Escrito por: Ana Karen Campos
El lunes 9 de octubre, empezó a circular la noticia del feminicidio de Anayetzin Damaris Fragoso González, de 26 años, envuelta en una cobija, dentro de un closet, muerta después de recibir 16 puñaladas en el vientre, en un departamento de Lindavista.
Esta noticia ha causado una conmoción muy grande debido al aumento de feminicidios en la Ciudad de México y por la brutalidad de los mismos, además, Anayetzin fue estudiante de Ingeniería en Control y Automatización de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional y estaba en vías de titularse.
Ante este terrible acontecimiento, los que formamos parte del Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico y de las Juventudes Marxistas, realizamos un mitin de denuncia ante estos hechos, donde expusimos el caso de Anayetzin, quien también tenía dos meses de embarazo y el principal sospechoso de su feminicidio era su pareja sentimental, según cifras del Inmujeres, el 35% de las mujeres solteras ha sufrido violencia durante el noviazgo.
El día de hoy, incluso instituciones del Estado han aceptado la solicitud de organizaciones civiles para considerar declarar la alerta de género en la Ciudad de México, debido a que del periodo 2013 a 2016, se han suscitado 260 feminicidios y el número de desaparecidas ha ido en aumento, el panorama de barbarie y podredumbre que ya está incrustado en nuestra sociedad, nos hace inevitable pensar en la necesidad de organización de los estudiantes y de los trabajadores para protegernos de la violencia que impera en nuestro país, donde el estado está completamente rebasado y es incapaz de ofrecernos una vida digna y segura.
Ninguna de nuestras compañeras está segura en ningún lugar y es necesaria la organización para salvaguardarlas.
A pesar de las alertas de género que ya han sido emitidas en 12 estados de la república, incluyendo al Estado de México, las cifras de feminicidios no han disminuido, al contrario, cada día escuchamos de un nuevo y más violento asesinato, porque no basta con las medidas disuasorias que impulsa el gobierno, es necesario atacar al problema de raíz, es necesario terminar con este sistema social que solo puede ofrecernos muerte, pobreza y violencia.
Es por eso, por lo que luchamos día con día, para buscar construir la organización de los jóvenes, estudiantes y trabajadores, que sea capaz de derrotar las injusticias y pueda sentar las bases de un nuevo futuro.
¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!
¡Justicia para Anayetzin!
¡Vivas nos queremos!