El pasado 14 de marzo de 2023 se llevó a cabo la esperada votación de la dirección en las secciones 40 y 7 del SNTE-CNTE, en el Estado de Chiapas. Como era de esperarse, el comité ejecutivo seccional de la sección 7 que encabezaba Pedro Gómez Bamaca utilizó todos los recursos disponibles para asegurar su continuidad. Muchos de estos “recursos” son totalmente fraudulentos: compra de votos, acarreos, utilizar la intimidación y amenazas, manejos de programas y créditos a favor de los votantes de sus planillas, etc.
No era poco lo que se jugaba en la elección, la continuación de la gente del Secretario General Bamaca, significa el poder ocultar todo el robo y despojo de lo que ha hecho esta dirección por años. Para ellos era de vida o muerte mantenerse en el cargo, si esto no sucedía varios de ellos terminarían en la cárcel, por eso no les importó los métodos que se utilizara, lo importante era ganar.
Esta dirección que terminó su mandato va a pasar a la historia y no por sus aciertos políticos o por el trabajo a favor de la democracia obrera y prestaciones conseguidas para las y los profesores de Chiapas, sino todo lo contrario. Esta dirección —que fue la que impulsó a la planilla roja—, desconoció los votos de miles de maestros indígenas y, literalmente, corrió de la dirección y del sindicato, a dirigentes democráticamente electos por el Sector Indígena; se sentó a negociar con las fuerzas del Estado, las cuales fueron las causantes de los asesinatos de maestros que lucharon en contra de la reforma educativa y son los causantes del desfalco que hay en los fondos del sindicato como caja de ahorro, fabes, y el recurso de un millón y medio que viene del SNTE nacional.
Esto es lo que ahora la planilla Roja va a tener que esconder. Y dado que la gente que ha votado por ellos no lo hacen porque apoyen su política, van a tener que seguir negociando con el Estado para mantenerse en la dirección del Sindicato. Tenemos claro que el voto a la planilla roja no es por su política a favor de los trabajadores, es el voto del miedo, de la confusión, de los que vendieron su voto por algún derecho sindical o, simplemente, porque su propaganda logró confundir a más de uno.
Para muestra basta ver uno de los últimos comunicados de la planilla Roja, donde se desvinculaba directamente de Bamaca, diciendo que ellos no representaban sus intereses y reconocían algunos errores que habían cometido en el pasado. Sólo fue demagogia para confundir. La dirección actual representa la podredumbre de una dirección sin planteamientos políticos claros, dados a negociar con el Estado a espaldas de las bases, a utilizar los cargos sindicales para enriquecerse y limitar cualquier expresión de lucha democrática.
Al contrario, los camaradas que integramos la Planilla Blanca teníamos todo en contra desde el principio, muchos de los que formamos la planilla fuimos expulsados vilmente de nuestros cargos de representación; fuimos desconocidos por el sindicato por ser una voz consciente de las bases, sus estatutos y los principios de la CNTE, así como de sus 22 principios rectores. Desde antes de conformar la planilla veníamos dando una lucha por la democracia sindical, por mantener una política de clase a favor de los intereses de los trabajadores.
Una vez conformada la planilla nos dimos a la tarea de recorrer el Estado y tener un diálogo permanente con la base, realizamos decenas de asambleas masivas para presentar a nuestros camaradas y nuestras propuestas. A pesar de todo pronóstico y sin ningún tipo de artimañas mafiosas logramos conquistar la segunda posición con 13,982 votos. Por esta cantidad de votos logramos obtener 8 puestos en la dirección estatal del sindicato.
Los votos a la planilla blanca son diametralmente distintos a los de la roja. Los que votaron por las ideas y planteamientos políticos estaban impulsando recuperar la democracia sindical, la movilización frente al gobierno, la necesidad de implementar un plan de lucha para recuperar nuestro nivel adquisitivo y, en general, todas las buenas experiencias de lucha de la sección 7. Representaban votos por la democracia obrera, por un sindicalismo de clase y por las reivindicaciones más sentidas de la clase obrera.
Esto hubiera tenido un impacto a nivel nacional en todo el sindicato (SNTE) y en las corrientes democráticas de los diferentes Estados (CNTE) y nos atrevemos a decir que incluso las repercusiones se pudieran haber sentido en todo el movimiento sindical a nivel nacional. Todo esto se canceló por el escandaloso actuar fraudulento del neocharrismo.
Ante lo vivido el día de las elecciones, diferentes planillas disidentes, dentro de ellos la Planilla Blanca, hemos decidido impugnar las elecciones por múltiples irregularidades; por ejemplo, la compra de votos, la omisión de nombres de los compañeros en el padrón, las amenazas e intimidaciones a los compañeros de votar obligatoriamente y que todos los representantes de las ADES fueron gente de Pedro Bamaca.
Sabemos que las autoridades encargadas de revisar el proceso están coludidas con la dirección actual y que va a ser complicado que se pueda reponer el proceso de elección y que puedan meterle un freno a los de la Planilla Roja, actúan como una mafia, son cómplices porque también están embarrados. No confiamos más que en la movilización de las bases para destrabar esto. Ante nosotros tenemos dos escenarios, o nos movilizamos para tener el fraude y reforzar nuestras bases con formación política y acciones militantes para mantener una base firme con las ideas que representamos.
Hay algunos camaradas que plantean la formación de un nuevo sindicato, esta propuesta es polémica porque divide a los trabajadores. La cuestión importante es preguntarnos si es que vamos a poder recuperar al sindicato de esta mafia que ahora lo somete a sus deseos y lo utiliza para el beneficio personal. Si la respuesta es afirmativa, entonces seria inadecuada la táctica de crear otro sindicato. Si no creemos posible la recuperación, tendríamos que hacer un trabajo muy fuerte de concientización porque la sección 7 del SNTE-CNTE no sólo es la dirección y la política corrupta entrante, son las tradiciones, las luchas, las muertes, toda la historia que han forjado las decenas de miles de maestros que hemos militado en la sección desde su fundación.
El proceso está abierto y las siguientes discusiones serán definitorias. Nos mantenemos con la cabeza en alto y la conciencia tranquila porque aquí no se ha incurrido en compra de votos ni amenazas. Confiamos en la conciencia de nuestros camaradas, en su entendimiento profundo de nuestras tareas y con ellos nos seguiremos movilizando. La lucha no ha terminado, apenas comienza.