acompañamiento de su dirigencia y la movilización conjunta para evitar cualquier deriva indeseada: al charrismo, la corrupción o la imposición antidemocrática de visiones de camarilla. Las corrientes de opinión son normales y necesarias en una organización democrática. El punto es qué es lo que las unifica: principios políticos, concepciones honestas sobre el camino a seguir como organización o, por el contrario, intereses de camarilla y compadrazgos que buscan el control “per se” de la dirección sindical.
Lo que amalgama a una organización de la clase trabajadora es el debate democrático y fraterno, la movilización conjunta en torno a nuestros derechos comunes y demandas históricas, tales como la basificación de intendencia y semiescolar, integración salarial, retabulación de sectores administrativos, defensa del modelo educativo, etcétera, etcétera. Es más lo que nos une que lo que nos separa. Un sindicato no es un club de amigos, sino un instrumento de defensa de los derechos laborales. La lucha conjunta es lo que unifica y puede generar una dinámica de unidad y trabajo común en todas las instancias sindicales. “Máxima libertad en la discusión, máxima unidad en la acción”, idea central del “centralismo democrático”, es un principio que puede servir de guía.
Además, para afrontar estos retos el SUTIEMS deberá mirar más allá de las cuatro paredes de la institución, lo cual implica un alto nivel político que trasciende la visión puramente sindical. La basificación de intendencia, por ejemplo, sólo será posible impulsando un frente de todos los sindicatos democráticos que sea capaz de romper la resistencia de intereses millonarios enquistados en el propio gobierno, mismos que han impedido que —a pesar de reformas al outsourcing anunciadas con bombo y platillo, los laudos ganados por el sindicato, plantones y los años en los que el SUTIEMS ha enarbolado esta demanda— no se haya logrado, hasta hoy, basificar a los trabajadores de intendencia en el IEMS. Sin un movimiento que involucre, por ejemplo, a los trabajadores de limpieza de instituciones como el Metro, las solas fuerzas del SUTIEMS serán incapaces de alcanzar ese objetivo. Pero el SUTIEMS sí que puede ser punta de lanza en proponer un movimiento serio y unificado del movimiento sindical democrático. Sólo así la reforma al outsourcing no será una simulación. Otro tanto sucede con el presupuesto del IEMS que se redujo en un 15%. ¡Más presupuesto a las instituciones públicas, que la crisis la paguen los grandes empresarios! Puede ser la consigna que aglutine un frente de clase reivindicativo frente a la 4T.
Afortunadamente el SUTIEMS tiene una vida interna muy activa, con compañeros valiosos y combativos. Tiene una historia de lucha democrática en donde han resultado infructuosos todos los intentos por corromper al sindicato, por ejemplo, durante los deshonrosos periodos de Miguel Ángel Hernández Vázquez y María Mónica Ramírez Vázquez o cuando quisieron imponer a sindicatos charros como el Sitiems o Sitraiems.
La elección de la nueva dirección marca una nueva etapa en la historia del sindicato. La participación activa de todos los afiliados será fundamental para que el sindicato salga fortalecido en esta nueva etapa.
*El autor es sindicalista del SUTIEMS