Los hechos ocurrieron sobre el medio día, a puertas del palacio de gobierno, cuando habitantes de la comunidad indígena de Xuchitlán, San Salvador, Hidalgo, protestaban exigiendo el cumplimiento de las obras sociales prometidas por el gobernador Omar Fayad, tales como paneles solares para abastecer de energía un pozo de agua potable, obras educativas, mejoras de viviendas, obras viales, entre otras.
Parte de sus exigencias eran hablar con el secretario de Gobierno Simón Vargas, en una audiencia y, como no es de extrañarse, el Estado jugó el papel de siempre: fueron recibidos con vallas enormes y filas de policías antimotines. Los cuales comenzaron a reprimir de forma violenta a los manifestantes, después de hacerse de palabras con ellos.
Una persona resultó herida de gravedad tras recibir un impacto por proyectil de cartucho de gas por parte de los elementos de policía, dejando unos cuántos heridos más. Una vez más la clase oprimida, a la cual, sus condiciones materiales la han orillado a tomar estas medidas de protesta y a tener que exigir lo «básico», no sólo recibe un «no» por respuesta del estado burgués, sino toda una golpiza desproporcionada al pueblo trabajador.
Es más que evidente que los elementos de hombres armados, tal cual lo describe Lenin y Engels, son creados por la clase dominante para defender a su clase y sus intereses. Porque eso es el Estado, un grupo de hombres armados al servicio de una clase privilegiada.
Desde la Izquierda Socialista en el Estado de Hidalgo, nos sumamos al repudio y condenamos enérgicamente estos actos de violencia y represión hacia los compañeros que luchan por demandas justas. Es de suma importancia que como clase reconozcamos la necesidad de organizarnos y llevar la lucha más allá. Si el gobierno del Estado es incapaz de garantizar nuestras necesidades básicas, debemos avanzar hacia tomar el control del poder nosotros, desde abajo, basados en la organización popular de los trabajadores y los oprimidos, para que unidos y organizados generemos un sistema de poder y justicia por y para los proletarios.
Este ha sido un golpe más del Estado, pero la lucha debe continuar, por el cumplimiento de las justas demandas de la población de Xuchitlán.
Adelante compañeros, nos solidarizamos plenamente con su lucha.