Por: Carlos Márquez
La lucha magisterial que hoy vivimos no hace más que dar continuidad a una larga tradición del proletariado mexicano de la educación, muestra una maduración del ala izquierda y revolucionaria del sindicato. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) fue creada cuando terminaba la década de los 70, agrupando a la disidencia magisterial de los Estados, reflejando esa aspiración de la base por tener un sindicalismo que represente sus aspiraciones. Esas tres décadas han significado la consolidación de varios cuadros y una base experimentada en cruentas batallas de la lucha de clases.
Origen del SNTE, oportunismo y charrismo sindical
Los profesores jugaron un papel activo durante la lucha armada iniciada en 1910, integrándose a distintas fracciones del ejercito revolucionario. Fue en medio de la revolución que surge el primer sindicato de profesores, en 1915, en el puerto de Veracruz. Ya para los años 40 los distintos sindicatos de maestros como son el STERM, SUNTE y SMMTE se fusionarian para dar paso al SNTE.
El extraño regimen que surge en México después de la revolución fusiona practicamente a los sindicatos al Estado, esto se facilitó por los errores y traiciones de los estalinistas y anarquistas mexicanos, los primeros, por ejemplo, contaban con la mayoría de los sindicatos cuando surge la CTM en 1936 y pudieron hacer de esta central una organización revolucionaria que dotara de una base de masas al Partido Comunista Mexicano, rompiendo definitiuvamente con el corporativismo de la CROM ignaugurado por Luis N. Morones. Pero la política de conciliacion de clases de los estalinistas (“Unidad a toda costa“) terminó con el resultado contrario, entregando al PRI la naciente organizacion sindical.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educacion (SNTE) surge con esa tradición de conciliación y adaptación al Estado en el año 1943, sin embargo el control caciquil del Estado no fue tan fuerte en los primeros años. Si bien desde sus orígenes Lombardo Toledano, continuando su obra, ayudó a construir un sindicato corporativo y antidemocrático, combatiendo al ala más clasista y combativa, no fue sino con Jesús Robles Martínez -quien mantendría el control del SNTE desde 1943 hasta 1972- que el sindicato se terminó de charrificar. Jesús Robles, además combatió la tradición de la educación socialista (heredada del cardenismo) dentro del magisterio rural.
Este nefasto personaje, que surge de las filas de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos, egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica es una de las vergüenzas de los politécnicos. Él inaugurará la tradición caciquil del sindicato, con dirigentes eternos que hacen de este un instrumento del Estado y del Presidente en turno. Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo son ejemplos de eso.
El Movimiento Revolucionario del Magisterio
El SNTE, pese a todo, surge bajo la necesidad de unificar a los trabajadores de la educación en defensa de sus derechos y hemos visto la lucha de la base para hacer de su sindicato la herramienta de lucha a la altura de las necesidades del magisterio. Una de las más importante se dio entre los años 1956 a 1960 creando a dirigentes como Jesús Ortega Macías, Rubelio Fernández y Othón Salazar, cabeza del Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM). Othón inició una oposición en contra de los acuerdos llegados por los dirigentes sindicales frente al insuficiente aumento salarial, llegaría a ser electo secretario general de la sección 9, aunque su triunfo no fue reconocido. En el año 1958 se realiza una importante huelga, aún sin contar con representatividad legal y en medio de una fuerte represión.
La sección 9 del Distrito Federal fue el epicentro de esta lucha que si bien no se desarrolla de forma continua hasta la formación de la CNTE si es un ejemplo para las futuras generaciones.
Othón Salazar fue torturado, encarcelado, despedido y nunca se le regresaría su empleo, murió pobre y con firmes convicciones en defensa de los intereses de los trabajadores.
1968
Es poco conocido que en 1968 los profesores democráticos afiliados al SNTE también estuvieron en lucha. Para entonces el MRM ya se había dividido y su llamada “táctica inteligente“ impulsada por el Partido Comunista Mexicano dentro del magisterio derivó en oportunismo y adaptación a la estructura charril del sindicato. La lucha estalló y se desarrolló casi a la par que el movimiento estudiantil, en los meses de julio y agosto. Impulsados por la Liga Comunista Espartaco, se constituyeron Comités de Lucha en el magisterio, que hicieron contrapeso a la estructura sindical.
El 12 de noviembre se dio una fuerte demostración de fuerza con un paro en que participaron mas de la mitad de las primarias y secundarias del DF, el Estado respondió despidiendo a 63 maestros. Pese a la dura represión el paro se mantuvo hasta el 10 de enero, cuando la Normal Superior, la última escuela en huelga, decidió regresar a actividades.
