Publicamos a continuación un análisis de compañeros militantes de Morena Quintana Roo, sobre la asignación democrática de los candidatos y coordinadores.
El pasado 22 de octubre, la Secretaria General de Morena, Yeidckol Polevnsky, acompañada de la cúpula estatal del partido, por medio de una “alegre” rueda de prensa, destapó a los virtuales candidatos para Quintana Roo. Es oportuno puntualizar que tales nombramientos se dieron de una forma oscura, con encuestas imprecisas y a espaldas de la militancia, sin un átomo de democracia. Por si esto fuera poco, todos y cada uno de los nuevos “coordinadores” son de extracción priista que trabajan o han trabajado en Ayuntamientos borgistas-felixistas, legislando siempre en contra del pueblo y a favor de las mafias políticas–empresariales dominantes en nuestro territorio, como es el caso de la trapecista política Maribel Villegas (candidata por el PAN, el PRD y el PRI) y Jesús Pool Mol, ambos exdiputados priístas que aprobaron la privatización petrolera y el aumento de los precios del combustible, razón por la cual han ocupado un espacio en el “muro de la ignominia” de Morena durante años. A pesar de su clara trayectoria en las filas de la derecha, estos elementos hoy son virtuales candidatos a una Senaduría y a una Diputación Federal por parte de Morena.
Es tanta la migración de políticos “profesionales” que la misma Yeidckol aceptó cínicamente que están reciclando “lo mejorcito del PRI”.
Ante esta nueva oleada de imposiciones, los reclamos de las bases no se han hecho esperar. Desde entonces, todos los días hay manifestaciones de denuncia y repudio tanto en las redes sociales como en los medios electrónicos y entre los compañeros de base. Además, se vaticinan protestas en diversas partes del Estado con el propósito de exigir la destitución inmediata de los nuevos espurios y la disolución de las estructuras de Pech Várguez y su círculo de políticos impuestos.
Parece que la última gota de paciencia entre la militancia se ha derramado. Los sectores más conscientes de Morena no se detendrán hasta encontrar una solución sensata a sus justos reclamos.
¿Cómo organizarnos para ser escuchados y conseguir nuestros objetivos?
Es imposible asegurar el rumbo que tomará la rebeldía de las bases o pronosticar si triunfarán con su cometido. Sin embargo, si analizamos las recientes experiencias y el origen de la crisis actual en Morena, estaremos más próximos a tomar decisiones acertadas y justas para la mayoría. De lo contrario, estaremos propensos a que los oportunistas políticos tomen el control total de la organización y la terminen restructurando en beneficio de sus intereses particulares.
Los problemas en Morena están presentes desde su nacimiento. Entre estos cabe destacar: ausencia de democracia interna; insuficiente formación política; exceso de prácticas corporativas y deshonestas, típicas de la vieja política heredada de la democracia burguesa mexicana, practicada y respaldada desde las esferas más altas del partido. En consecuencia, los problemas se han agravado desde el 2015, principalmente con la eliminación de las asambleas y los comités ejecutivos, los cuales han sido suplantados por la mafia de Pech Várguez y sus estructuras verticales, que imponen candidatos y dirigentes en detrimento de la militancia, censurando cualquier oposición.
Por nuestra parte, las bases militantes también hemos cometido muchos errores, por ejemplo, confiar ciegamente en los líderes, no cuestionar, no reunirnos entre nosotros de manera sistemática para estudiar y discutir el rumbo del partido, no tener en cuenta a los compañeros que advertían la degeneración de Morena desde mucho tiempo atrás, entre otros. Todo esto hace que nuestro partido se aleje cada vez más de la lucha social, de los ideales de izquierda y de los intereses sociales que plantea defender. Con este alejamiento, de sus principios, de sus bases militantes, se aproxima aceleradamente a los intereses particulares de mercenarios políticos y de “la mafia en el poder”, que no es otra cosa que la burguesía nacional y extranjera.
En correspondencia, si en realidad pretendemos ganarnos el respeto del pueblo, si aspiramos a contribuir con la verdadera trasformación y emancipación social, podemos afirmar que la nueva organización de las bases debe ser radicalmente diferente a lo que hasta hoy ha sido Morena —y todos los demás partidos electoreros—. En ese sentido, la nueva organización que estamos conformando debe practicar la democracia de bases, la autocrítica, el estudio, el rechazo a todo tipo de oportunismo. Debemos diseñar un plan de acciones y un programa; ver más allá de la lucha electoral y solidarizarnos con todos los movimientos sociales auténticos.
Para esto, proponemos que la nueva organización convoque a la conformación de concejos (o ligas) de resistencia en cada municipio del Estado, los cuales deberán elegir a uno o dos compañeros voceros como representantes que se integrarán en un Concejo Estatal. Esos concejos deben ser ejemplares en todos los aspectos, si en realidad aspiramos a un partido y sociedad nuevos. Por eso, es importante que cada uno de los voceros sea elegido democráticamente teniendo en cuenta su calidad moral, su congruencia y su trayectoria política de izquierda. Los voceros podrán ser revocados en cualquier momento por sus respectivos concejos cuando las bases organizadas lo consideren necesario.
Ante la complejidad de las circunstancias, las tareas inmediatas de dichos concejos (o ligas) de resistencia podrían ser:
- Desconocer a José Luis Pech, sus estructuras alternas y las últimas imposiciones de coordinadores.
- Redactar un manifiesto o programa de la organización que tome en cuenta el sentir de las bases militantes de Morena y las necesidades más apremiantes de la clase trabadora en el Estado de Quintana Roo.
- Rechazar el método de las encuestas como forma de elección y remplazarlo por asambleas municipales o distritales para elegir coordinadores bajo las mismas premisas en que se eligen los concejeros: calidad moral, congruencia, trayectoria política de izquierda, etc. (Esta propuesta deberá ser discutida y ampliada por los nuevos concejos con el fin de asegurar que las bases puedan elegir a los compañeros más capaces y honestos del pueblo).
- Solidarizarse con todos los compañeros de Morena y con todos los movimientos sociales que luchan contra las injusticias sociales en cualquier parte del país y del mundo.
Hasta aquí, presentamos modestamente nuestras propuestas para fortalecer la lucha. Estamos conscientes de que este escrito todavía es insuficiente, y que podrá ser mejorado por los compañeros más preparados. No obstante, es un comienzo en aras de abrir el imprescindible debate en cuanto al camino que debemos seguir.
En estos tiempos de barbarie capitalista, estamos forzados por las circunstancias a construir una organización objetivamente democrática, popular y combativa que supere los límites de la democracia burguesa, que prevalezca más allá de los partidos políticos actuales y del circo electoral. Una organización así será capaz de contribuir, junto a todo el pueblo, al derrocamiento de la dictadura y al establecimiento del gobierno del pueblo.
“Quien lucha puede perder; quien no lucha, ya ha perdido” (Bertolt Brecht)
Quintana Roo, 28 de octubre de 2017
Canek