Escrito por: Josh Holroyd
A sólo unos días del referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea por parte de Gran Bretaña, la campaña Dejar la UE [también conocida como Brexit] ha saltado a una ventaja de 7 puntos en una encuesta publicada el lunes pasado por The Times. La repentina pérdida de apoyo de Permanecer en la UE, que la semana pasada estaba por delante por un exiguo punto, ha causado un pánico total en Westminster y en las bolsas de todo el mundo.
El espectro del Brexit
En un sólo día de sesión, el martes pasado, el FTSE 100 cayó 121 puntos, reduciendo su valor en 30 mil millones de libras [El índice FTSE 100 lo componen los 100 principales valores de la Bolsa de Londres. La capitalización de las 100 mayores empresas del FTSE suponen el 70% del valor total del mercado de valores de Londres, NdT].
Desde el jueves 9 de junio, según el FTSE 100, las empresas han perdido un total de 98 mil millones de libras en el valor de sus acciones, en gran parte debido a los temores sobre la creciente probabilidad de una votación favorable a Dejar la UE el próximo 23 de junio.
Además de esto, el Financial Times informó que «los activos de la industria de gestión de activos del Reino Unido se han reducido en cerca de £ 200 mil millones, desde los £ 900 mil millones que acumulaban el año pasado, como resultado de la preocupación por una salida británica» de la UE. Un jefe ejecutivo anónimo también ha declarado que la decisión de celebrar el referéndum había sido «un error desde el principio».
Este pesimismo e incertidumbre no se ha limitado a Gran Bretaña, ya que los valores de las acciones están cayendo en París, Frankfurt y hasta en la bolsa australiana, los inversores buscan desesperadamente llevar su riqueza fuera de los mercados volátiles y ponerla en refugios seguros como los bonos del gobierno.
Las turbulencias de los mercados se han reflejado en una escala aún mayor en la política británica. Después de meses de campaña, publicidad por correo financiada por el Estado y todo tipo de halagos e intimidación de ambos lados, este referéndum ha hecho un daño irreparable al gobierno y probablemente tendrá repercusiones aún mayores cuando finalmente alcance su clímax sangriento.
Mejor Juntos, otra vez
David Cameron pasó efectivamente a la clandestinidad, el Daily Mail viene informando que mantiene un «perfil bajo» con el fin de permitir que el mismísimo Jeremy Corbyn y el ex líder laborista, Gordon Brown, apuntalen el voto por Permanecer en la UE. Esto es en efecto una admisión de que este servil Primer Ministro es tan impopular que tiene que depender de la oposición para hacer campaña por él, haciendo una clara comparación con la odiada campaña Juntos Mejor en el referéndum por la independencia de Escocia.
Ayer (miércoles 15 de junio), en una reunión que no agradó a nadie, George Osborne y Lord Darling (el ex Ministro del Trabajo) unieron fuerzas para emitir una severa advertencia a la nación: si Gran Bretaña deja la UE, Osborne se verá obligado a aumentar los impuestos y hacer recortes en Sanidad y Educación con el fin de llenar el “agujero negro de £30 mil millones» creado por el Brexit.
Si a esto se lo llama Proyecto Miedo o simplemente un buen chantaje pasado de moda, el mensaje es muy claro: un ministro que ha reducido los servicios públicos permanentemente a lo largo de sus seis años de mandato hará más recortes a los servicios públicos en el caso de que los británicos voten por romper con una institución que también ha pasado los últimos seis años imponiendo recortes a los servicios públicos en toda Europa.
Mientras tanto, el ex banquero de inversión, Nigel Farage, y el multimillonario evasor de impuestos, Bob Geldof, intercambian cañonazos por debajo de la línea de flotación cuando la flotilla de la campaña «Fishing for Leave» [una campaña “independiente” llevada adelante por la industria pesquera que apoya la salida de la UE], y que enarbola con orgullo la bandera de San Jorge (junto con la de Jolly Roger), chocó en el Támesis contra la «embarcación de recreo» del pro-UE Sir Bob. Además de ser uno de los eventos más ridículos de la historia la política británica, la «Batalla del Támesis” expresa a la perfección el significado real de este «debate»- dos bandas de piratas que luchan por el botín saqueando al pueblo.
