Escrito por: Ricardo Ayala
Durante la historia de El Salvador se ha derramado mucha sangre, los mártires de nuestro pueblo se cuentan por decenas de miles, la inmensa mayoría han sido muertos por la reacción, por las clases gobernantes que han mostrado siempre un desprecio hacia los campesinos y los obreros. Todas esas perdidas son dolorosas pero sabemos bien que vienen de nuestros enemigos de clase. Hay también algunos mártires que no deberían haber muerto, recordamos el aun no esclarecido caso del comandante Marcial y Ana María y más claramente al poeta revolucionario Roque Dalton muerto hace 35 años por la dirección del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP) uno de los grupos que conformarían el FMLN.
Los escritos de Roque Dalton son de los más importantes dentro de la intelectualidad salvadoreña. Nacido en San Salvador el 14 de mayo de 1935, año de la primer reelección del verdugo del pueblo Maximiliano Hernández Martínez, se convertiría años mas tarde en reconocido escritor con un renombre a nivel internacional. Realizó estudios además de El Salvador, en Chile y México. Fue en dos ocasiones Premio Centroamericano de Poesía cuando perteneció al Circulo Literario Universitario y años mas tarde obtendría también el Premio que otorga Casa de las Américas con cede en la Habana.
Roque no solo fue un escritor, fue un luchador comunista comprometido con la causa de la clase obrera lo que implicó vivir cárcel, exilio e incluso sufrir intentos de fusilamiento. Roque se salvó de las balas enemigas en varias ocasiones, se dice que estando condenado a muerte en una ocasión un temblor hizo que cayera el muro que estaba tras de él y salió huyendo y en otra un golpe de Estado permitió que con el cambio de gobierno salvara nuevamente la vida.
Sus poemas y escritos abarcan diversos temas de la historia y la vida salvadoreña como la rebelión de Anastacio Aquino, los acontecimientos de 1932, la lucha del padre Matías Delgado o la misma dura vida del pueblo salvadoreño que tiene su mejor reflejo en su famoso “Poema de Amor”. Incursionó en la historia del país con su “Monografía de El Salvador” y recogió un importante testimonio, que pese a su forma anecdótica es indispensable para aquellos que quieren analizar los acontecimientos de la insurrección fallida dirigida por Farabundo Martí y los orígenes del movimiento obrero salvadoreño, nos referimos a “Miguel Mármol: Los sucesos de 1932 en El Salvador”. Libro prohibido durante muchos años en el país. Tuvo que librarse una guerra civil de más de una década para que pudiera ser publicado dentro del territorio nacional.
Roque militó en el movimiento comunista, vivió en ciudades como Praga o la Habana. La revolución Cubana impactó a más de una generación de jóvenes revolucionarios latinoamericanos y Roque Dalton no fue la excepción. Tenía profunda admiración por este proceso y convivió con toda una serie de artistas e intelectuales surgidos de la revolución. Es conocida su amistad con artistas como Silvio Rodríguez, pero también fue amigo personal y colaboró con uno de los más importantes intelectuales surgidos de la Revolución cubana: Martínez Heredia, quien editaba la revista Pensamiento Crítico en la que fueran publicados los primeros fragmentos de lo que seria su libro sobre Miguel Mármol. Roque fue un defensor de la lucha armada, lo que lo haría ingresar a la guerrilla salvadoreña, concretamente en el ERP al regreso de su exilio en diciembre de 1973.
La formación del ERP
El PCS desde sus orígenes contó con una capa de trabajadores honestos y muy sacrificados que luchaban sinceramente por la revolución socialista. Desgraciadamente la posición que asumió el partido no correspondía con las aspiraciones de los trabajadores comunistas. Un ejemplo claro lo vimos en la Guerra entre El Salvador y Honduras en 1969, donde se asumió una posición oportunista por parte del PCS, quienes en vez de mantener una posición de clase se apoyaron acriticamente a la burguesía salvadoreña contra la hondureña. Por otro lado abrazo la idea de que prácticamente el único camino para transformar la sociedad era a través de la vía electoral. La posición de la dirección del PCS era comunista de palabra pero oportunista de hecho. Esto generaba repulsión entre muchos jóvenes y obreros que querían luchar contra los gobiernos militares y por el socialismo.
