Este miércoles 8 de diciembre -en el marco del tercer informe de gobierno de Claudia Sheimbaum- compañeros del SUTIEMS fueron encapsulados por unas tres horas por los granaderos del gobierno de la CDMX -esos que supuestamente había disuelto la jefa de gobierno al inicio de su administración- cuando los trabajadores realizaban una manifestación pacífica, exigiendo mayor presupuesto para las prepas IEMS.
El presupuesto 2022 que propuso la Jefa de Gobierno para el IEMS resulta menor al que se le otorgó al instituto hace 2 años. A pesar de que en esta administración se han creado tres nuevos planteles -algo positivo, sin duda-, los mismos aún no cuentan con las plazas suficientes, y profesores como los del semiescolar siguen sin ser basificados, a pesar de contar con laudos de basificación firmes.
Una izquierda consecuente debería dotar de mayor presupuesto a unas preparatorias que fueron impulsadas cuando el actual presidente era Jefe de Gobierno de la ciudad y que nacieron de la movilización popular; debería escuchar a los trabajadores en vez de encapsularlos, cortando el derecho a la libre manifestación.
Pero la política laboral del gobierno de Claudia Sheimbaum deja mucho que desear, las trabajadoras de intendencia no han sido basificadas ni en el IEMS ni en instituciones como el Metro- a pesar de toda la polémica que generó la iniciativa del presidente para regular el outsourcing-, en la Ciudad de México no se ha predicado con el ejemplo. Recordemos que el pasado 7 de junio, en complicidad con el gobierno de la CDMX, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje impidió el derecho a huelga imponiendo una prórroga unilateral. Parece que el gobierno de Claudia Sheimbaum no sólo es rompehuelgas sino también está en contra de la libre manifestación de los trabajadores.
Pero el sindicato democrático SUTIEMS no está sólo. Otros sectores de trabajadores precarizados de la CDMX se están movilizando como la lucha del Movimiento Democrático 469, que buscan la homologación de sus salarios y prestaciones, así como su derecho a sindicalizarse, también está la lucha de los trabajadores de programas sociales como PILARES. En términos económicos estos movimientos se traducen en la necesidad de un mayor presupuesto lo que hermana y debería hermanar a estos movimientos pues sólo con la unidad desde abajo vamos a poder avanzar en nuestros objetivos.
Es verdad que la popularidad de la Jefa de Gobierno es alta y está emparejada con la popularidad del presidente. Pero consideramos que un gobierno de izquierda debe saber escuchar y cumplir las justas demandas de los trabajadores, de lo contrario el apoyo entre sectores de activistas se irá mimando, lo que sólo beneficiaría a la derecha que busca retornar al gobierno. En realidad los trabajadores del IEMS no estamos exigiendo otra cosa que un mayor presupuesto a un instituto que atiende a los jóvenes que viven en las colonias más marginadas de la ciudad, parte de una política de justicia que debería ser parte de la llamada 4 T.
Pero más allá de las simpatías políticas de los sindicalistas, los cierto es que los trabajadores sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas y organización. Es necesario buscar la unidad más amplia con el movimiento democrático de los trabajadores en la CDMX y conformar un movimiento amplio de nuestra clase.