Sin embargo, bajo la superficie poderosas corrientes están amenazando con despedazar al partido Conservador. Poco después de que Osborne hiciera su anuncio, un grupo de 65 parlamentarios Conservadores dijo que la posición del ministro sería «insostenible» si trataba de reducir el gasto en el Servicio Nacional de Salud (NHS), la policía o las escuelas. Con una mayoría operativa de sólo 17 diputados, una rebelión de este tamaño en el mejor de los casos paralizaría al gobierno en medio de una grave crisis económica y constitucional, y en el peor lo derribaría, probablemente provocando una nueva elección general. Tampoco hay ninguna garantía de que una victoria de Permanecer en la UE ofrezca ningún respiro, teniendo en cuenta la amargura que estas diferencias han provocado en el seno del Partido Conservador.
Media Inglaterra revuelta
El reciente aumento de apoyo al Brexit en las encuestas de opinión, sin embargo, no es un reflejo de ningún movimiento de masas de izquierda de los trabajadores contra la euro-austeridad y el tratamiento atroz a los refugiados. En un artículo titulado «Media Inglaterra impulsa la revolución del Brexit», el Finantial Times enumera las tres preocupaciones principales de la campaña Dejar la UE, como «migración, soberanía, identidad». En un artículo publicado el martes (14 de junio), el Daily Mail informó alegremente que el giro repentino hacia el Brexit se había producido tras la publicación de un «informe» (no se da la fuente) que sostenía que la población del Reino Unido llegará a 76 millones en el año 2035.
En combinación con el intenso odio y la desconfianza a toda la política de la clase dirigente (y políticos), a menudo vistos como socios de la burocracia de la UE con sede en Bruselas, este estado de ánimo de «tomar el control» y de «ser nuestro propio pueblo» ha sido gratamente aprovechado por excéntricos y oportunistas como Boris Johnson [exalcalde Conservador de Londres]. Pero el origen de este malestar no se encuentra en Johnson o Farage, sino en toda la clase política británica, especialmente del Partido Conservador, y en última instancia en el sistema capitalista.
Todas las fuerzas que anteriormente habían sido utilizadas para mantener la estabilidad del sistema se están convirtiendo en su contrario con este referéndum. Durante décadas, si no más, los políticos Conservadores han cultivado y consentido deliberadamente los prejuicios más reaccionarios con el fin de ganar votos cínicamente. Sólo hay que recordar la campaña de “silbatos para perros” del islamófobo Zac Goldsmith para la alcaldía de Londres para ver una clara demostración de esto.
Además, el gobierno de Cameron ha estado eliminando sistemáticamente a gente del censo electoral, especialmente a los jóvenes y estudiantes. La Comisión Electoral estima que en febrero habían sido eliminados 770.000 personas en virtud de los cambios en las normas de registro. Al eliminar a estos votantes menos fiables, los Conservadores habían esperado asegurar reglas estables para los próximos años.
En lugar de ello, las mismas fuerzas que habían mantenido en el poder a Cameron ahora están amenazándolo con su caída. Al ofrecer un referéndum y luego hacer campaña por Permanecer, Cameron mismo ha sido calificado de traidor, mientras que miles de votantes que habrían sido más propensos a votar Permanecer han desaparecido del registro. Esto explica la repentina prisa por llegar a los jóvenes para que se registren antes de la fecha límite.
Mientras tanto, The Sun, considerado el «Rey de las Decisiones» de la política británica, publicó recientemente una portada inequívocamente apoyando el voto por el Brexit. Después de haber sido lisonjeado por igual por los políticos conservadores y del Nuevo Laborismo, Murdoch ha soltado lo que puede llegar a ser un golpe decisivo contra el campo de Permanecer.
Si bien es probable que los Conservadores también puedan ser aplastados por su propio engendro, esta perspectiva tiene poco estímulo para los trabajadores británicos que se enfrentan a una elección entre dos alas igualmente repulsivas de la reacción. Lo que ha sido inexistente en todo este debate es una alternativa de clase independiente basada en una oposición de principios al imperialismo, a la austeridad y a la xenofobia. La culpa de esto corresponde directamente a los líderes del movimiento obrero.
Corbyn aislado
Bajo una inmensa presión de los medios y de sus propios parlamentarios; el martes, Corbyn esgrimió su «posición socialista» para permanecer en la UE, rodeado de dirigentes sindicales y de su gobierno en la sombra. Centrándose en el NHS en un intento de reforzar el voto Laborista por Permanecer, describió a Johnson y a Farage, con razón, como «lobos con piel de oveja» cuando plantean su aparente preocupación por el NHS.
