Durante esta semana se está hablando mucho sobre los nuevos libros de texto, que la Secretaría de Educación Pública (SEP) distribuirá para el nuevo ciclo escolar 2023-2024, y cómo es que éstos supuestamente van a “inculcar” la ideología del comunismo a los niños. Sin embargo, la realidad es muy diferente a lo que los estrategas del capital exponen en los medios de comunicación. En primer lugar, porque se ve que no saben de qué va la reforma educativa de la 4T, sus críticas rayan en la mentira y caen en la histeria; en segundo lugar, lo que ellos llaman “comunismo” es una farsa, ponen al mismo nivel a Marx y Lenin con Stalin, cuando éste último fue el liquidador de los triunfos que los trabajadores, campesinos y soldados rusos obtuvieron en la Revolución de Octubre de 1917. Asimismo, hablan de los regímenes de Cuba y Venezuela, exponiendo los paralelismos con el gobierno de AMLO, cuando no tiene sentido tal comparación. Al unísono repiten las mentiras que desde 2006 le han achacado a AMLO, pero López Obrador podrá ser cualquier cosa, menos comunista, ya ni hablar del director de Materiales Educativos de la SEP, que seguramente no habrá leído mucho de marxismo.
¿Qué es la Nueva Escuela Mexicana?
No es el espacio para hablar específicamente sobre la Nueva Escuela Mexicana (NEM), simplemente quisiera exponer los fundamentos pero sobre todo, y más importante, por qué surge la necesidad de cambiar de rumbo la educación en nuestro país.
Desde 2008 se han implementado reformas educativas cuyo objetivo supuestamente era la modernización de la educación, así como poner un énfasis en las “necesidades que la sociedad moderna” requiere, en otras palabras, lo que se buscaba era que a los estudiantes se les “educará” para las necesidades del mercado laboral. No es de extrañarse que en esas reformas se redujeran las horas de materias importantes como Filosofía e Historia, mientras que se creaban nuevas materias que se enfocaban en aspectos socioemocionales o el desarrollo del pensamiento. Interesarse en las cuestiones socioemocionales o el desarrollo del pensamiento de los estudiantes es algo relevante, pero el verdadero carácter de las reformas y de las materias fue enfocarse en la creación de trabajadores sumisos, que ante una injusticia en el trabajo “sepan autoregularse emocionalmente” y puedan “ponerse la camiseta de la empresa”, siempre “en beneficio de la sociedad” —del patrón—.
Asimismo, las reformas previas enfatizaban el desarrollo de competencias y el fomento de la individualidad, aunque se les daba un disfraz de constructivismo, en donde el estudiante era el que se hacía cargo de su educación, la realidad es que fragmentaba el trabajo colaborativo y en equipo. Al final, no existió claridad entre las competencias con los elementos organizadores, principalmente en cómo desarrollarlos y evaluarlos, por lo tanto, no se logró lo que pretendía la reforma.
Cabe mencionar que quienes llevaron adelante las reformas previas a la NEM, fueron Calderón y Peña Nieto. Y sabemos que ambas administraciones trabajaban no para el beneficio de la mayoría sino por los intereses de la burguesía.
Con el triunfo de AMLO en 2018 se busca dar un giro a la educación en nuestro país. Uno de los aspectos fundamentales es que la educación no sea fragmentada, es decir, que sea más bien un proceso que va desde el preescolar hasta la universidad. La NEM también busca resarcir el atraso educativo que padece el país como la comunicación, las matemáticas y las ciencias, así como en fomentar la equidad y garantizar un aprendizaje permanente, adaptación a los cambios, actualización constante, bajo el concepto de aprender a aprender, que va más allá de un lapso preestablecido sino por conocimientos que duren toda la vida.
De entre los objetivos de la NEM[1] se pueden destacar los siguientes:
- El desarrollo de manera armónica de todas las facultades, habilidades y destrezas del ser humano.
- Busca fomentar el respeto de los derechos, cultura, entre otros aspectos.
- Erradicar el neoliberalismo implantado en la educación, el cual solo comprende el individualismo, consumismo y tradicionalismo.
- Desarrollo de valores, como honestidad, integridad, entre otros.
