Pedro Haces y la CATEM vinculados a crimen organizado !Los trabajadores necesitamos un sindicalismo revolucionario!
Saúl Haro, Comisión Obrera y Sindical PCR
El pasado 22 de agosto se dio a conocer que el diputado morenista y líder sindical de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), Pedro Haces Barba, fue señalado junto con su organización sindical por presuntos casos (de los cuales tenemos pocas dudas a juzgar por el historial del señor Haces) de extorsión y vinculación con el crimen organizado.
Cámaras empresariales por un lado, pero trabajadores informales y hasta agremiados propios por otro lado; en estados como Durango, Coahuila, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Querétaro, entre otros; señalaron que individuos vinculados a, o al servicio de la CATEM, estarían participando en actividades de cobro de piso a comerciantes y pequeños locatarios, extorsión a trabajadores bajo la forma de “cobro de cuotas”, huachicoleo de agua, secuestro de comerciantes ambulantes, entre otras actividades ilícitas.
Asimismo, personajes de la dirigencia de la CATEM como Felipe Francisco Sánchez Santos, secretario de Infraestructura y Movilidad de dicha central obrera, han sido señalados por encabezar bandas de golpeadores que funcionan como grupos de choque de la central al más puro estilo de los “ejércitos del trabajo” de Arsenio Farell (ex Secretario de Trabajo y Previsión Social) durante la época de auge del sindicalismo de protección patronal en los 80s y 90s.
Otro caso es el del Secretario de la Federación Estatal de Guerrero de la CATEM, Gilberto Luna. A este individuo, y de acuerdo con información del Colectivo Guacamaya (sí, los mismos que el sexenio pasado realizaron una de las mayores filtraciones de información del Estado Mexicano, revelando entre otras cosas las aún vigentes prácticas de espionaje), se le acusa de llevar a cabo de manera regular actos de extorsión a las empresas constructoras y de tener vínculos con el crimen organizado.
El diputado Haces ha salido a decir que todo no es más que una campaña de difamación por parte de la CTM y los sindicatos priistas, principalmente de la región de la Laguna, región de Durango y Coahuila donde comenzaron las denuncias. Habríamos que rememorar el historial del propio Haces para entender por qué hay motivos para -por lo menos- dudar de su honestidad.
Haces y la CATEM: Cómo una central sindical blanca se volvió la favorita de la 4T
Pedro Haces tenía una larga trayectoria como miembro del PRI (32 años para ser exactos) antes de llegar a Morena en 2018. A su central sindical la comenzó a formar desde 2009 y apareció formalmente en 2010, como una escisión de la CTM, histórico Sector Obrero priista. Haces ha sido, desde entonces, su único dirigente. Su separación del PRI no puede ser enmarcada como una lucha contra el viejo modelo sindical, por no ir muy lejos, el propio Haces es propietario de una empresa tercerizadora de limpieza (Seglim S.A. de C.V.) cuyos trabajadores están representados por un sindicato que él mismo dirige y cuyas condiciones laborales están a duras penas por encima de los mínimos requeridos por la Ley (al ser una empresa tercerizadora, a algunos ni siquiera los tiene en nómina).
Haces es, al mismo tiempo, sindicalista y patrón. Por lo mismo, no es de extrañar que los sindicatos que dirige sean señalados de comportarse como típicamente lo haría un sindicato de protección patronal, su propia página web indica: “la CATEM… se compromete no solo con los trabajadores, sino con los otros elementos de la cadena de valor de la economía mexicana: los empresarios” (catem.mx/nosotros).
Pero, por principio de cuentas, ¿qué es eso de protección patronal? El sindicalismo de protección patronal es un modelo de sindicatos que se hizo extensivo a partir de los años 80. A partir de esa década, y desde la propia Secretaría del Trabajo y Previsión Social, se hizo a un lado a muchos sindicatos “charros” tradicionales en favor de un tipo de sindicatos, por así decirlo, fantasma. Un sindicato de protección patronal, o blanco en pocas palabras, se caracteriza por negociar contratos colectivos sumamente favorables al patrón, generalmente en un único lugar de trabajo, sin que los trabajadores sepan que existe un contrato y, frecuentemente, sin que tampoco sepan que existe un sindicato. Por lo mismo, a diferencia de un charro tradicional, un sindicato blanco es muy difícil de rastrear y más aún difícil saber quién lo dirige. En ese sentido, un patrón podía incluso “contratar” al sindicato de su preferencia.