La CNTE entra en la historia
En la primera mitad de los años 70 México vivía un importante boom, lo que permitió dar concesiones a los profesores, facilitando la consolidación de Carlos Jonguitud Barrios en la dirección sindical. Este nefasto personaje tomó las riendas del sindicato a punta de pistolas con un golpe de Estado dentro de la organización, su agrupación, irónicamente llamada Vanguardia Revolucionaria, fue el principal instrumento de sometimiento de la base magisterial.
En los años 70 se dieron importantes luchas sindicales en el país con el surgimiento de sindicatos independientes y la lucha por la democracia en los gremios charros. En la segunda mitad de esa década, la crisis económica se tradujo en ataques y un deterioro de los niveles de vida de los trabajadores de la educación. En diversos Estados, sobre todo los más pobres del país (Guerrero, Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Morelos, Estado de México), diversos movimientos magisteriales surgieron, estos confluyeron en la Primera Asamblea Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas del SNTE, realizada en la capital chiapaneca los días 17 y 18 de diciembre de 1979. En ese Estado del sureste en abril-junio y septiembre-octubre los maestros de la sección VII desarrollaron intensas protestas. Esta reunión en realidad fue la asamblea fundacional de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Lejos de ser una agrupación constituida solo por activistas sindicales, la CNTE demostró ser un instrumento de lucha de la base magisterial. En enero de 1980 el SNTE tuvo un congreso nacional completamente controlado y antidemocrático donde fue electo Ramón Martínez Marín, quien para afianzarse en la dirección amenazó con irse a la huelga. No es la primera vez que un dirigente sindical priísta hace alguna amenaza o alguna protesta para ejercer cierta presión interna, el problema es que en 1980 se abrieron las compuertas, además que cuando la lucha de clases inicia tiene su propia dinámica.
En diversos estados se vivieron protestas magisteriales. El 1 de mayo inició la lucha en Oaxaca por aumento salarial y la destitución de los dirigentes sindicales. La sección XXII fue ejemplo y punta de lanza en la consolidación de la CNTE, 20 mil profesores llegaron desde Oaxaca a protestar a la ciudad de México el 6 de julio de 1980.
Sin duda lo que demostró que la CNTE llegó para quedarse fue la multitudinaria manifestación en la Ciudad de México. Ese histórico 9 de junio de 1980 con 150 mil maestros en las calles. Las diversas protestas de ese año obligaron al Estado y a los charros a ceder un aumento salarial de 22%, siendo el primer triunfo de la Coordinadora.
Los primeros años de la CNTE fueron de intensas luchas, cabría mencionar que la oleada de protestas de las secciones de Guerrero, Hidalgo y el Valle de México a finales de 1980 e inicios de 1981. Los maestros mexiquenses entraron en paro indefinido y realizaron una asamblea multitudinaria en Ciudad Universitaria de la UNAM con la participación de 12,386 compañeros, quienes eligieron a un Comité Democrático.
El 31 de enero fue asesinado Misael Nuñez Acosta, el principal dirigente de la CNTE en el Edomex, a cargo de matones de la entonces dirigente charra de la sección XXXVI, Elba Esther Gordillo -quien años después, apoyada por Salinas de Gortari, realizaría un golpe contra Jonguitud Barrios para apoderarse del SNTE-. Dos días después del asesinato del profesor Misael hay una nueva marcha multitudinaria con 200 mil asistentes partiendo por primera vez de la Escuela Normal Superior (Fresno y Rivera de San Cosme). 40 mil maestros de los estados arriba mencionados realizaban un plantón. La CNTE consiguió que en cada uno de estos Estados se les dieran 5 carteras ampliadas en los Comités Seccionales.
Los paros cívicos nacionales
La CNTE buscó la unidad con otros sindicatos, organizaciones sociales como el movimiento urbano Popular y campesinas, tratando de superar la simple lucha gremial. En 1983 se conformó el Frente Nacional por la Defensa del Salario, Contra la Austeridad y la Carestía (FNDSCAC), para el 18 de octubre se convocó el primer Paro Cívico Nacional. La CNTE ya no se encontraba en la misma etapa de flujo de los primeros años y solo pudo congregar a 50 mil maestros.
El segundo Paro Cívico Nacional se convocó por la Asamblea Nacional Obrero Campesina Popular (ANOCP) el 5 de junio de 1984 donde participaron compañeros de 70 ciudades pero el resultado fue aún menor que el primer paro. Pese a que los resultados no fueron los mejores estas experiencias son muy valiosas, muestran la necesidad de la unidad en la acción, el camino hacia una autentica huelga general, pero también muestran la necesidad de fortalecer la organización de los trabajadores más allá de la CNTE y la necesidad de democratizar y/o formar corrientes democráticas en el resto de sindicatos.