Esto sumado a la fuerte represión estatal derivó en una escisión del PCS y la formación de las FPL. Casi al mismo tiempo diversos grupos de jóvenes se empezaban a organizar tendiendo a la vía armada como estrategia de lucha. De la fusión de varios de estos grupos de jóvenes provenientes del Partido Demócrata Cristiano, la pequeña burguesía, el movimiento estudiantil y una escisión de las Juventudes Comunistas se forma el Ejercito Revolucionario del Pueblo en 1972.
Mas que surgir como una organización política homogénea, era una federación de grupos que poco a poco van adquiriendo una organización centralizada aunque a la postre saldrían a relucir divergencias políticas profundas. En un comunicado del ERP se diría al respecto:
“Se profundiza el debate interno sobre la estrategia y la táctica de lucha y se van dibujando dos posiciones, por una parte la de quienes sostienen un enfoque insurreccional que deriva hacia visiones en las que predomina el énfasis en lo militar y evoluciona hacia la negación del esfuerzo de masas por considerarse que el proceso caminaba rápidamente hacia a la maduración de la situación revolucionaria y en ese sentido la tarea fundamental era la construcción de la columna vertebral de conducción militar del levantamiento insurreccional”(Origen y Desarrollo del ERP).
Si bien ambas posiciones defendían la lucha armada en una de ellas había un desprecio hacia el movimiento de masas. Se tiene la creencia de que aquel que defiende la lucha armada de manera mas firme es más radical y revolucionario, pero no siempre es así. En el movimiento revolucionario ruso los marxistas tuvieron que combatir las tendencias pequeñoburguesas de los Narodnikis a los que Lenin definió como liberales con bombas. El pequeñoburgues no tiene confianza en la clase obrera y quiere sustituir la lucha conciente de las masas con acciones individuales heroicas, buscando atajos para la revolución que suelen convertirse en caminos mas largos para alcanzar la victoria.
No nos debe sorprender la evolución que han tenido dirigentes del ERP como Joaquín Villalobos quien dejara la lucha revolucionaria por la academia en Oxford y se convirtiera en asesor de los gobiernos más derechistas de América Latina como el de Álvaro Uribe de Colombia o el de Felipe Calderón de México.
¿Contra los intelectuales?
Incluso hoy en día vemos como algunos dirigentes del FMLN tienen una actitud de un cierto desprecio hacia la teoría. Los Narodnikis eran elementos prácticos sin formación ni base científica de su lucha, la mayoría de ellos terminaron en la barricada enemiga. Es verdad que existen Intelectuales, como el actual caso de Heinz Dieterich, que esperan desde sus cómodos escritorios hacer la revolución alejándose de la lucha real de la clase obrera y el campesinado y fabricando teorías como quien hace pupusas. En su mundo de abstracciones cabe cualquier tipo de teoría aunque esta no se corresponda con la realidad, tal es el caso del llamado Socialismo del Siglo XXI, que no es más que un cumbo vacío que puede ser llenado por cualquier cosa y justificar así a los reformistas que se disfrazan de rojo y hablan de socialismo pero le temen y no creen en realidad en la revolución.
Con esto no decimos que estemos en contra de los intelectuales o la teoría, al contrario. Nadie puede negar las aportaciones que intelectuales como Jorge Arias Gómez ha hecho al proceso revolucionario salvadoreño con sus importantes escritos sobre Farabundo Martí, los mejores que hasta la fecha se hayan elaborado sobre este gran revolucionario. Tampoco se puede negar que los escritos de Roque han inspirado a generaciones enteras en la lucha contra el capital y han servido para transmitir la memoria de la clase obrera. A lo que se tiene que aspirar es a que cada obrero conciente se convierta en un intelectual de la clase obrera. Lenin remarcaba que sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria y viceversa.
El ERP incluyendo los directamente implicados en el asesinato de Roque Dalton han hecho un análisis crítico de lo sucedido y han dicho que fue un error la muerte del poeta comunista. Pero basta revisar lo que esta extinta organización escribió al respecto para mostrar como existieron elementos claros de sectarismo y burocratismo, basta mostrar como se expresan al respecto: “La ejecución del Dalton fue un error político ideológico, ningún pequeñoburgues aventurero merece ser muerto por el simple echo de serlo” (La Crisis política en el Salvador, Manlio Tirado).