Ahora bien, este mismo modelo de negociación permitió (sobre todo iniciando el siglo XXI) la aparición de otro tipo de prácticas, que se pueden resumir y ejemplificar en el hecho de que uno de estos sindicatos podría extorsionar a un patrón con tal de que este “contratara” sus servicios. El desarrollo de estas auténticas mafias sindicales se daba sobre todo en industrias como la construcción (justamente el sector donde se concentran más señalamientos de extorsión sindical de la CATEM en Guerrero).
Pues bien, resulta que la CATEM, según sus propias afirmaciones, agrupa a unos 1,200 sindicatos; mismos que supuestamente representan a 7 millones de trabajadores. Estos números fueron lo que ayudó a Pedro Haces a convertirse momentáneamente en algo así como el sindicalista favorito de la 4T. En 2018, se unió con todo y su central sindical a Morena, dotando al partido de un urgentemente necesitado brazo sindical. A cambio, la central recibió la facultad de administrar los Contratos Colectivos de algunas de las obras importantes del sexenio pasado, como el Tren Maya. A propósito, en Yucatán los trabajadores de construcción y transporte tuvieron que bloquear calles reiteradamente para denunciar que el sindicato estaba extorsionándolos cobrando “mordida” para autorizar el desarrollo de la obra.
También fueron de los primeros en apoyar la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum y su recompensa fue recibir el puesto de Coordinador de Operación Política del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados. Ah, y, como diputado del partido, ha sido un vocal muy opositor a la reducción de la jornada laboral semanal.
Un problema que las reformas no pueden resolver
Se supone que los objetivos fundamentales de la Reforma Laboral de 2019 convergen precisamente en acabar con todas las prácticas descritas más arriba, al menos eso es lo que dice el cuadernillo de la STPS. Sin embargo, a pesar de la promulgación de la Reforma, a pesar de que ahora los trabajadores tienen que votar para aprobar sus contratos, a pesar de que en el papel se reconocen los derechos de libre sindicalización; todavía existe una central de más de 1000 sindicatos fantasma y una mafia sindical amparada por el partido en el poder.
Dicho en otras palabras, todavía existe el sindicalismo mafioso, extorsionador y que protege a los patrones. Y si este sindicalismo todavía existe, es porque todavía existen patrones que necesitan protección. ¿Contra qué? Contra la lucha obrera. Incluso si solamente vemos la historia mexicana, podemos comprobar que las conquistas más importantes que han conseguido los trabajadores han sido a través de grandes luchas (ejemplos: la expropiación del petróleo, la formación del ISSSTE, el pico salarial histórico de 1976). Todas estas luchas tuvieron como característica la formación de sindicatos o tendencias independientes de los patrones y del Estado, enteramente controladas por los trabajadores; y es que solamente en la lucha una dirigencia corrupta puede ser reemplazada por una dirigencia revolucionaria.
Eso es exactamente lo que necesitamos ahora, solo una dirigencia revolucionaria será capaz de recuperar todo lo que a los trabajadores se nos ha arrebatado. Y solamente una dirigencia revolucionaria será capaz de llevar adelante una lucha revolucionaria contra todo el sistema capitalista, que hace posible la dominación de los patrones. A través de esa lucha, se podrá por fin terminar con la existencia de los capitalistas como clase dominante y sólo así se acabará de una vez por todas con la condición para que existan los sindicatos mafiosos de protección patronal.
¡Abajo las direcciones corruptas de las mafias sindicales!
¡Alto al cobro de piso y todos los crímenes del sindicalismo blanco!
¡Luchemos por sindicatos democráticos, combativos y revolucionarios!