- Implantación de los derechos humanos y equidad educativa.
Por otro lado, los planes y programas de estudio buscan fomentar conocimientos y capacidades mediante el proceso de enseñanza, de los cuales resaltan:
- Conocimientos de las matemáticas; pensamiento lógico matemático y alfabetización numérica.
- Conocimientos de la literatura, lenguas extranjeras e indígenas.
- Desarrollo de la lecto-escritura, comprensión lectora, expresión oral y escrita.
- Perspectiva de género.
- Conocimientos científicos
- Filosofía; pensamiento filosófico, histórico y humanista
- Cuidado y preservación del medio ambiente.
Desde mi punto de vista la NEM rechaza la enseñanza por competencia, que fue la piedra angular del modelo educativo pasado. Contrarresta, de alguna forma, el desarrollo individualista y antepone el fortalecimiento de la comunidad. En vez de una rígida asignatura de temas se trabaja por proyectos, etc. esto es positivo. Sin embargo, el lado más flaco de la nueva reforma es que se busca formar nuevos y diferentes individuos por medio de la enseñanza, sin que haya un cambio sustancias en las relaciones sociales de la vida diaria del país. Mientras que en la escuela te van a impulsar al trabajo armónico y comunitario, en la vida cotidiana el individualismo y la explotación —el sometimiento del hombre por el capital y la burguesía sigue su curso—.
Sin embargo, no podemos esperar que la NEM se cumpla a cabalidad, y no porque los docentes no llevemos a cabo los planes y programas de estudio, sino porque bajo las condiciones materiales en las que la mayoría de la población vive no garantizan que se pueda realizar. No podemos creer que solamente la educación generará los cambios que el país necesita, obviamente es importante, pero esos cambios no dependen de un solo factor, porque mientras la base de la economía siga siendo la explotación y existan las clases sociales, no podremos avanzar como sociedad, más bien seguiremos sumergidos en la barbarie capitalista.
También es relevante mencionar que dentro de la NEM se habla de decolonialidad, pero todos los autores que hablan de lo decolonial rechazan abiertamente el marxismo, la clase obrera y las clases sociales. En el trabajo de Ubaldo Oropeza, “Marxismo y decolonialidad: entre el reformismo y la revolución”[2], nos menciona que:
El objetivo de los decoloniales es: “construir economías no capitalistas y futuros pluriuniversales transformadores”; anuncian un proyecto descolonizador no estatal; lucharán contra cualquier proyecto universal que implique una uniformidad imperial en torno al capital (porque para ellos lo diverso es lo fundamental); potencializar el pensamiento de países colonizados; reescribir la lengua, la filosofía y saberes de los pueblos sojuzgados, etc.”
Más adelante nos aclara cual es el plan político de acción de los decoloniales, en voz de uno de sus principales teóricos, Enrique Dussel.
La corriente decolonial, a pesar de que se proclama anticapitalista, afirma que no tiene por qué seguir los lineamientos que plantea el marxismo, sino que habrá que buscar caminos nuevos para la emancipación de los oprimidos. Sus ideas en este terreno son inacabadas porque no saben exactamente a donde ir, ni cómo lograrlo. Anuncian una sociedad anticapitalista pero no dicen con claridad cómo tiene que ser, ni cómo luchar por ella. Dussel, en una de sus últimas entrevistas a un diario mexicano, La Jornada, plantea claramente que el socialismo no es el camino, porque las condiciones son diferentes que las de Europa. Su posición es transparente:
No vamos a dar pasos a la manera revolucionaria para de un día para otro cambiar la tierra, como Lenin o como Fidel Castro. No. El cambio subjetivo de las personas dura decenios. Tenemos que modificar una cultura democrática, pero no va a ser socialista. Será otra cosa, pero tampoco capitalista, ni eurocéntrica. El futuro es global.
El Estado debe defender al pueblo, y defendernos de las potencias extranjeras. No es una izquierda extrema que disuelve al Estado porque es anarquista, al contrario. Tenemos que fortalecer al Estado para que haya alimentación, salud, defensas de los intereses.
