Escrito por: La Izquierda Socialista – Quintana Roo
En unos días serán las elecciones más grandes de la historia en México, con más de 89 millones de votantes y más de 17 mil cargos políticos en disputa, empezando por la Presidencia de la República. Al mismo tiempo la crisis y degeneración del sistema capitalista es evidente; esta descomposición se refleja también en toda la sociedad pero particularmente en las instituciones burguesas y sus partidos políticos ante los cuales el pueblo muestra gran desconfianza. Aun así millones de jóvenes y trabajadores utilizaremos el voto para intentar derrocar al régimen y a sus políticos títeres de la derecha.
Todas las encuestas posicionan a López Obrador en primer lugar por amplio margen y de igual forma en muchos estados y municipios Morena encabeza las preferencias electorales. Sin duda esto es un síntoma positivo pues refleja el sentir de millones de compatriotas que estamos hartos de los mismos gobiernos de siempre -que solo favorecen los intereses de los más ricos (la burguesía) mientras pisotean al pueblo explotando al máximo su fuerza de trabajo, saqueando y privatizando recursos naturales mientras reprimen, encarcelan y matan a quienes se oponen- y que queremos un cambio radical en donde las necesidades de la mayoría y la conservación del planeta sean prioridad. Ese cambio es posible solo con la organización de todo el pueblo con un programa de izquierda revolucionario y anticapitalista.
¿Es morena el partido de izquierda que necesitamos para transformar la sociedad?
Ante esta necesaria pregunta primero debemos recordar qué es la izquierda. Históricamente el término nace de forma casual durante la Revolución Francesa cuando los diputados “jacobinos” que querían un cambio a favor del pueblo, contra los privilegios de la aristocracia, la iglesia y la monarquía, se sentaban a la izquierda del rey y quienes lo defendían, los “girondinos”, se sentaban a su derecha.
“Desde entonces, cuando decimos izquierda, nos referimos a aquella parte de las agrupaciones políticas que están contra los privilegios existentes de unos cuantos; que se oponen a toda forma de dominación y explotación de los trabajadores; que se manifiestan, alzando la voz, contra la ausencia de libertad y democracia; que luchan contra el poder ilimitado de las élites de la clase dominante y, por lo tanto, están animados de un gran deseo de cambiar el orden social económico que oprime y explota a toda una nación”.
En ese sentido Morena también nació como una organización popular de izquierda que agrupó a millones de mexicanos contra el fraude electoral del 2012 y contra las reformas estructurales del régimen. Sin embargo, a lo largo de los últimos años hemos visto su rápida degeneración. “Hoy, a unos días de las elecciones, que es casi segura su victoria, vemos a un Morena totalmente diferente de cuando se formó, el partido ha sido infiltrado, con todo el apoyo de la dirección nacional y de los estatales, de arribistas, chapulines, corruptos, incluso de los que votaron las llamadas reformas estructurales”. Esto era de esperarse pues aunque sus bases eran de izquierda desde el principio se careció de un programa y una dirección revolucionaria que viera más allá de la lucha electoral.
Ahora, ¿qué hacemos?
Votar por los partidos de la derecha para “castigar” a morena, como proponen algunos oportunistas, sería descabellado pues nos estaríamos afectando a nosotros mismos con la continuidad del capitalismo más salvaje representado por el PRIAN. En este momento tenemos que votar contra la derecha y el capital, así como defender el voto, pero sobre todas las cosas debemos organizarnos de forma independiente como clase trabajadora para construir el poder popular, en cada centro de trabajo, en cada cuadra, en cada barrio. Hay que combatir al capitalismo en todas sus formas. Solo con nuestra propia organización democrática y con un programa revolucionario, podremos vencer la tiranía para comenzar la verdadera y necesaria transformación social de fondo, la transformación socialista.