La huelga de 1989
Años de reflujo siguieron a los paros cívicos nacionales, pero en 1989 la situación cambió. Los marxistas señalamos que las elecciones son un termómetro que mide la temperatura social y las del año 1988 mostraron las aspiraciones de cambio de las masas. Después de consumado el fraude electoral con Cuauhtémoc Cárdenas y consumada la imposición de Carlos Salinas, el magisterio nuevamente mantuvo la cara en alto.
El 30 de enero se realiza un paro para pedir un reajuste salarial para el magisterio del DF, de inmediato se retomó la bandera de la democracia sindical. Un segundo paro se realizó cuando iniciaría el congreso de la Sección IX, el 8 de febrero, bastión de Vanguardia Revolucionaria. El congreso se desarrolló en medio de protestas callejeras y peleas internas, aunque al final los charros obtuvieron todos los delegados. En esta sección se logró constituir un Bloque de Delegaciones Democráticas, con real representatividad agrupando alrededor de 15 mil trabajadores.
En la sección XI que agrupa los trabajadores no docentes de distintas dependencias, la lucha contra el charrismo se intensifica, consiguiendo la democratización de distintos comités del IPN, Universidad Pedagógica, Radio Educación Culturas Populares, Bellas Artes.
El Estado y los charros daban tímidas concesiones queriendo frenar el movimiento, se anunció un aumento salarial de 10% y se reagendó el congreso de la sección 9 pero bajo condiciones aún antidemocráticas. Esto en vez de frenar la lucha la llenaba de coraje y arrojo.
Para el 22 y 23 de febrero ya eran más de 50 mil profesores en paro. La lucha del D.F. animó a los maestros a nivel nacional. El 17 de abril de 1989 es otra de esas fechas que se han inscrito como históricas en la lucha sindical mexicana, este paro ya suma a profesores de varios Estados, sumando a medio millón los huelguistas. En algunas partes como el D.F. el paro se vuelve indefinido. Una de los puntos de fortaleza del paro fue el gran apoyo de los padres de familia. El día 24 se da una inmensa manifestación que llenó el Zócalo.
Esta lucha terminó con la caída de Jonguitud Barrios, aunque no pudo evitar el charrazo con la entrada de Elba Esther Gordillo. Finalmente se obtuvo un aumento de 25% de salario y la entrada del sector democrático a la dirección de la sección 9, 10 y 11 del DF. La sección 9 en su siguiente congreso ganaría la dirección plena. Otros estados como Oaxaca y Chiapas también obtuvieron victorias, pero en otras secciones Estatales que entraron un poco más tarde a la lucha no se consiguieron triunfos.
La lucha revolucionaria del 2006
Cuando el movimiento de masas se expresa busca cualquier cause para hacerlo. Un reflejo del fermento de aquellos días se vivió primero con el accidente de Pasta de Conchos, donde fueron sepultados varios mineros en un dramático accidente de trabajo, lo que detonó una huelga minera-metalúrgica de 240 mil trabajadores. Tratando de evitar la polarización social, la burguesía trato de evitar que AMLO fuera el candidato de la izquierda, quien subía cada día en popularidad. Primero intentaron desaforarlo para que legalmente no pudiera ser candidato, pero tuvieron que retroceder ante una movilización de cerca de un millón de personas en 2005 en la Ciudad de México. Posteriormente harían un fraude electoral y viviríamos las movilizaciones más grandes de la historia del país y el plantón kilométrico que se extendía desde el Zócalo hasta la fuente de petróleos.
Todo esto demostraba el hartazgo de los trabajadores y la necesidad de luchar por un cambio profundo, aunque el movimiento se expresara por distintas vertientes el proceso era en realidad el mismo. El punto más álgido se vivió en Oaxaca con una lucha popular encabezada por la CNTE.
La tradicional lucha magisterial del mes de mayo fue reprimida por el gobernador Ulises Ruiz Ortiz (URO). El movimiento creció como bola de nieve, se formó la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) que disputó el poder en la capital Oaxaqueña donde era imposible que URO se parara, cuando lo intentó hacer siempre tuvo que salir huyendo de los rincones más escondidos de la ciudad.
La APPO llegó a controlar varias estaciones de radio e incluso una televisora. Radio Universidad fue el principal medio de comunicación que ayudaba a organizar la lucha y a difundirla vía internet a nivel nacional e internacional. La APPO creo incluso una policía magisterial, había una situación de doble poder y una lucha de masas a nivel nacional que puso a la burguesía y a su Estado contra la pared. Lo que impidió que este movimiento acabara definitivamente con el régimen fue en primer lugar la división del movimiento, que aunque instintivamente desde las bases buscaba la unidad, las direcciones fueron un freno para consolidar la unidad entre la APPO y el movimiento contra el fraude electoral que se constituiría como Convención Nacional Democrática.
