Los fundadores del partido Morena somos los que afiliamos, recorrimos el territorio nacional, convencimos, enfrentamos a los adversarios cara a cara; los que, desde mucho, mucho antes del obradorismo hemos venido poniéndole el pecho al sistema, los de pensamiento izquierdista, los que hemos puesto los muertos, los presos, los desaparecidos. Somos nosotros los que fundamos Morena, doblando nuestras banderas de lucha para fundar un partido-movimiento que nos permitiera sacar del poder a un viejo y podrido régimen e instalar un gobierno más cercano al pueblo, más cercano al tan anhelado y urgente modelo socialista, donde la justicia y la igualdad alcanzan a cobijarnos a todos; por eso fuimos a fundar Morena.
Después del triunfo que obtuvimos en el 2018 (triunfo que no fue casual, sino producto de un enorme despliegue de trabajo, esfuerzo y valentía de los morenistas para promover, cuidar y defender hasta el último voto que llevó a la presidencia de la republica a nuestro candidato el Lic. Andrés Manuel López Obrador y a muchos otros representantes de elección popular) hicimos a Morena primera fuerza política en este país. Una gran mayoría de los que ocuparon los espacios de poder en 2018 junto con el presidente, incluyendo a secretarios de estado, senadores, diputados, etc., no eran, son ni será fundadores de Morena, ellos se sumaron o se encaramaron o fueron impuestos en esos espacios. Aunque los fundadores no lo vimos con buenos ojos, aguantamos conservando así una posición crítica.
Seguimos organizando a las bases, a los comités, a los círculos de estudio y, en la vanguardia, defendiendo al presidente de los ataques sistemáticos de la extrema derecha, señalando los desaciertos en la cúpula de los órganos de dirección de nuestro partido. En este escenario llegó el proceso electoral del 2021, con una dirigencia nacional sin legitimidad y en muchos estados tuvimos comités impuestos y con alianzas leoninas con partidos satélites oportunistas. Las bases morenistas firmes y organizadas registramos nuestros candidatos a la apertura de las convocatorias a finales del 2020, candidatos condensados en asambleas municipales y distritales. Para nuestra sorpresa y descontento cuando el Comité Ejecutivo Nacional publica las listas de candidatos, no coincidía con nuestras propuestas, la mayoría eran arribistas externos, gentes que apenas en 2018 habían sido nuestros enemigos políticos del PRI, PAN, PRD y otros tantos iban a la reelección, en total incongruencia con el discurso obradorista quien se asume maderista.
Con esta inconformidad de los fundadores en todo el país, arribamos el 12 de enero del 2021 al CEN de Morena para tener una reunión con Mario Delgado Carrillo, presidente ilegítimo de Morena, pero con facultades y en función. Nos recibió en el hotel Sevilla Palace en avenida Reforma, donde tenía alquilado todo el tercer piso del lujoso inmueble sin ninguna austeridad, finalmente Morena tenía millones y millones en prerrogativas y había que gastarlos. En esa reunión, le exigimos a Mario Delgado Carrillo, transparentara las encuestas mediante las que se habían elegido las candidaturas, había mucho descontento en las bases morenistas. Mario delgado Carrillo, nos citó para el día 28 de ese mismo mes a una segunda reunión con el acuerdo de hacer una revisión a los procesos y reponer aquellos donde no hubiese claridad. Para el Día 28 llegamos a la cita en punto de las 10 am al CEN, procedentes de: Nuevo León, Tamaulipas, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Jalisco, zacatecas, Tabasco, Quintana Roo, Querétaro, Michoacán, Edo de México, San Luis Potosí y Cd. de México. Mario Delgado se negó a recibirnos, ante su negativa al diálogo tomamos la determinación de hacer una toma de las instalaciones del edificio del CEN ubicado en la calle Chihuahua 216 de la colonia Roma, en ocupación parcial, para lo que se firmó convenio con el equipo de Citlali Hernández, titular de la secretaría general , se cerraron y sellaron los espacios convenidos y nos instalamos en ocupación indefinida en espera de la atención, para el 15 de febrero a más de dos semanas de manifestaciones sin respuesta.
Decidimos tomar las oficinas de finanzas del partido ubicadas en calle Mérida 227 de la misma colonia roma, en esta acción ya no participaron todos los contingentes, por no estar de acuerdo, especialmente los de Tabasco, Quintana Roo, Hidalgo y Edo de México, quienes ya daban evidentes muestras de traición al movimiento.
Seguimos en manifestación pacífica en ambos edificios sin ninguna respuesta hasta el 26 de febrero. Ese día, alrededor de las 7:00 pm irrumpieron en la sede de finanzas un grupo de golpeadores, todos con pasamontañas, vestidos de negro, entre los que ubicamos hombres y mujeres. Golpearon brutalmente a quien a su paso encontraron, abrieron las oficinas cerradas, destruyeron equipo y mobiliario, incendiaron el acceso, nos replegaron a la acera de enfrente y desde la azotea nos arrojaban toda clase de objetos y piedras gritándonos toda clase de improperios y exigiéndonos marcharnos de ahí con amenazas de muerte. Con impotencia los vimos salir por la cerrada de Chiapas, parte de atrás del inmueble, no solo huían también llevaban cargando cajas de archivos, grandes bultos y computadoras. Durante la agresión pedimos apoyo reiteradamente a las autoridades policiacas de la delegación Cuauhtémoc. Estos últimos acudieron como espectadores, permitiendo que ante su vista cometieran todos los atropellos ya mencionados. Esa misma madrugada hicimos denuncia en la fiscalía delegacional, vinieron peritos a revisar el interior del inmueble y verificaron los destrozos que ocasionaron los golpeadores. Por respuesta de Mario Delgado Carrillo recibimos una denuncia con cargos de robo, despojo y allanamiento, ambas carpetas de investigación están emitiéndose aún.
Por otra parte, en el mes de marzo del 2021 nos deslindamos de la toma del CEN, donde se habían infiltrado gentes que no eran fundadores, ni militantes, dividiendo el movimiento. Hasta esta fecha a más de un año de manifestarnos por democracia y respeto al derecho partidista en Morena, el partido que fundamos, cuya dirigencia espuria, corrupta y represora nos ha excluido para amigarse con la misma clase política amafiada que tanto daño nos ha hecho. Estas prácticas políticas deben acabar. Y acabarán solo si los militantes de base, los que construyeron este movimiento, lo rescatan. Saludamos a todos los militantes de base de Morena que están, como nosotros, inconformes con las decisiones mañosas, burocráticas y antidemocráticas de la dirección del partido. Y los invitamos a participar activamente en este movimiento. Los militantes de Morena salvarán al partido y el partido-movimiento salvará al país.
No sabemos cuál sea el desenlace de esta jornada de lucha que iniciamos el 28 de enero del año pasado, como no sabemos el rumbo del partido que con tanto ahínco fundamos, solo estamos seguros de que defender la justicia y la razón es un deber de todo el que se diga con pensamiento de izquierda y de todo el que de verdad tenga el sueño de transformar a su país.