Fue un contundente triunfo para el pueblo en Mexicali y un varapalo para el gigante Constellation Brands comercializadora del grupo Modelo. Tras los dos días de consulta que organizó el gobierno federal, el 76% de los 36 mil participantes encuestados rechazó la terminación de la construcción de la planta cervecera y sólo el 23% se manifestó a favor. El gobierno federal confirmó en la mañanera de hoy, lunes 23 de marzo, la cancelación del proyecto.
El que el pueblo movilizado en las urnas haya logrado parar a la cervecera Modelo es tanto más significativo porque se impuso sobre el acarreo millonario de los empresarios, la compra del voto por 200 o 500 pesos, el contubernio evidente de funcionarios que levantaban casillas donde preveían la derrota de la cervecera, la mala organización de la consulta y la propia epidemia. Fue el caso en la casilla de la calle 11 donde los funcionarios retiraron la casilla y se ocultaron en el Walmart para que la gente ya no pudiera votar. Era evidente que algunos funcionarios en las casillas operaron para la empresa.
La cervecera pretendía hacer un negocio millonario con el acaparamiento de uno 20 millones de metros cúbicos de agua al año, una inversión de 1,400 millones de dólares y el 70% de la construcción. Este proyecto iba a significar un saqueo de agua para los pequeños agricultores, escasez del vital líquido en un territorio de altas temperaturas. Mientras la Coparmex chilla y sus acciones caen un 10% tras su derrota –cayendo a su nivel más bajo en los últimos cinco años-, amenaza con meter amparos y se dice preocupada por una consulta en medio de la epidemia. Esto es pura hipocresía para un grupo empresarial que obliga a sus empleados a que sigan trabajando o los despide en medio de la contingencia. Los pobladores se mostraban contentos y con “una muestra de conciencia muy alta en defensa de nuestra agua” (Regeneración Radio).
Fue una desagradable sorpresa para los empresarios que estaban seguros de que el resultado les sería favorable en cuyo caso el vocero de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, no hubiera objetado el resultado. El proyecto estaba comprado con corrupción y el contubernio de partidos como el Verde, el PAN, el PRI e incluso muchos funcionarios de Morena, empezando por un gobernador que militó en el Parido republicano de Donald Trump.
A pesar de que algunos colectivos de izquierda llamaron a boicotear la consulta, pensando que simplemente era una estrategia del gobierno federal para validar el proyecto, miles de personas la utilizaron como un instrumento de lucha convirtiendo todo en su contrario. No deja de ser criticable que la consulta se haya realizado durante esta etapa de confinamiento por la pandemia del coronavirus. Hoy es la Coparmex la que exige la cancelación de la consulta y es el pueblo el que festeja. El impulso de las masas consientes se impuso como lo hizo en el caso de las elecciones en el 2018 o en la consulta sobre el aeropuerto en Texcoco, mostrando al propio tiempo la fuerza del pueblo, los errores sectarios y el repudio al saqueo de los recursos naturales.
Este notable triunfo muestra que sólo con la movilización masiva es posible arrancara conquistas a este gobierno y propinar derrotas a los grandes empresarios. El pueblo sólo puede confiar en sus propias fuerzas y organización. El triunfo en Mexicali debe convertirse en organización permanente para unificar demandas populares y movilizarse para lograrlas, aprovechando cada oportunidad para elevar el nivel de conciencia y confianza de las masas. Los pobladores de Mexicali han dado una muestra de que es posible derrotar los intereses de los grandes tiburones empresariales.
Es previsible que tras el anuncio del gobierno de cancelar el proyecto la burguesía mexicana arreciará su histeria y ofensiva contra AMLO. El gobierno no debe permitir ningún chantaje, mucho menos en tiempos de crisis económica y de salud. No hay necesidad de aceptar los términos humillantes del gran capital cuando es posible que el Estado tome en sus manos la riqueza producida por los trabajadores, que hoy queda en manos de explotadores sin escrúpulos. Este triunfo del pueblo ayudará a clarificar que la derrota definitiva de depredadores, como el Grupo Modelo, pasa por la expropiación bajo control obrero de las grandes empresas capitalistas, no sólo para proteger la vida y el medio ambiente, sino para garantizar una vida digna fuera de toda explotación y miseria.
Por su parte, de manera correcta, colectivos y organizaciones opositoras al proyecto anunciaron que se mantendrán alerta y continuarán con la organización para asegurar la cancelación total del proyecto.