Es un proyecto popular, pero no populista, en el futuro superará al capitalismo, a la modernidad eurocéntrica a partir de las tradiciones, tanto de árabes, chinos, bantúes, africanos, y nosotros desde nuestra cultura latinoamericana; México, sobre todo, desde su espléndida historia de 7 mil años, que se desprecia todavía. La lucha no es fácil, habrá que seguir siendo críticos, y latinoamericanos. Tenemos que poner los fundamentos de la creación de un nuevo tipo de cultura, una nueva sociedad y economía política. Para eso es la filosofía de la liberación”. Dussel, E. (2022).
Por tanto, si la NEM habla de decolonialidad, y sus mismos teóricos rechazan el marxismo y la lucha por el socialismo, no encuentro lógica en que los libros de texto tengan un contenido “comunista”, más bien son alucinaciones de la oposición.
¿Libros comunistas?
Honestamente sería algo muy deseable que la SEP distribuyera libros que hablen de comunismo, sin embargo, la realidad nos golpea fuertemente en la nariz y ese deseo se convierte en ilusión. ¿Por qué entonces la alharaca de la oposición?
Durante los años que lleva el gobierno de AMLO la oposición ha ido perdiendo terreno en varios ámbitos de la política, hasta me atrevería a decir que, con el fracaso en el Estado de México, presenciamos además de la derrota electoral, una derrota moral, de esa manera, buscar asirse de cualquier cosa u aspecto con lo que puedan golpear a la 4T, como dirían por ahí, dan patadas de ahogado.
Desde los principales noticiarios que, siempre le hacen el juego a la derecha, se han producido una infinidad de discursos sobre lo “malo” de la NEM, sobre “los peligros del comunismo” y sobre “la preocupación sobre el contenido de los libros”. Pero sus argumentos, son más bien falacias, porque distorsionan lo que realmente es la NEM, envuelven su frustración con una supuesta preocupación por la educación de los niños, cuando los diputados del PRI y el PAN subieron el IVA, o como olvidar que nos están haciendo pagar la deuda de los banqueros (FOBAPROA-IPAB), en ese entonces no les preocupaba mucho la población.
En los vídeos que circulan por las redes sociales podemos ver su “enorme” preocupación porque los libros no contienen muchas hojas de matemáticas, porque se habla de inclusión, de equidad de género y se tiran del cabello dado que esos temas no deben ser abordados en la primaria. ¡Ah, claro!, dicen respetar la inclusión y la equidad de género, pero no están de acuerdo en que los estudiantes desde pequeños hablen de esos temas. También se rasgan las vestiduras porque los libros “promueven” el racismo y abordan “la lucha de clases”. Ha sido el PRI, PAN y más recientemente el PRD, los que fomentan el racismo, la discriminación, y no solo eso, sino que también defienden la sociedad dividida en clases. No podrían garantizar sus privilegios si no es porque hay una clase trabajadora.
Lamentablemente el nivel educativo y cultural en nuestro país no es el mejor, y hay sectores de las masas que no han adquirido suficiente conciencia de clase, por ende, es muy fácil que un sector, el más atrasado políticamente, caiga en el ardid de la oposición; porque adicionalmente, mete otros temas que son delicados, como la cuestión de la religión o la familia, pues sabe muy bien que al prender las alarmas sobre esos asuntos pone en el ojo del huracán al gobierno de la 4T, aunque la NEM no toque nada al respecto.
Como corolario, es necesario explicar que el docente no se basa única y exclusivamente en un libro para abordar una materia. Antes del inicio del ciclo escolar las y los docentes trabajamos en planeaciones, éstas pueden ser mensuales, bimestrales, trimestrales o semestrales, en ellas dosificamos los contenidos del programa, además se realiza un examen diagnóstico para saber en qué nivel se encuentran nuestros estudiantes, así que si en el libro de texto vienen pocos ejercicios de matemáticas no significa que el o la docente se limite a eso, estoy convencido que sabrá investigar y llevar más actividades, así como ejercicios para la clase.
Por una mejor sociedad
Actualmente podemos darnos cuenta, sin necesariamente ser un especialista, que las cosas no andan bien a nivel nacional e internacional. Una enorme y grave crisis económica se cierne sobre el mundo, ni las disque potencias o países desarrollados se escapan a la inflación o a la subida de las tasas de interés. Lo que antes nos mostraban como las ventajas del capitalismo, ahora lo vemos como sus limitantes, la globalización y el libre mercado se está acabando, lo nuevo son las políticas proteccionistas y los altos aranceles a las mercancías extranjeras.
