La podredumbre del capitalismo no tiene límites, hace catorce años el afán de la ganancia, único fin del actual sistema, nos arrebató la vida de 49 niñas y niños. La tragedia de la guardería ABC puso en evidencia que la búsqueda del beneficio económico corrompe autoridades, subroga servicios públicos a privados y perpetua la injusticia. El gobierno actual, tanto Federal como Estatal, se mantienen dentro de los márgenes del capitalismo, que fue el que propició el incendio. Sus políticas reformistas no son suficientes para calmar la sed de justicia de los padres y de quienes los acompañamos en su dolor.
La impartición de justicia llega hasta donde los intereses de la clase dominante se ven comprometidos. Esto debido a que no hay una intención genuina por abolir la verdadera causa de toda esta barbarie, y no estamos hablando de la corrupción sino de su padre: el capitalismo. No hay justicia porque el aparato de “justicia” sirve para perpetuar los intereses de los que ostentan el poder económico, pues quienes movieron influencias y pusieron todas las condiciones para que se generará la tragedia están libres. La fiscalía y el poder judicial creen que por hacer procesos penales contra algunos trabajadores del Estado, como bomberos y servidores públicos, calmarán las ansias de ver a los dueños del gran capital y altos funcionarios enfrentar la justicia.
“Duermo como un bebé” fueron las palabras de Eduardo Bours Castelo cuando se le cuestionó sobre el papel del gobierno del estado en el crimen de la Guardería ABC. El empresario, ganadero y, en ese momento, Gobernador del Estado de Sonora, negó responsabilidad una y otra vez.
Irónicamente, el pasado 28 de mayo se realizó una protesta de la derecha en defensa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y durante su manifestación, donde se encontraba presente Margarita Zabala, destruyeron el memorial en la CDMX de los niños y bebés víctimas del incendio de la guardería. Ahí vemos claramente las contradicciones del Estado burgués y sus instituciones, los culpables salen a defender rabiosamente a la institución que los ha protegido y que garantiza su impunidad, mientras el mismo organismo ha negado por 14 años el acceso a la justicia a las familias de las víctimas. Por eso insistimos en que la verdadera justicia llegará acompañada de un cambio en el sistema económico que romperá con las dinámicas que perpetúan la explotación y sufrimiento de la clase trabajadora.
Sólo con la organización de nuestra clase, luchando contra el capitalismo, sus instituciones y su Estado burgués, se obtendrá justicia castigando a los verdaderos culpables: Gildardo Francisco Urquides Serrano, Sandra Lucía Téllez Nieves y Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, para que duerman “como bebés” pero en la cárcel.
Te invitamos a que te unas y organices con nosotros para luchar por un verdadero cambio, uno que no trate de conciliar con los explotadores, sino que contemple la verdadera emancipación de los y las trabajadoras y sus familias y nos libere de la barbarie del capital.
¡ABC nunca más!
¡Ni perdón, ni olvido, castigo a los asesinos!
¡No fue la corrupción, fue el capitalismo!