Escrito por Carla Yaruth Pascual
Las cifras son realmente alarmantes, según la ONU se estima que el 35% de las mujeres de todo el mundo han sufrido algún tipo de violencia física o sexual por una persona ajena y el 70 % han sufrido violencia por parte de un compañero sentimental.
Desde el año pasado se ha intensificado tanto las cifras de los feminicidios como las maneras atroces en las que han encontrado a los cuerpos de las mujeres asesinadas. Pues se reportaron 313 feminicidios en 2016, para este año las cifras llegaron a 1336 a nivel nacional.
A finales del año pasado nos golpeó la noticia de una joven llamada Karen Rebeca Esquivel, que habían reportado como desaparecida y que días después encontraron su cuerpo sin vida en una maleta en la colonia Tejocote.
A principios de mayo marchamos en Ciudad Universitaria por la muerte de Lesby, una joven que fue encontrada en una cabina telefónica frente al Instituto de Ingeniería. Qué hasta el momento no se ha esclarecido su muerte, pues la última vez que la vieron fue un una reunión con sus amigos y con su pareja, que estuvo presente en el momento de su muerte.
En el mes de junio nos estremeció el caso de la pequeña Valeria de 11 años , quien desapareció tras abordar una combi en Nezahualcóyotl , su cuerpo fue hallado un día después en una unidad de la Ruta 40 de este mismo municipio.
En el mes de agosto se dio a conocer el caso de Jessica, lamentablemente su cuerpo fue encontrado con la cabeza desprendida en la carretera Naucalpan-Toluca. Ella era doctora y madre de un hijo, tenía su consultorio con tan sólo 29 años y según las declaraciones de la madre de Jessica, el día que desapareció estaba acompañada de su pareja sentimental José Javier.
Antes del temblor se cometieron dos feminicidios más, el primero fue Victoria Salas quién fue encontrada el 2 de septiembre en un Hotel en Coapa, se encontró su cuerpo degollado bajo el agua caliente de la regadera. Se presume que el culpable es Mario Sáenz un famoso Skater quien era novio de la víctima.
Tan sólo unos días después se viralizó el caso de Mara la estudiante de la Universidad de Puebla, tras una noche de antro con sus amigos abordó un taxi Cabify y la joven no llegó a su destinó, su cuerpo lo encontraron en una barranca con signos de asfixia y ataques sexuales.
Hace unas semanas una noticia más nos dejó consternados, habían encontrado el cuerpo de una joven dentro de un closet en la Colonia Lindavista con 16 puñaladas en el vientre, se trataba de Anayetzin , quién había sido reportada desaparecida y días después fue encontrada en el interior de la casa de su pareja sentimental, que hasta el momento está prófugo.
A pesar de la brutalidad con la que han sido asesinadas, de las presiones que ha ejercido la sociedad con las marchas en contra de los feminicidios, el estado y los medios de comunicación en vez de admitir la alerta de género, han llevado una campaña contra las víctimas, criminalizando y justificando sus muertes. Un ejemplo fue el caso de Mara quién se le culpabilizó por salir de antro con sus amigos o bien en el caso de Lesby cuando la PGR declaró que era drogadicta, alcohólica y que no estudiaba. Como sí esos factores que justificarán las asesinatos de las mujeres. Incluso en el caso de Victoria los fans de Mario Sáenz y algunos blogueros han vertido opiniones acerca de que por drogadicta le mataron. A pesar de que la investigación forense lo desmintió.
El estado replica una y otra vez que las muertes son aisladas y culpa a las víctimas, aunque ni siquiera tenga un programa o alternativas para resolver la situación. La única iniciativa por parte del gobierno federal ha sido repartir silbatos, y otros utensilios parecidos que son una burla como propuesta para resolver la grave situación de violencia contra la mujer.
Ni siquiera hay apoyo para las familias que puedan dar seguimiento a los casos de las víctimas. La mayoría de las familias no cuentan con recursos para mantener las investigaciones y hacer justica. Al contrario hay mucha corrupción pues en los casos donde los principales sospechosos son las parejas de las víctimas, las dejan libres sin una aclaración real. Así como los padres de Victoria quienes piden apoyo para clarificar el asesinato de su hija, piden que sí Mario es el feminicida pague.
Así entre más marginada sea la zona donde se comenten los feminicidios es más complicado que se dé seguimiento, han quedado impunes.
Desgraciadamente los feminicidios se seguirán recrudeciendo, por las condiciones de vida a las que se está orillando al país, donde la miseria golpea las colonias, la falta de empleo y educación, la crisis económica.
La sociedad, dentro del actual sistema capitalista, se pudre de forma más intensa los valores morales, éticos y familiares se desmoronan ante la podredumbre social.
No se debe ignorar esta grave situación, pues si no nos comenzamos a organizar nos rebasará.
Debemos poner un alto a los feminicidios en todo el país.
Debemos poner un alto a la violencia desde nuestras casas, escuelas, centros de trabajo, salir a las calles a exigir un mejor futuro donde estamos seguras sin temor de salir a las calles.
Hoy más que nunca debemos entender que este fenómeno debe de terminar, pero no solo las consecuencias de la enfermedad sino la enfermedad en sí misma: la sociedad capitalista en la que vivimos.
Luchemos por una sociedad más justa donde hombres y mujeres vivamos en armonía sin temor de salir a la calles.
Lechemos por una sociedad donde las niñas y mujeres no sean acribilladas, sino lo contrario sean seres libres, autosuficientes.
¡Basta de feminicidios!
¡Ni una asesinada más!