Escisión en el ERP
La muerte de Dalton está íntimamente ligada a una lucha fraccional en el seno del ERP. Por un lado estaba el ala militarista que hacia mayor énfasis en la lucha armada anteponiendo lo demás a esto y estaban quienes planteaban una mayor vinculación con las luchas de masas. Se desarrolló un debate ideológico sobre cuál era la estrategia y la táctica a seguir, en las que fueron ganando terreno la posiciones contrarias al militarismo posición defendida por la mayoría en la dirección. Los sectores con mayor nivel político y mayores vinculaciones con las organizaciones de masas fueron posicionándose en contra de la mayoría de la dirección.
Lenin y Trosky siempre antepusieron el convencimiento político de sus ideas para convencer a la militancia, Lenin mismo muchas veces estuvo en minoría pero tenían confianza en sus ideas y en más de una ocasión, pese a ser en ocasiones minoría de uno contra todos convencía al partido.
El problema es cuando una dirección es incapaz de convencer con argumentos políticos y no reconoce su derrota en los debates o su condición de minoría y peor aun cuando antepone su prestigio personal negándose a reconocer errores. Incluso si la minoría tiene razón los acontecimientos se los darán y en el futuro puede ganar la mayoría si el régimen interno de la organización es democrático y sano.
¿Cuál fue el actuar de la mayoría de la dirección del ERP? Conforme el debate avanzaba y perdían terreno antepusieron medidas militares contra sus adversarios como llamar a cuadros a campañas militares eternas para que no pudieran participar en los debates políticos de la organización, cercar el debate en la dirección y después que fueron derrotados tomar medidas de echo señalando que la insurrección ya estaba cerca y que había que tomar medidas, si un militante aceptaba o se negaba a participar en una acción armada era medido en su decisión o vacilación como militante de la organización.
Otro método clásico que utilizaron los militaristas fueron las clásicas intrigas pequeñoburguesas, para a través de chambres puros tratar de desprestigiar a sus adversarios. Las FARN que surgiría como producto de este debate y en protesta ante el asesinato de Roque, dirían más tarde:
“Lanzan así mismo una intensa campaña contra el “revisionismo interno” identificado esa desviación con las posiciones políticas que buscan el acercamiento a las masas y la combinación de todas las formas de lucha útiles al proceso revolucionario” (La Crisis política en el Salvador, Manlio Tirado, ver también CEDEMA.org).
En ese mismo comunicado de balance de los acontecimientos de la escisión entre el ERP y las FARN señalan:
“Incapaces de reconocer su derrota ideológico-política, cegados por la desesperación del inalcanzable triunfo de sus posiciones por medio de un proceso correcto de lucha ideológica, y trasladando la imagen de su propia situación al resto de la organización, van creyendo que, de la misma forma en que en sus sectores la camarilla es la única que entiende, comparte y defiende su ‘concepción’ por medio de un método de sometimiento militar de las bases en relación a dicha concepción ‘tiene’ que existir en los otros sectores de la organización, un núcleo o cabeza pensante que sea la fuente de concepción que se les opone: de esa aberración no es nada difícil pasar a pensar en la solución de ‘neutralizar’ esa cabeza para que el resto de la organización, a la que consideran incapaz, no consciente y ‘manejada’ por el seguidismo (como ellos manejan a su base) se sienta débil y sea permeable a sus imposiciones”.
“Este papel de ‘cabeza pensante y gestor de la concepción’ se lo adjudican al compañero Roque Dalton en quien consideran tener su ‘máximo adversario’ como el único ‘capaz’ por sus cualidades teóricas, de ser la fuente y sostén de la concepción”.
“Grave error de apreciación de la camarilla militarista, que aislada del desarrollo político de amplios sectores de la organización, no fue capaz de comprender que si bien el compañero Roque Dalton compartía y defendía esa concepción no había desempeñado en su gestión desarrollo y defensa, el papel fundamental y decisivo que en su mente desviada le quería adjudicar” (ibíd).
