Escrito por: Alan Vargas
En los días pasados han circulado en redes sociales algunos videos grabados en tienditas de México, donde empleados de la empresa Bimbo que se dedican a repartir la mercancía en todo el país, sustraen algunos productos o entregan la mercancía incompleta a los comerciantes con el fin de tener mayores ganancias para ellos mismos.
Todo comenzó con el video de un repartidor robando producto en una tiendita de Iztapalapa, donde el dueño comerciante era un hombre de edad avanzada, tras esto, se viralizaron 4 videos más de repartidores realizando la misma acción. Esta serie de videos han desatado coraje e indignación en la sociedad por el robo que se les hace a dueños y comerciantes que, en muchos casos, son mayores de edad o personas que no tienen otro ingreso económico más que en la venta de sus productos. Incluso algunas personas han subido videos sorprendiendo a los repartidores de Bimbo en el robo de productos, se observan cómo, entre varias personas lo enfrentan e interrogan furiosas tras atrapar al trabajador.
La empresa Bimbo, por otra parte, ya ha hecho de conocimiento público por medio de su página oficial de Facebook, que el trabajador fue despedido y ″refrenda su compromiso con México″ para seguir llevando su producto y recuperar la confianza de sus clientes.
La empresa Bimbo es una de las empresas más grandes en México. De las 2,000 empresas más grandes en el mundo 12 firmas son mexicanas y el octavo lugar es precisamente esta empresa valuada en 13,500 millones de dólares. Bimbo, con presencia en 32 países de los cuatro continentes, reportó un beneficio neto de 427 millones de pesos (22 millones de dólares) entre octubre y diciembre de este año.
Ahora bien. ¿Qué significa este hecho y a qué responde? ¿La solución está en el linchamiento y la humillación pública de los trabajadores de Bimbo para que dejen de suceder estas cosas? ¿Con qué fin el trabajador robaría producto? Como históricamente hemos visto, basta un accidente o acontecimiento pequeño para que se desate una serie de preguntas, problemáticas y situaciones que nos llevan a concluir que necesitamos profundos cambios sociales porque, sencillamente, no es justa la realidad en la que vivimos.
Empecemos por el hecho de preguntarnos ¿Por qué robaría un empleado de una empresa con tanto éxito? El tabulador de salarios que reportan los mismos trabajadores de esa empresa se puede consultar en el siguiente link:
https://www.indeed.com.mx/cmp/Bimbo,-S.a.-De-C.v./salaries
306 empleados de Bimbo vendedores en tiendas reportan para el portal de trabajo Indeed un salario aproximado de 6,908 pesos al mes, el salario mínimo en México es de 88.36 pesos, es decir, 2 mil 649 pesos mensuales lo que quiere decir que al mes una persona que trabaja en Bimbo como repartidor apenas gana 2.5 salarios mínimos mensuales. Claramente vivimos en un país donde los sueldos son miserables. Pondremos otro ejemplo, en Sanborns (propiedad de Carlos Slim), a un vendedor de piso en una tienda, conocido por todos por llevar un saco rojo, se le ofrece 2 mil 800 pesos al mes, es decir, 1 salario mínimo más una comisión del 1 % de ganancias por ventas recibidas, esto quiere decir que si vende un artículo de $100 pesos el vendedor de piso se lleva apenas $1 peso. Se calcula que una familia debería de tener un salario mínimo diario de $353 pesos para comprar la canasta básica indispensable.
Ejemplos como estos hay en todos lados, pero hoy tenemos en Bimbo un claro ejemplo de injusticia laboral, así como en muchas otras empresas que se quedan con la parte más grande que nuestro trabajo genera, esto también es un robo. Estas prácticas son más comunes de lo que parecen, incluso a veces esta es la única forma que los trabajadores encuentran para llevar un billete más a casa, donde hay un sinfín de necesidades que saciar, en numerosos comercios como bares, antros y restaurantes los empleados piden propinas extras, otras veces se las arreglan para poder tener de alguna u otra manera mayores ganancias, ya sea a escondidas del gerente o pidiendo directamente un aumento, el cual, casi nunca llega.