En torno a la cuestión política, los partidos que defienden los intereses de las burguesías nacionales e internacionales cada vez tienen que luchar contra el desprestigio que han dejado sus gobiernos que han atacado los niveles de vida, pero que también han reprimido a los trabajadores por defender sus derechos. Por su parte, los partidos que se hacen llamar de izquierda, son reformistas, es decir, quieren por medio de reformas hacer más “amigable” el capitalismo, su programa se circunscribe dentro de los límites que el mismo sistema define, sin ir más allá, lo que al final termina favoreciendo los intereses de la clase empresarial.
Cuando los partidos reformistas llegan al gobierno —como en nuestro país— se enfrentan a la ola de discursos que los comparan con los gobiernos de la extinta Unión Soviética, de Cuba o Venezuela, de forma convulsiva alzan la voz, pregonando que nos van a llevar a la pobreza y a la miseria (eso ya lo vivimos bajo el capitalismo), que los “comunistas” son lo peor del mundo, que el “virus” del comunismo ha regresado, pero son muy simplistas y se equivocan en eso del virus del comunismo, porque no es un virus, sino un fantasma, uno que recorre el mundo, y que les da mucho miedo porque un sector importante de la población se pregunta ¿qué es el socialismo?
Y ¿qué es el socialismo?, para empezar, hay que decir que el capitalismo no tiene ya nada que ofrecer a la mayoría de la población, ya ha rebasado sus propios límites, hace mucho dejo de ser innovador y progresista, ahora se ha convertido en una enorme losa que pesa sobre nuestras espaldas y que condena a la humanidad a su destrucción.
Por eso pugnamos:
- Por un Estado que esté bajo el control de los trabajadores y que vaya desapareciendo paulatinamente, mientras desaparecen también las clases sociales.
- Por una economía planificada en la que se produzca solamente lo necesario, la finalidad no será el lucro, sino el beneficio para toda la sociedad.
- Por una democracia obrera, en la que se vele por los intereses de la mayoría y no como ahora, que solo beneficia a la minoría de ricos.
- Porque el trabajo se distribuya entre todos.
- Por una educación integral, científica y enfocada al desarrollo personal y social.
- Porque el Estado garantice comedores, guarderías, lavanderías y demás servicios para que las mujeres trabajadoras se liberen de las tareas domésticas.
- Por la expropiación de las palancas clave de la economía (la banca, las minas, la industria pesada)
- Por la renacionalización de los hidrocarburos y la energía eléctrica.
- Por sanidad pública universal, que garantice no solo la revisión médica sino también medicamentos y estudios clínicos.
Como hemos visto, las vociferaciones de la derecha son un sinsentido, para empezar, no tienen el valor moral para decir que la NEM es mala, nunca dijeron nada del proyecto Enciclomedia durante el gobierno de Fox, que consistía en una educación en línea. Los pizarrones electrónicos llegaron a todo el país, incluidas las comunidades en las que no había energía eléctrica. Se quejan de que los libros van a “adoctrinar” sobre el comunismo, cuando desde la televisión abierta, todos los días, nos inundan de individualismo, egoísmo, nos llenan de estereotipos vacíos, pero no se quedan ahí, desde el púlpito de las iglesias se adoctrina sobre la moral burguesa, en las academias en las universidades se adoctrina sobre las ventajas del capitalismo o en su defecto, de las barbaridades del marxismo.
Una mejor sociedad es posible, las condiciones materiales existen, sin embargo, nos hace falta una dirección genuinamente revolucionaria que dirija a los trabajadores, mujeres y jóvenes a la toma del poder. Desde La Izquierda Socialista te invitamos a unirte a nuestras filas y a construir esa dirección que tanto necesitamos para echar de una vez por todas al capitalismo al bote de la basura.
[1] https://gobmx.org/nueva-escuela-mexicana/
[2] https://marxismo.mx/marxismo-y-decolonialidad-entre-el-reformismo-y-la-revolucion/