Otro elemento que impidió el triunfo definitivo fue que la dirección de la lucha contra el fraude electoral no estuvo dispuesta a ir hasta el final. AMLO debió llamar a formar Asambleas Populares en cada Estado y a organizar una huelga general (los mineros-metalúrgicos y el magisterio ya habían demostrado la disposición de lucha del proletariado). Con esto y sin necesidad de acciones violentas se podría haber acabado con el actual sistema, con su Estado y sus caducas instituciones.
2007 la lucha contra la ley del ISSSTE
Viniendo de los acontecimientos revolucionarios del 2006, los trabajadores al servicio del Estado se defendieron contra la modificación a la Ley del ISSSTE, que fue el primer ataque de seriedad del espurio Felipe Calderón. La CNTE, y dentro de ella la sección 18 de Michoacán, fueron uno de los principales bastiones de la resistencia, pero en esta ocasión la lucha trascendía a los trabajadores de la educación y en diversas dependencias gubernamentales y universidades hubo resistencia. Se conformó el Consejo Nacional de Huelga y una de sus principales acciones fue el paro del 2 de Mayo, donde se piensa participamos en paros y protestas un millón 400 mil trabajadores y estudiantes.
En instituciones como el IPN, donde los trabajadores también son afiliados al SNTE, establecimos mecanismos democráticos donde los representantes ante el CNH-IPN tenían que ser elegidos por asambleas, de tal forma que si los dirigentes sindicales representaban a la base no tendrían problema en ser electos, pero si eran charros le daba la oportunidad a la base de poner a auténticos representantes. Eran electos además de representantes académicos y de apoyo a la docencia, también del sector estudiantil que se sumaron a la lucha y que jugaron un papel clave de contrapeso a la burocracia sindical.
Aunque se lograron algunas concesiones la reforma no pudo ser derrotada, el gobierno le apostó a una táctica de desgaste prolongado, los años siguientes intentaría privatizar el petróleo y daría un certero golpe al SME.
La CETEG y el Movimiento Popular de Guerrero
Cuando Lenin dijo que el Capitalismo es horror sin fin, seguramente no le vino a la mente México, pero hoy sus palabras se muestran aquí con toda crudeza. La pobreza, el desempleo, el subempleo, el hambre, la explotación, la violencia y el asesinato, son pan de todos los días. Es cada vez más claro que este sistema no se puede curar con pequeñas reformas y que la burguesía y su Estado están dispuestos a machacarnos junto con nuestras conquistas históricas. Los profesores no pueden quedarse aislados del ambiente general y en esta época no hay cabida para reformas, por lo que incluso los triunfos económicos hoy son más difíciles de obtener y la tendencia general es de retroceso. La única alternativa para el sindicalismo es no quedarse en las demandas económicas y trascender a las políticas, es no quedarse solamente en la lucha por reformas sino que también se debe incluir la lucha por la transformación social. No hay espacio para el aislamiento, se necesita la unidad.
En Guerrero los profesores y el resto del pueblo nos han dado un digno ejemplo. Después de haber sido aprobada en las cámaras los cambios constitucionales de la actual reforma educativa, esta se pasó a su aprobación en los congresos Estatales. En Guerrero vimos la lucha más intensa y avanzada, que era un anticipo de los actuales acontecimientos. Cuando la intransigencia del Estado no les daba alternativas, los maestros regresaron a sus municipios y comunidades buscando apoyo y se encontraron a las policías comunitarias, a sindicatos combativos, a estudiantes, quienes finalmente confluyeron en el Movimiento Popular de Guerrero (MPG).
Vimos en ciudades tan importantes como Chilpancingo marchas armadas, cierres carreteros donde la policía después de una represión inicial tuvo que replegarse ante la fuerza del movimiento. Todos los locales partidistas fueron destruidos por una masa enfurecida que no tenía confianza en el actual Estado. El Estado se veía paralizado sin poder usar la represión abierta como les hubiera gustado. El ambiente era tan explosivo que cualquier accidente podía radicalizar aún más esta lucha.
Los pilares del MPG fueron las Policías Comunitarias y la CETEG, que es como se llama la CNTE en Guerrero. Es de destacar que esto se llevó acabo aun cuando la dirección oficial de la sección XIV del SNTE estaba controlada por los charros. La CNTE una vez más demostró que vale más la organización, la unidad y la determinación que los cargos legales.
La lucha continúa
La lucha contra a reforma educativa impulsada por el gobierno de Peña Nieto inauguró una nueva oleda de movilización magisterial impulsada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la cual puso sobre la agenda nacional la necesidad de abrogarla. Ahora, con un nuevo gobierno al frente es necesario rescatar toda la experiencia de las luchas magisteriales, mantener las banderas y el programa de la lucha en alto, comenzado por la abrogación real y total de la reforma educativa, la democratización del SNTE, la lucha por mejoras condiciones laborales ara el magisterio y la lucha por la transformación radical de la sociedad.