Escrito por: Carlos Márquez
Este 4 de septiembre fueron despedidos otro grupo de al menos 6 trabajadores del Sindicato de Trabajadores de La Jornada (SITRAJOR) los cuales tenían al menos 15 años laborando en dicho periódico. Estos se suman al despido, el pasado 15 de agosto, de la secretaria general Judith Calderón y de Leonardo Mondragón, secretario de organización. Además hay levantadas demandas penales que incluyen a Alejandro Caballero Calderón, hijo de la mencionada secretaria general. Estas medidas son la respuesta a la huelga que los trabajadores estallaron el 30 de junio de este 2017 y se levantaría el día 4 de julio, después que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje la declararla ilegal y recibir una enorme presión de varios intelectuales de izquierda ligados a este diario. Hubo un acuerdo que no habría represarías ni despidos, este nuevo incumplimiento muestra cual ha sido la actitud de la directiva del diario hacia los trabajadores.
En un país como el nuestro, que tiene enormes medios de comunicación al servicio del régimen, el diario La Jornada ha sido un espacio importante, en muchas ocasiones en sus páginas se ha defendido luchas de trabajadores. No idealizamos, el diario no siempre asume una posición adecuada en la lucha de clases, sin embargo es un espacio que se debe mantener y su cierre significaría un retroceso y el régimen se vería favorecido con eso.
El periódico atraviesa por fuertes dificultades financieras, pero no creemos que la salida a estas sea el aplastar los derechos laborales eliminando el Contrato Colectivo. Judith Calderón, quien además es fundadora y reportera de este diario, califica a la directiva de La Jornada de neoliberal, señala que el sindicato ha estado abierto al diálogo e incluso, entendiendo la situación económica, se propuesto la reducción temporal de una tercera parte de sus prestaciones, pero eso no se acepta por parte de directivos que no quieren dejar sus privilegios y jugosos salarios.
La política laboral de Enrique Peña Nieto ha sido de terror, el claro ejemplo es su actitud contra el magisterio al que está intentando machacar, en sus derechos y en su organización, con la introducción de la reforma educativa que ha llevado a encarcelamiento de dirigentes, profesores cesados y hasta asesinatos de manifestantes. Por otro lado, el acuerdo, ya por si desventajoso, entre el gobierno peñanietista con Sindicato Mexicano de Electricistas, se ha incumplido. Con la aprobación de la reforma laboral, después que EPN comprara la elección del 2012, está significando una ofensiva mayor contra la clase obrera imponiendo una flexibilización laboral sometiendo a los trabajadores a niveles de mayor explotación. En el momento en que escribimos estas líneas, los trabajadores de Teléfonos de México, la empresa con la que iniciaría su imperio Carlos Slim, están realizando un paro de labores defendiendo su contrato colectivo que está en la mira con la separación que quieren hacer de la empresa dividiéndola en dos compañías. No se puede permitir que una lucha laboral legítima sea reprimida y aplastada, lo que han hecho con el Sitrajor lo pueden hacer mañana con cualquier otro sindicato.
La solidaridad obrera se hizo sentir ya con el Sitrajor, el pasado 24 de agosto, miles de sindicalistas realizaron un mitin en las puertas de La Jornada, había compañeros de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), destacando la asistencia del STUNAM, así como de la Nueva Central de Trabajadores, del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, organizaciones populares y estudiantiles. Una manta firmada por el STUNAM y el Sitrajor rezaba: “Defender a los Trabajadores hizo grande a La Jornada, no se debe permitir que ataque a los de casa. [1] La Federación Internacional de Periodistas, que agrupa a 600 trabajadores del gremio de 140 países, también hizo un llamado a los directivos del diario a que: “desistan de la actitud violatoria de los principios básicos del derecho laboral vigente” [2].
Desde La Izquierda Socialista rechazamos esta nueva ola de despidos y nos sumamos al llamado de la reinstalación inmediata de los todos los trabajadores cesados por luchar y el retiro de las demandas. Pugnamos por un dialogo que encuentre una salida que permita mantener el contrato colectivo, eso puede implicar la reducción de salarios preferenciales, medidas como la emisión de bonos para vender a los lectores de La Jornada, llamados a la solidaridad económica de organizaciones obreras, campesinas y populares. En La Jornada no se deben aplicar las mismas medidas del capitalismo salvaje que impone este gobierno de mafiosos y empresarios.
¡Viva el diario La Jornada y los trabajadores que lo hacen funcionar!
¡Respeto al contrato colectivo!
¡Reinstalación de los despedidos y retiro de las demandas!
[1] http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2017/08/25/miles-frente-a-la-jornada-exigen-reinstalacion-de-los-lideres-del-sitrajor/
[2] https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2017/08/18/antisindical-actitud-de-la-jornada-organizaciones-de-periodistas-y-sindicatos/