Se ha negado de manera consistente y públicamente a compartir cualquier tipo de plataforma con Cameron y ha tratado de enfatizar las diferencias entre sus razones para Permanecer con las de los Conservadores pro-europeos. Y, sin embargo, en el mismo día que Corbyn hizo su discurso, el diputado Tom Watson, su vicepresidente, dio una entrevista en la que dijo que las normas de la UE sobre la libre circulación «deben cambiar», optando por repetir los argumentos del líder Conservador en lugar de los suyos propios.
Ayer en las Preguntas al Primer Ministro, Corbyn dejó un claro compromiso de que su partido se opondrá a cualquier presupuesto post-Brexit, ¡un día después que el nuevo Ministro del Trabajo asumiera su función para advertir de los recortes en el caso del Brexit! Por su parte, el Alcalde Laborista de Londres ha estado feliz en compartir la plataforma con Cameron, el hombre que efectivamente lo llamó un simpatizante de los terroristas.
La posición del Laborismo, tomada en su conjunto, es una farsa. Un reducido grupo de parlamentarios apoya a Dejar por grandes razones chovinistas; el ala de Blair está en un frente unido con el ala «moderada» del Partido Conservador; mientras que Jeremy Corbyn, un hombre que se ha opuesto a la UE durante más de 30 años, argumenta su propia posición socialista por su cuenta. No es extraño que el debate haya sido completamente protagonizado por una discusión entre las dos alas del partido conservador.
Si Corbyn hubiera llevado una campaña de masas anti-austeridad por el Brexit sobre una base obrera independiente, toda la situación podría haberse transformado. Corbyn y el laborismo podrían haber permanecido en oposición tanto a los recortes y a la corrupción europea y británica, destacando el hecho de que las políticas de privatización y de austeridad de la UE están en conflicto directo con el propio programa del líder del laborismo de la propiedad pública y de los impuestos a los ricos.
En lugar de esto, tenemos a los izquierdistas en una campaña activa para defender a un gobierno Conservador con el fin de evitar que un gobierno Conservador aún más reaccionario llegue al poder. De esta manera, los Conservadores «moderados» apoyan a los bancos, la derecha laborista apoya a los Conservadores «moderados», y la izquierda apoya a la derecha del Partido, todo ello en detrimento de los trabajadores británicos.
Rechazar este referéndum
Ninguna de las opciones en la papeleta de votación ofrece nada a los trabajadores británicos, excepto más austeridad y ataques a las condiciones de trabajo. Presentar el voto Dejar como algo progresivo ignora toda la naturaleza de la campaña Dejar. Mientras tanto, presentar un voto por Permanecer como la defensa de los migrantes y los derechos de los trabajadores hace caso omiso de los ataques reales sobre los migrantes y la destrucción de los derechos de los trabajadores que actualmente tienen lugar en toda Europa, incluso en Gran Bretaña, bajo la atenta mirada de la Unión Europea y de sus instituciones. Ninguna de estas opciones puede ser apoyada por los socialistas.
Rechazamos este plebiscito por reaccionario y por lo tanto llamamos a los trabajadores y jóvenes a boicotear e invalidar su voto en protesta. Sin embargo, por sí mismo esto por supuesto no logra nada. Las batallas más importantes están aún por venir. Independientemente del resultado de este referéndum, todas las mentiras y amenazas por parte de ambas partes serán convenientemente olvidadas y todo lo que quedará será austeridad y ataques, porque los trabajadores, los jóvenes y los pobres están hechos para pagar esta crisis del capitalismo. Permanecer o Dejar: en el capitalismo, siempre será que sean la patronal y los banqueros quienes tomen todas las decisiones reales de la sociedad, con la gente común pagando la factura de los errores de su sistema.
La tarea de los trabajadores y la juventud, por lo tanto, es construir un movimiento de masas capaz de luchar por una verdadera alternativa a la austeridad – una alternativa con un programa socialista audaz. Ni Permanecer ni Dejar, Corbyn y los otros líderes del movimiento laborista deben ir a la ofensiva para derrotar a los Conservadores (tanto los pro-Brexit como a la variedad pro-UE) con un programa de este tipo.
Está claro, sin embargo, que Corbyn y su enorme apoyo entre los trabajadores y los jóvenes son socavados constantemente en este objetivo por una camarilla de diputados laboristas del ala de derecha que tienen más en común con el gobierno Conservador que con sus propios votantes. Los miembros del Partido Laborista deberían utilizar sus derechos democráticos para echar a estos arribistas blairistas y reemplazarlos por representantes electos que estén dispuestos a defender a Corbyn y al programa con que fue elegido.
Ni Brexit ni No Brexit, debemos luchar por el socialismo en Gran Bretaña, en Europa y en todo el mundo.