Escrito por: Guillermo Flores, delegado al Congreso
La elección de delegados en escuelas los días 29 y 30 de enero estuvo lleno de irregularidades en algunas zonas escolares catalogadas como democráticas los presidentes de asambleas delegacionales nunca llegaron con las actas. En otras zonas llego la papelería pero intentaron imponer a sus incondicionales. En otro número importante de escuelas este proceso se llevó sin contratiempos. En las escuelas donde no llego la papelería para acreditar a los delegados, los compañeros llevaron a cabo sus asambleas y nombraron a sus delegados. Pero sin el acta “correspondiente” del sindicato, no fueron reconocidos, aun así se intentó presionar al sindicato para que se aceptaran pero se negaron.
EL XXII congreso extraordinario de la sección 10 según la convocatoria se llevaría a cabo los días 2 y 3 de febrero de 2018 pero solo duro un día, desde mucho tiempo antes ya augurábamos fast track.
Desde el inicio del congreso como decíamos ya esperábamos un congreso al vapor, desde omitir el pase de lista de los delegados. Al haber una planilla única en comisiones dictaminadoras, nos daba a entender que ya todo lo tenían armado. Incluso el posible rose entre corrientes ya lo habían dirimido con anterioridad.
Los delegados democráticos nos citamos a las afueras del Gran Forum en Taxqueña y entramos en bloque colocando lonas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación adentro.
En el congreso de 670, 50 delegados eran democráticos, todo el tiempo se gritaban consignas y se hacían notar las arbitrariedades. Lo que me parece interesante es que en un solo momento de todo el tiempo de consignas democráticas, los charros gritaron “unidad”. Pero fue la única ocasión. Incluso hubo otros momentos cuando el charro que presidia la mesa mandado del nacional llamaba a que sus comparsas acallaran los gritos de los delegados democráticos pero nunca le hicieron eco. Por supuesto esto no es para vanagloriarse, es solo para el análisis, que aun cuando se veía que ya llegaban con un pacto, la unidad total no existía. Aunque también hay que decir que había un número importante de profesores que tenían poco conocimiento del ambiente que se vivía en el congreso.
Después de los informes opacos del charro Gustavo Vera y del secretario de finanzas llamaron a los trabajos en las mesas de debate. Solo dieron 1 hora y media. La mayoría de los compañeros democráticos nos concentramos en la mesa 8 de certeza laboral. Ahí el charro que presidia la mesa en todo momento trataba de apaciguar los reclamos, incluso de delegados que no eran afines a la CNTE. Las intervenciones denunciaban la nula defensa del SNTE a los derechos laborales, la saturación de grupos, la desaparición de turnos, también de los talleres, de las plazas de médicos escolares, orientadores, el cambio de claves por el examen de permanencia y por supuesto la causante de todo el caos la reforma educativa. En esta mesa solo dieron 30 participaciones de 2 minutos y aunque se forzaba a que la discusión continuara y que teníamos 2 días de congreso. Los charros de la mesa en una maniobra se fueron, mientras desde el estrado llamaban a que se sentaran para iniciar la comida, he inmediatamente el sonido con un trio de boleros comenzó a tocar, el sonido era tan fuerte que ya no permitía seguir escuchándonos entre nosotros para continuar el debate.
Ya en el receso a las afueras del Gran Forum nos reunimos los delegados democráticos para hacer un balance de la situación.
De igual manera totalmente oscura, los resolutivos de las mesas eran documentos previamente armados. Los resolutivos de la mesa 8 la dejaron hasta el final y cuando le tocó al charro leerlos, leyó cualquier cosa menos lo que se había discutido. Poco tiempo después de las 11 de la noche el congreso votaba la planilla única para el congreso nacional donde posiblemente se reelegirá Juan Díaz de la Torre.
Aun a pesar de que son bien conocidas las maniobras y los métodos gansteriles de los charros, tiene su grado de importancia asistir y denunciar la descomposición del sindicato para los compañeros que asisten con la intención de encontrar una solución a sus problemas. Además de regresar a nuestras escuelas y desenmascarar a estos parásitos que se sirven de nuestras cuotas y no defienden ningún derecho.