Por: Petter Mijailenko (CMI Ucrania)
La desastrosa presidencia de Petro Poroshenko lo ha llevado a perder las elecciones presidenciales frente al comediante Volodimir Zelenski obteniendo éste un 73% frente a un 24 por ciento de Poroshenko. El margen de victoria por casi 50 puntos fue la segunda ronda más desigual en la historia de Ucrania. La única provincia ucraniana donde ganó Poroshenko fue el bastión nacionalista de Lviv.
Poroshenko había llegado inicialmente al poder en 2014 después del Euromaidán (movimiento promovido por la OTAN), y en medio de la guerra civil en la región de Donbás. La principal promesa electoral de Poroshenko fue poner fin a la guerra civil, cosa que no hizo. Para añadir combustible al incendio, su más reciente escándalo de corrupción expuso sélo una de las formas en que se ha enriquecido personalmente durante la guerra, al otorgar oscuros contratos militares a sus propias compañías.
Poroshenko llegó al poder en una amplia coalición del Euromaidán : alianza de oligarcas y burócratas respaldados por el imperialismo occidental. A medida que pasaba el tiempo, esta coalición se desmoronó, ya que pocos vieron las ventajas de estar asociados con el gobierno de Poroshenko. La gente apoyada por la OTAN, como Sakashvili y Yatseniuk, también fueron expulsadas, y esta coalición se dividió en muchas facciones, hasta el presente año 2019.
La caída de Poroshenko
La clase obrera ucraniana experimentó la peor degradación económica y social desde la década de 1990, cuando el capitalismo se restauró en Ucrania. El aumento de los precios debido a la inflación y la devaluación de la moneda, y el cierre de fábricas y la destrucción del sistema de seguridad social sirvieron para hacer la vida de los ucranianos más miserables cada año que pasa. Y esto sin mencionar el terror experimentado por la población de Donbás.
Finalmente, forjando su apoyo político, Poroshenko probó el nacionalismo ucraniano reaccionario de varios matices .A los grupos de extrema derecha se les permitió crecer bajo el régimen de Poroshenko , e incluso recibieron en muchos casos considerable legitimidad y apoyo del gobierno. Elevó a personajes históricos como el colaborador nazi Stepan Bandera al estatus de héroes nacionales.
Una combinación de ataques salvajes contra la clase trabajadora, retórica alarmante y represión convirtieron a Poroshenko en el peor presidente en funciones de la historia de Ucrania
Su retórica se basó en el alarmismo sobre los planes del ejército ruso para conquistar Ucrania, y culpó de casi todos los acontecimientos negativos a la influencia de las fuerzas encubiertas rusas ya sus «elementos de la quinta columna» dentro de Ucrania. Esto vino de la mano con ataques autoritarios contra las fuerzas de oposición.
En particular, el Partido Comunista de Ucrania (KPU) fue efectivamente prohibido y se evitó por todos los medios su participación política. Ante la violencia de bandas fascistas, otras organizaciones de izquierda se vieron obligadas a pasar a la clandestinidad. Además, los derechos de los hablantes rusos también fueron atacados por el gobierno. Todo esto culminó en que Poroshenko se convirtiera en el peor presidente en funciones de la historia de Ucrania.
Ilusiones en Zelenski
La victoria de Volodimir Zelenski ha sido, ante todo, una votación contra el gobierno de Poroshenko por parte de amplios sectores de la sociedad de todo el país. Parte de la campaña de Poroshenko contra Zelenski fue la acusación de que este último era un «agente ruso”. Es muy significativo que, a pesar de la sofocante atmósfera de chovinismo reaccionario que se ha promovido a lo largo de estos años, y que se ha convertido efectivamente en la ideología del Estado, esto no afectara a la popularidad de Zelenski.
En segundo lugar, Zelenski no está (¡todavía!) contaminado por haber estado involucrado en la política ucraniana, a diferencia de otras opciones como Yulia Timoshenko o Yuri Boiko. Zelenski es un comediante de la ciudad central ucraniana de Krivyi Rih , popular por » Kvartal 95″, un programa de comedia de sketchs, y por una comedia llamada «Servidor del Pueblo » (igual que su partido), donde interpreta a un sencillo maestro y bloguero anticorrupción que se convierte en presidente. Pero sus posiciones políticas previas a la elección, incluidas las expresadas a través de su papel de comediante, han sido muy vagas.
La postura «anticorrupción» es famosa en todo el mundo como una manera en que los políticos pueden disfrazar su política real o el hecho de que no tienen ninguna. Y esto es especialmente habitual entre las celebridades convertidas en políticos, como el cómico Pepe Grillo en Italia, Imran Jan en Pakistán, Donald Trump en los Estados Unidos o el ex campeón de boxeo y actual alcalde de Kiev (y aliado de Poroshenko) Vitali Klitschko.
Hacen promesas de erradicar a los funcionarios corruptos o «acabar con el estercolero», que son consignas populares para ciertos sectores de las masas que se resienten con las élites que se enriquecen a su costa. Por supuesto, el sistema que permite esto en primer lugar se mantiene intacto, y muy pronto, la facción anticorrupción se ve involucrada en algunos asuntos turbios propios. Y en todos los casos mencionados anteriormente, llegaron cínicamente al poder aliados con los monstruos capitalistas más corruptos de sus respectivos países.