No, robar no es lo correcto y tampoco la solución a nuestros problemas, entendemos que al robarle a otras personas y más siendo pobres, estamos reproduciendo las crueles afrentas de las que somos víctimas en nuestro día a día, no podemos aquí promover el robo o justificarlo como única salida a nuestros problemas. Como se menciona al principio de este artículo, a veces basta una situación cotidiana para darnos cuenta que hay profundos cambios por hacer, entonces así podemos llegar a dos conclusiones: No es justo el salario y la realidad social en la que vivimos y no podemos robar como única salida.
La justicia ¿al servicio de quién?
Supongamos que hoy un grupo de compañeros de la empresa Bimbo se dan cuenta que robar productos es incorrecto y que necesitan otro mecanismo, como el jurídico, para mejorar las injustas condiciones laborales en las que se encuentran. En este contexto se encontrarán un sinfín de obstáculos para poder lograr mejoras para sí, como la burocracia del estado y la odisea y eterna del ventanillismo en la oficina de la supuesta defensa para trabajadores. El juez (si es que llegan a ese punto) tampoco tomará importancia y con el chasquido de un dedo los mandará de vuelta al trabajo. Claramente el Estado y la legalidad no está para beneficio de los trabajadores, de Bimbo y de todas las empresas, sino por el contrario esta para cuidar y salvaguardar los intereses de la burguesía, de los oligarcas y los capitalistas dueños de gran parte de los bienes del mundo. Solo en México apenas algunas familias poseen el 60% de las riquezas y ‘’lo lega’’ claramente no es lo más justo.
La ley se compra y solo está disponible si eres un político influyente o un millonario. El estado es el aparato maquinado por la clase dominante para administrar sus negocios en donde la explotación es la herramienta más efectiva. Si compras la justicia puedes dejar libre a Elba Esther Gordillo quien se robaba 140 millones de pesos al mes y puedes encarcelar a un trabajador por robar productos de Bimbo.
Es muy distinto lo que llevó a un trabajador a robar un producto para sacar unos pesos extras, que lo que lleva al gobierno corrupto y sobre todo a los grandes empresarios a robar. El trabajador quiere mejoras para su familia y su futuro incierto, los políticos corrutos y rateros roban porque quieren ser millonarios y nunca más trabajar, quieren ser millonarios. Basta con leer Salario, Precio y Ganancia (Karl Marx 1865) y descubrir la plusvalía, para darnos cuenta del hurto que se hace a la clase trabajadora por medio de la explotación.
La organización y la lucha, el único camino
Los trabajadores aprenden por la experiencia y muchos de los derechos y beneficios de los que hoy todavía disfrutamos como el aguinaldo, (derechos que actualmente las grandes empresas y la burguesía se deciden por destruir, como la antigüedad a través de la contratación outsourcing) han sido logrados por la lucha dada por los compañeros trabajadores de las fábricas y las empresas. Ante un Estado al servicio de la burguesía, ante la bancarrota de la ‘’legalidad’’ ante la imposibilidad del cambio de condiciones laborales, ante la dura precariedad de la vida, ante la mercantilización de la humanidad de la clase trabajadora, solo la unión puede hacer la fuerza, solo un cambio radical de esta envergadura puede llevar a los trabajadores a un verdadero cambio en la vida, solo bajo el Socialismo podemos lograr un verdadero avance en la humanidad y el mundo, el control obrero en los medios de producción le darán a México, Latinoamérica y el mundo una perspectiva más humana, más justa, más correcta. El robo más grande conocido por la historia y a través de ella es el robo que hace el capitalismo sobre la tierra.
Seguiremos explicando que bajo este sistema ningún castigo o ningún encarcelamiento puede ser más justo para la clase trabajadora que el encarcelamiento de la burguesía y su sistema caduco.