Esta cita de las FARN muestra síntomas de un proceso de alejamiento del movimiento de las masas y sus propias bases por parte del ala militarista del EPR, su línea política orientada a la lucha armada, despreciando la lucha real de los obreros y campesinos derivaron en un proceso de burocratización. En estos casos podemos ver las purgas más grotescas y absurdas, que en este caso costó la vida de Roque Dalton y otro militante del ERP: Armando Arteaga conocido como Pancho.
Cualquier intento por sustituir el papel que debe jugar la clase obrera en la lucha por el socialismo termina siempre en burocratismo. El proceso vivido en el ERP se desarrolló en mayor o menor medida en todas las organizaciones político militares que integraron el FMLN.
Purgas militaristas burocráticas
Los acontecimientos que derivaron la división en el EPR y el asesinato de Roque y Pancho fueron una clara purga burocrática. El 13 de abril es capturado Pancho juzgado de rebeldía militar y a Roque le acusan de haberlo incitado y también es capturado y al día siguiente el “consejo de guerra” controlado por la fracción militarista. En la última reunión de la vieja dirección del ERP realizada el 17 de abril la disuelven purgando a los elementos disidentes y argumentando que ellos eran la mayoría política de la dirección y la organización –esto último se demostró posteriormente que era falso-. Para evitar las críticas cancelan cualquier discusión política con las bases.
El ala que formaría las FARN buscando la unidad de la organización busca debatir las diferencias en un congreso para definir de forma total la línea política. Como respuesta la camarilla dirigente rebela la identidad de Roque Dalton (conocido en la organización como Julio Delfos Marín), lo acusan como revisionista de derecha y ser agente pro-cubano infiltrado para pasar acusaciones más graves como el que era agente de la CIA. Como se ve esta acusación más que basarse en hechos reales fue producto de acusaciones dentro de la lucha fraccional interna, justificando este argumento con su huida de la cárcel de Cojutepeque en 1964.
Este argumento sirvió para que los militaristas terminaran de tomar el control total de la organización bajo el argumento de “emergencia militar”. Como respuesta se organiza una reunión de la Resistencia Nacional y deciden separarse del que llamaron la camarilla militarista.
Estas divergencias tenían una base política. Los grupos armados alejados del movimiento vivo de la clase obrera suelen caer más fácilmente en burocratismo y con mayor razón si la organización y la dirección no cuentan con un nivel político serio, como era este caso. Los grupos más vinculados al movimiento de las masas explotadas rompieron con los militaristas y formaron la Resistencia Nacional (RN), que tenía como cuerpo armado las Fuerzas Armadas de Resistencia Nacional (FARN) quienes dirigirían las FAPU donde estaba agrupado FENASTRAS, una poderosa federación sindical.
Desgraciadamente no contamos con muchos documentos de este debate que nos permitan hacer un juicio más específico sobre estas divergencias pero coincidimos con la RN en esta polémica en que debía darse mayor impulsado e importancia al movimiento de las masas. Pero incluso esta organización, como mostrarían los acontecimientos futuros, vieron al movimiento obrero y en general de las masas como un auxiliar de la lucha armada, cuando la posición debería ser la contraria. También defendieron la posición que Stalin robara a los mencheviques de la teoría de las dos etapas, pugnando por la revolución democrática antes de plantear la lucha por el poder y el programa socialista.
Lo que vimos posteriormente fueron actos desesperados de elementos desclasados que habían perdido la realidad. Como respuesta a la perdida de la mayoría de la organización el ERP realiza atentados contra los miembros de la RN que por fortuna no tuvieron éxito, pasan a condenar a muerte o exilio a sus oponentes políticos que días antes eran compañeros de lucha. En este contexto es cuando deciden terminar de una vez por todas con la vida de Pancho y Roque Dalton, asesinandolos el 10 de mayo de 1975.
La muerte de Dalton
En una entrevista realizada por el diario Excélsior a un año de la firma de los acuerdos de paz, en Mayo de 1993, Joaquin Villalobos reconoce como el más grande error de su vida el asesinato de Roque y reconoce que de estar vivo podría haber jugado un papel indispensable en la lucha de la izquierda salvadoreña. Conocemos la trayectoria de Villalobos, él quedará marcado de por vida como uno de los asesinos del poeta comunista, la historia demostró que no es un revolucionario que quiere enmendar su grave error, tiene la trayectoria de un traidor del movimiento revolucionario que se puede observar en su colaboración directa con los gobiernos burgueses más reaccionarios de Latinoamérica.