El atractivo de Zelenski como una celebridad también es importante, ya que algunos sectores de los trabajadores lo consideran una persona independiente que servirá a los intereses del pueblo en lugar de los suyos. Por supuesto, no podemos excluir que algún artista o personaje famoso pueda tomar posiciones progresistas bajo la presión de un movimiento obrero organizado. Este no es actualmente el caso en Ucrania, y cualquier “vacío político”, si existe, se llenará por la presión de la elite oligárquica que controla los medios de comunicación y, por lo tanto, los medios de vida de los artistas. Este ha sido el caso, no solo con Klitschko, sino también con cantantes populares como Ruslana y Sviatoslav Vakarchuk.
La realidad de Zelenski
No podemos comenzar a hablar sobre lo que significa la presidencia de Zelenski sin considerar a su principal patrocinador, y propietario del canal 1 + 1, que dirige los programas de Zelenski . El multimillonario Ihor Kolomoiski es uno de los oligarcas más ricos y despiadados de Ucrania, señalado por la abogada y bloguera política Tetiana Montian, como el «asaltante corporativo» más infame de Ucrania. Es el fundador de PrivatBank y posee una gran parte de la industria metalúrgica de Ucrania, la industria de la energía y casi todas sus aerolíneas. Está estrechamente vinculado con su compatriota Kennedy Bogoliubov.
Kolomoiski es conocido por una serie de incautaciones de activos estatales, incluidas unas operaciones en las que pudo demandar al gobierno ucraniano por millones. Una de sus tarjetas de visita en los últimos 20 años es el uso de su propio ejército de matones para apoyar varias adquisiciones hostiles, desde fábricas hasta compañías de energía estatales. Su alianza con la coalición Euromaidán lo llevó a ser nombrado gobernador del Óblast de Dnipropetrovsk. Entre los numerosos grupos armados de hombres que formaron la columna vertebral de Euromaidán, Kolomoiski vio la oportunidad de reforzar las filas de sus fuerzas de seguridad privadas.
Es el principal financiador de las organizaciones de extrema derecha que surgieron de los acontecimientos, incluido Sector Derechista, que incendió las oficinas del KPU en Kiev, y el batallón abiertamente neonazi Azov, ahora organizado como el partido político Nats Korpus. En 2015, sus matones se apoderaron del cuartel general de la compañía petrolera de propiedad estatal UkrTransNafta, lo que lo llevó a un enfrentamiento con Poroshenko y al despido como gobernador, así como a la nacionalización estatal de PrivatBank.
Kolomoiski tiene grandes disputas con Poroshenko, pero es muy similar y tan despiadado en su búsqueda de enriquecerse por encima de todo. Además, sus compañías se han beneficiado de contratos de guerra como Poroshenko y no tiene absolutamente ninguna reserva moral sobre el uso de matones neonazis para lograr sus objetivos.
Zelesnkiy ha afirmado ser «su propio hombre», pero sería muy ingenuo pensar que Kolomoiski no es la persona principal detrás de las bambalinas, junto con otros oligarcas influyentes. Su equipo de campaña incluye agentes políticos experimentados pero menos conocidos que antes eran leales a Poroshenko, a Yanukovich y a ONG pro-occidentales. Esto indica que Zelenski tiene el apoyo de otros sectores de la oligarquía, que vieron al gobierno de Poroshenko en un callejón sin salida.
Construyendo sobre «Los éxitos de Poroshenko»
En los días previos y posteriores a la victoria de Zelenski, éste comenzó a revelar cada vez más que sus planes no eran tan diferentes de los de su antecesor, y dijo que quería aprovechar los «éxitos» del gobierno anterior. Además, afirmó que la «descomunistización» (las leyes que prohíben los símbolos e ideología comunistas) era algo positivo, manifestó su intención de continuar con las reformas que se están imponiendo actualmente y dijo que el camino para Ucrania es más préstamos del Banco Mundial y del FMI, que solo pueden significar más austeridad.
Sobre la cuestión de la guerra civil, su asesor Dimitri Razumkov ha dado marcha atrás en las sugerencias iniciales de que la guerra civil terminaría, sugiriendo que no sería tan simple. En cuanto a Rusia, ha mostrado una postura similar a la de su antecesor en los últimos días. Y el hecho que demuestra claramente tal continuación del antiguo régimen es que personas como el actual Primer Ministro Volodimir Groisman y la ex presidenta Yulia Timoshenko han declarado abiertamente su deseo de trabajar con el nuevo presidente.
Es comprensible que la mayoría de los trabajadores tenga ilusiones literalmente en cualquiera que reemplace a Poroshenko, pero los marxistas no pueden albergar tales ilusiones. El gobierno de Zelenski sigue representando a la misma clase de oligarcas sanguijuelas que llevó al poder a Poroshenko y a todos los que estaban antes que él, y que se han enriquecido succionando la sangre de la población de Ucrania desde la caída de la URSS hasta nuestros días.
Zelenski tendrá un cierto período de gracia. Pero éste no será el mismo que consiguió Poroshenko. El estado de la economía significa que la población está más cerca del límite y más fatigada por la guerra civil. El estado del capitalismo global sólo exacerbará esta situación, al igual que el saqueo que otros partidarios de Kolomoiski y Zelenski perpetuarán. Dada esta situación material, el nacionalismo de derecha y la histeria de guerra no tendrán el mismo efecto que tuvieron una vez. La pregunta es, ¿en qué momento político estará finalmente la clase trabajadora para actuar con una postura independiente y de clase? Pronto podremos descubrirlo.