Dalton fue asesinado por la propia guerrilla y el ERP todavía tuvo el cinismo de declararlo abiertamente, lo que muestra su completa mentalidad sectaria. Como resultado de querer resolver los problemas políticos con medidas burocratico-militares y culminando con el aniquilamiento de sus adversarios políticos, el ERP perdió a la mayoría de la organización, facilitó los ataques del Estado quienes les asestaron inmediatamente después duros golpes y quedaron desprestigiados y aislados tanto en el movimiento revolucionario salvadoreño como a nivel internacional.
Reclamos de justicia
En la entrevista señalada dice que la decisión de asesinar a Roque fue tomada por “Alejandro Rivas Mira, Jorge Meléndez, Vladimir Rogel, Alberto Sandoval (Lito) y otro compañero de seudónimo Mateo y yo [Villalobos]”. Sin que hubiera un juicio real y reconociendo que lo que estaba de fondo eran problemas políticos.
Jorge Meléndez, uno de los señalados por Villalobos, trabaja en la Dirección General de la Protección Civil del gobierno de Mauricio Funes, lo que ha causado la indignación de los familiares y su rechazo a participar en cualquier homenaje realizado por este gobierno hasta que no se destituya a uno de los implicados en el asesinato y se esclarezca, sumándose a la exigencia del esclarecimiento de la muerte de los mártires de la UCA y de Monseñor Romero. Nuevamente se escuchan voces al actual gobierno que llegó a la presidencia con el apoyo del pueblo salvadoreño para que de una vez por todas se esclarezcan los crímenes cometidos contra el pueblo salvadoreño.
Sigamos el ejemplo de Roque luchando por el socialismo
Antes de concluir este artículo queremos dejar claras algunas cosas. La muerte de Dalton ha querido ser usada por la burguesía para desprestigiar al movimiento revolucionario queriendo hacer pasar de igual forma al FMLN que los crimines perpetuados por la oligarquía. Nada más falso. No justificamos los métodos empleados por la dirección del ERP que son pequeños aprendices de Stalin quien asesinó a los mejores comunistas de la revolución rusa. Condenamos a los asesinos de Roque Dalton pero también consideramos que debemos sacar las mejores lecciones de su injusta muerte.
La lucha de Dalton por el socialismo aún queda pendiente, para conseguirla se necesitan fuertes organizaciones revolucionarias de la clase obrera. No existen recetas mágicas para evitar procesos de burocratismo como los que vivió el ERP, sin embargo con una orientación firme hacia la clase obrera y sus organizaciones sumado al estudio firme de la teoría marxista, con la elevación del nivel político de la dirección y las bases es más difícil que este proceso se desarrolle.
Hoy contamos con un fuerte partido: el FMLN, donde nuevamente se está debatiendo la necesidad de lucha por el socialismo, pero para conseguirlo se deben formar los cuadros revolucionarios educados en la teoría marxista, viendo esta no como un dogma sino como una guía para la acción. Nos seguiremos inspirando en los textos de Roque Dalton, pero es necesario estudiar a fondo a Marx, Engels, Lenin y Trotsky.
En esa futura sociedad socialista por la que luchaba Roque Dalton García, se liberará al ser humano de la represión capitalista, se eliminaran las barreras materiales que impiden el desarrollo del intelecto humano. Parafraseando a Trotsky podemos asegurar que en El Salvador existen muchos Roques que están perdidos en el desempleo, la delincuencia, encerrados en las cuatro paredes de la fábrica o cuidando puercos, y vemos a los puerqueros dirigiendo esta sociedad. Pedimos justica por la muerte de Roque, pero la mejor justicia será acabar con el Estado y sociedad capitalista, que persiguieron y combatieron a nuestro poeta, y construir el Socialismo en El Salvador, Latinoamérica y a nivel mundial.
Escrito el 26 de Mayo de 2010